Al-Attiyah le da la razón a Sainz y Loeb tras una primera semana del Dakar dura y polémica
El catarí de Dacia busca una operación remontada que veía factible el español de Ford, obligado a abandonar tras no superar la tajante normativa de seguridad de la FIA
Carlos Sainz sentía que su vuelco en la segunda etapa del Rally Dakar en 2025 era un revés que podía superar. También eran del mismo parecer en Ford, donde los ingenieros no creían que los daños en las barras de seguridad representaran un riesgo verdadero para los pilotos e intentaban convencer a los comisarios de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) para continuar en carrera. Habían perdido hora y media respecto a los líder...
Carlos Sainz sentía que su vuelco en la segunda etapa del Rally Dakar en 2025 era un revés que podía superar. También eran del mismo parecer en Ford, donde los ingenieros no creían que los daños en las barras de seguridad representaran un riesgo verdadero para los pilotos e intentaban convencer a los comisarios de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) para continuar en carrera. Habían perdido hora y media respecto a los líderes al tercer día del rally, pero confiaban en la dureza y los cambios de guion constantes de la carrera para remontar. Los avances del catarí Nasser Al-Attiyah, que llegó a verse a más de una hora del líder Hank Lategan (Toyota) y ahora está cuarto en la general a 35 minutos, dan la razón al madrileño y otro de sus grandes rivales, el francés Sébastien Loeb.
“Me dio mucha rabia, podíamos haber seguido. Tal y como está yendo la carrera, con diferencias tremendas, con muchos movimientos, creo que teníamos opciones para hacer algo bueno. Los errores se pagan, y yo lo he pagado por tres milímetros”, apuntaba el cuatro veces ganador del rally a su regreso a Madrid, donde tras una revisión médica confirmó que no sufre lesiones graves y empieza ya a planificar su retorno a la cita en 2026. La pequeña deformación en el chasis de su Raptor T1+ le obligó a abandonar su defensa de la corona, y es que la FIA no dio su brazo a torcer. Por el mismo motivo, se despidieron dos días antes Laia Sanz (Century) y dos días después Loeb. Las normas son las normas, y punto, esgrimieron en todo momento desde el organismo.
“Los comisarios son estrictos. En nuestro caso fue por tres milímetros, una barra que el equipo garantizaba que se podía reparar. En una carrera donde los vuelcos son probables, quizás es excesivo. Es un debate que vendrá más tarde y los equipos abrirán”, añadía en referencia a la normativa de la FIA. Loeb, nueve veces campeón del mundo de rallies, también criticó al organismo y sus técnicos. “La decisión de los comisarios es difícil de digerir. La seguridad es muy importante, por supuesto, pero la línea que han trazado aquí no parece la adecuada para nuestra disciplina, donde corremos en condiciones extremas. Estábamos a hora y cuarto, pero todavía no había nada perdido”, lamentaba el francés. Tanto Dacia como Ford argumentaron que tenían las herramientas para reparar y asegurar la seguridad de la jaula antivuelco, y el equipo francés intentó apelar la decisión sin éxito.
“Es la misma norma en todos los campeonatos desde hace muchos años, desde hace décadas, no se puede continuar si la jaula antivuelco está dañada”, comentaba Jérome Roussel, director de carreras cross-country de la federación internacional, durante el día de descanso en Hail, al norte del país. “La seguridad es algo con lo que no se puede transigir. Aunque el fabricante diga que consideran la jaula segura, no es un argumento. Nunca es el fabricante el que va a certificar por sí mismo las barras de seguridad. Lo hace un tercero que es independiente. Y para eso están estas normas”, defendía el responsable de la FIA en declaraciones recogidas por AS.
Al-Attiyah, que acostumbra a atizar a sus rivales sin piedad, se puso en esta ocasión del lado de Sainz y Loeb. “Lo que les pasó a Seb y Carlos es decepcionante. Deberían seguir. Las fábricas se implican mucho con el Dakar, se gastan millones y necesitamos que estén todos los coches. Tenerles fuera del rally no es bueno”, comentaba el cinco veces ganador de la prueba, el único entre los grandes favoritos que sigue en liza. El asunto ha tomado tanto revuelo que hasta el presidente de la FIA, Mohammed bin Sulayem, se ha pronunciado al respecto: “El trabajo de los comisarios es hacer que el evento sea justo y parejo para todo el mundo. Si hablamos de seguridad, los comisarios tienen la última palabra. La seguridad siempre es lo primero, y Carlos lo sabe muy bien. Pero es normal que esté decepcionado, le entiendo”, comentaba el mandatario emiratí. “Tenemos que trabajar para preservar el espíritu de aventura del Dakar, y si podemos ajustar la normativa sin comprometer la seguridad lo vamos a hacer”, añadía.
Las tabletas digitales molestan a las motos
A pesar de la dureza de una primera semana con dos jornadas sin asistencias de los equipos, solo el 11% de los vehículos que tomaron la salida en Bisha se han visto obligados a abandonar la prueba. Si a este dato le añadimos los 81 participantes que han podido reengancharse a la carrera tras no poder completar alguna de las etapas y ya no compiten por la general, hablamos de un tercio de los competidores en fuera de juego. “En mis 18 Dakar no había visto una semana de inicio tan potente jamás”, apuntaba Sainz. En el punto de mira se encuentra también David Castera, director de la prueba. El expiloto francés había avisado de que sería una edición muy complicada, sin apenas tiempo para recuperar el físico de los pilotos y la mecánica de los vehículos a lo largo de una primera semana con doble ración de etapas maratón.
Aunque parezca mentira, todavía quedan algo más de la mitad de los kilómetros de especiales por disputarse (más de 2.500), en una segunda semana que presenta una carrera abierta en motos y coches. El cierre con tres jornadas en las dunas del desierto de Rub al Khali, uno de los parajes más remotos del planeta, promete emociones fuertes en una carrera que cuenta, a estas alturas, con un solo aspirante español. Tosha Schareina, piloto de Honda de 29 años, iniciará la segunda semana a 15 minutos del líder, el australiano de KTM Daniel Sanders.
El rival a batir en lo que va de prueba se llevó una victoria con las motos paradas este viernes. La Federación Internacional de Motociclismo (FIM) le devolvió los 8 minutos de sanción por sobrepasar los límites de velocidad. El motivo es que la tableta digital que sustituye al libro de ruta tradicional de papel volvió a fallarle en plena carrera, dejándole ciego ante peligros en el camino y zonas con restricción de velocidad. El problema ha afectado a varios pilotos en distintas etapas, un asunto que ha provocado críticas a ASO y la empresa contratada para la gestión de estos dispositivos, otro melón que deberá solucionar en el futuro el Dakar.