Diego Botín: “Espero que la dana de Valencia nos conciencie a todos y demos más pasos hacia un mundo más sostenible”
Entrevista con el campeón olímpico de vela y de SailGP y ganador con Florian Trittel del trofeo al mejor regatista del año de la federación internacional: “No siento que tenga manos de oro o algo parecido. Todo es trabajo de equipo”
Manos libres en el teléfono, manos en el volante, vista al frente, sin miedo a que el movimiento regular de los limpiaparabrisas que barren la luna le hipnoticen, Diego Botín conduce hacia Barcelona, y su aeropuerto inundado, bajo la tormenta y se presta a una entrevista casi de urgencia....
Manos libres en el teléfono, manos en el volante, vista al frente, sin miedo a que el movimiento regular de los limpiaparabrisas que barren la luna le hipnoticen, Diego Botín conduce hacia Barcelona, y su aeropuerto inundado, bajo la tormenta y se presta a una entrevista casi de urgencia. El campeón olímpico de 49er y de la cuarta temporada de SailGP, al timón y al volante, junto a Florian Trittel en las velas, debe volar a Singapur donde ambos, la pareja de las manos de oro de la vela española, serán protagonistas de la gran fiesta de la federación internacional de vela (WorldSailing) que concluye con la elección de los mejores regatistas del año, y allí, chocarán sus copas de champagne con algunos de los mitos de la historia de la vela en los últimos 30 años –Tom Slingsby, Peter Burling, Ruggero Tita, James Spithill, Ben Ainslie, Ellen McArthur, Isabelle Autissier o Russell Coutts—y ambos podrán decir, a los 30 años recién cumplidos, que se sientan a la misma mesa que la media docena de españoles y españolas que han conseguido el trofeo de mejor navegante del año, Iker Martínez y Xabier Fernández (2011), Blanca Manchón (2009), Fernando Echavarri y Antón Paz (2005) y Theresa Zabell (1994, el primer año que se otorgaron). Pero antes que alegrarse anticipadamente por el trofeo que les reconoce como los mejores marinos deportivos del mundo y el festín que les espera tras 20 horas de vuelo, Botín, marino del Cantábrico frío, se entristece y lamenta la dana trágica que ha arrasado Valencia, y tantas vidas, y llora casi por un Mediterráneo sobrecalentado, caldera en la que hierven los desastres que llegan. “La tragedia de Valencia, y muchos integrantes de nuestro equipo son de Valencia, y nos lo están contando de primera mano, está siendo brutalmente desastrosa”, dice. “Espero que nos conciencie a todos y demos más pasos hacia un mundo más sostenible”.
Pregunta. Russell Coutts, el dueño la liga de SailGP, daba mucha importancia al medio ambiente, al problema del cambio climático, a la huella de carbono… y ahora la dana de Valencia ha sacado a la luz el papel del calentamiento del Mediterráneo como desencadenante de las tormentas. Como marino, supongo que es un problema que le preocupa…
Respuesta. Pues sí. Definitivamente. El cambio climático es algo que en gran medida está originado por nosotros, por los seres humanos, y hay que tener consciencia. A poco que cada individuo sea consciente y haga un poquito, el impacto de todos puede ser muy grande. Tenemos que ser conscientes de que con muchos pequeños gestos se pueden hacer grandes cosas.
P. ¿Cambiar de hábitos, dejar los combustibles fósiles, buscar otras formas de energía, aunque sea contradictorio con los patrocinadores de SailGP, con Mubadala, el fondo soberano de Abu Dabi?
R. Totalmente, totalmente. Las alternativas de combustible son una parte, pero hay muchas cosas que provocan el calentamiento y la polución de mares y océanos y de todo. Hay que ser conscientes del uso de los plásticos, del reciclaje. Tampoco hace falta coger el coche todos los días, se puede ir caminando o en bici, es más sano, es mejor para el medio ambiente… Son muchas cosas pequeñas que se van sumando. Y, obviamente, los países lo pueden hacer a gran escala. Pero SailGP le da mucha importancia a concienciar al mundo de esto.
P. Termina el año con solo grandes victorias, campeones olímpicos, liga SailGP, trofeo de la federación internacional. No ha ido mal el 24, ¿no?
R. Sí, sí. Cómo han cambiado las cosas desde San Francisco en 2023, ¿no? Hemos tenido un año increíble, nos ha salido todo. Ha sido muy duro, ¿eh? el último año, ha sido muy duro porque veníamos de una situación dura en el equipo [mediado 2023, Russell Coutts, el patrón de SailGP reemplazó al piloto español Jordi Xammar, por Botín: el equipo terminó la tercera temporada, la pasada, noveno y último], hemos apretado todos mucho. Salir de una situación así no es algo que se pueda conseguir en individual, es trabajo de todo un equipo en SailGP, y un equipo también fue nuestra campaña olímpica, con Flo [Florian Trittel] y nuestros entrenadores. Todo el mundo ha empujado mucho, nosotros también. Ha sido un año durísimo. Hemos llevado un ritmo que no se puede mantener a largo plazo.
P. ¿Se siente uno un ser superior o que tiene manos de oro?
R. Jajajaja…. Nada de eso. Solo veo que hemos apostado fuerte por algo y nos hemos dejado hasta el último milímetro de piel en ello. Y hemos dado los pasos correctamente, los hemos hecho con los equipos que tocaba, nos hemos dado la oportunidad y esa oportunidad ha cristalizado. En esta vida se trata de darte oportunidades e ir a tope con ellas, puedan realizarse o no. En el pasado a veces no han salido, pero este año, sí. Es nuestra filosofía, y con ella seguiremos.
P. ¿Qué se puede esperar entonces de la temporada de 2025 en SailGP, partiendo con el listón tan alto?
R. SailGP es una liga que está en rampa hacia arriba, creciendo. En 2025, vamos a ser ya 12 equipos en lugar de 10, y 14 eventos en lugar de 13, y todos comprimidos en un año natural [el primer evento, en Abu Dabi, el fin de semana de 24 de noviembre] y con cambios en la tecnología de los foils, que serán en T, más eficientes para conseguir más velocidad. Va a ser supercompetitiva gracias, también, a los muchos cambios que ha habido en el mercado de invierno, muy buenos fichajes, y a la llegada de Italia y de Brasil.
P. Y Brasil llega con una mujer piloto.
R. La primera. Eso es. La doble campeona olímpica Martine Grael. Es una novedad transcendente. Una mujer llevando un barco es algo histórico para SailGP y para el deporte.
P. ¿Y usted cómo se siente cuando llega y compite contra Tom Slingsby o Ben Ainslie o Peter Burling, ganadores de la Copa del América, campeones olímpicos, veteranos, mitos. ¿Se siente ya parte un poco de su fratría?
R. Yo los miro con mucho respeto. Son gente excepcional. Les admiro mucho. Quiero aprender lo máximo de ellos. No siento que tenga manos de oro o eso. Ha sido un año muy bueno, hemos competido con ellos y les hemos ganado, pero no quiere decir eso que no tengamos mucho margen de mejora en muchos ámbitos. Es lo bueno, saber que no hemos alcanzado el máximo de nuestro potencial. Es lo que nos empuja, nuestra motivación para seguir adelante impulsándonos
P. El mar es infinito. ¿No le abre el apetito para embarcarse en otras aventuras, travesías, la Vendée Globe, yo qué sé?
R. Hay que ir paso por paso. Nuestra prioridad es ahora cómo hacer funcionar otra campaña olímpica y afianzar el equipo de SailGP, hacerlo bien sólido y sostenible. Esa es la base para ampliar y el día de mañana hacer otros proyectos. Ahora mismo, todas nuestras energías están en el presente, en seguir creciendo con la liga SailGP. Mantenemos la tripulación casi igual y eso es algo muy bueno para seguir construyendo en la misma línea que estábamos. Otros de los mejores han perdido integrantes clave y será curioso ver cómo se asientan los nuevos en ellos y cómo seguimos nosotros con nuestra progresión.
P. Su 49er olímpico (un esquife de 4,99 metros de eslora) se llama Samatha, que significa serenidad en sánscrito, como samatha es la técnica de mindfulness budista que practica con Trittel como preparación mental. ¿Tan importante es?
R. Es superimportante esa parte. Individualmente y como equipo lo trabajamos mucho para alinearnos en este camino y dar un siguiente paso. La temporada pasada éramos prácticamente nuevos con esta configuración en esta liga. A pesar de que sabíamos algo estuvo muy enfocada en las ganancias técnicas, y el siguiente paso está ahí, en la parte más psicológica.
P. Con el trimmer de vela Flo forma más una pareja de iguales. ¿No es complicado en un barco que siempre tiene que haber un capitán y un segundo, que sean prácticamente dos primeros?
R. Así es, así es. En el mundo de la vela, quizás en el pasado sí se daba que en los equipos siempre había una persona por encima, la más vistosa, la más influyente, pero ahora se está yendo mucho más a equipos que trabajan muy bien en conjunto y en los que se puede sacar mucho más potencial de cada uno. Es más complicado pero yendo por buen camino se puede llegar mucho más lejos. Llevamos ya años navegando juntos, nos conocemos muy bien. Eso es una parte fundamental para rendir cuando hay presión. Son momentos muy clave, en los que saber que tienes un compañero marca la diferencia.
P. Pero eso no le permite echarle la culpa al otro, ¿no? Que es lo que nos salva muchos cuando algo sale mal…
R. Jajajaja. Totalmente, totalmente. En este deporte, y en todos, echar la culpa al otro es lo más fácil, y es lo que no hay que hacer. Cuando uno comete un fallo puedes pensar que es el culpable, pero muchas veces ese fallo llega por la situación, por otra parte mucho más psicológica, por muchas causas que quizás no dependan de esa persona. El deporte cada vez se profesionaliza más, cada vez se aprende más, y estamos en un punto en el que no es justo echarle la culpa a nadie. Estamos en un punto en el que depende de muchos factores el que alguien cometa un error o no.
P. Su padre navega, su tío diseña barcos de la Copa del América… ¿Su familia marina le acepta ya como miembro de pleno derecho? ¿Se toma en serio su trabajo?
R. Jeje, desde hace años. Mi padre me ha dado la pasión por el mar. Y yo estoy encantado de compartirla con ellos. Todo lo que me han apoyado para estar aquí poder compartirlo es muy especial, y sentir que lo entienden. Están ligados al mar. La vela es un deporte que hay que entender para disfrutarlo y ellos lo disfrutan mucho.
P. ¿Y a qué dan más valor? ¿Al oro olímpico o al SailGP?
R. Es diferente. El oro olímpico tiene un valor increíble porque es un trabajo de muchos años y estás representando a un país y sientes cómo el país siente ese oro como algo suyo, y es superespecial, pero el SailGP es quizás no tan vistoso en España, pero a mí me parece increíble, saber de dónde veníamos y lo que hemos conseguido en tan poco tiempo, y contra quién. En SailGP está juntos todos los mejores regatistas del mundo. Es lo más espectacular. El oro olímpico lo llevábamos mucho tiempo trabajándolo, éramos de los favoritos, sabíamos que lo podíamos conseguir, pero el SailGP lo veíamos más lejos, y ha pasado.