El Barça doblega al PSG y estará en la ‘Final Four’ europea
El equipo azulgrana supera de nuevo a los parisinos (32-31 tras el 22-30 de la ida) y acudirá a Colonia con la idea de completar un curso impoluto
El Barça lo volvió a hacer. Auspiciado por un excelente resultado en París (22-30) y ratificado por otro triunfo en el Palau (), el equipo de Carlos Ortega supero en los cuartos de final al PSG y regresará por sexta vez consecutiva a la Final Four de la Liga de Campeones de la EHF, el laurel que le resta -amén de la Copa del Rey- para hacer una temporada impoluta, para llevarse todos los títulos posibles del curso al zurrón, pues ya se ha impuesto la Supercopa de Catalunya, la Supercopa Ibérica y ...
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El Barça lo volvió a hacer. Auspiciado por un excelente resultado en París (22-30) y ratificado por otro triunfo en el Palau (), el equipo de Carlos Ortega supero en los cuartos de final al PSG y regresará por sexta vez consecutiva a la Final Four de la Liga de Campeones de la EHF, el laurel que le resta -amén de la Copa del Rey- para hacer una temporada impoluta, para llevarse todos los títulos posibles del curso al zurrón, pues ya se ha impuesto la Supercopa de Catalunya, la Supercopa Ibérica y la Copa de España, también en la Liga Asobal.
Antes de que comenzara el envite, el Palau se deshizo en vítores y aplausos para Nikola Karbatic, que dejó una huella profunda en el club por más que solo jugara dos temporadas (de 2013 a 2015), jugador francés y universal que marcó una época en el 40 por 20 y que se retirará tras los Juegos de este verano. Pero esa fue la única concesión de la hinchada azulgrana, que, en permanente ebullición, como siempre hace cuando el partido lo merece, trató a alimentar y azuzar a sus jugadores. La respuesta se dio de inmediato, pues el Barça, impulsado por el capitán Dika Mem -parisino que rechazó la oferta del PSG porque no tenía un proyecto como el azulgrana- y sus cañonazos, pronto le explicó al rival que la noche sería azulgrana, que una renta de ocho goles era demasiada ventaja para dejarla perder.
Trataba el PSG jugar con velocidad, siempre con el brazo de Prandi como recurso, pero a eso no hay quién le gane al Barça, gustoso por el correcalles, por el tú ven que yo vuelvo más rápido. Así, bastaba una parada -que fueron muchas, el muro hecho manos y pies- de Gonzalo Pérez de Vargas para saltar a la contra, para jugar un balonmano al abordaje donde Janc hacía de estilete. Espectáculo y confeti que dieron con el 17-12 al entreacto.
Bajó un poco de revoluciones el Barça tras el descanso, también ninguneado por el portero Jannick Green. Pero a la que se acercó el PSG (20-17), el conjunto azulgrana recuperó la receta de piernas para que os quiero, carreras hipersónicas con Luis Frade como solución, que todo lo que tocaba lo convertía en oro. Algo parecido a Mem, desatado, trallazos por doquier, afición a sus pies. Corría el Barça, gozaba el Palau y caía el París Saint-Germain, que no arrojaba la toalla y que trató de significarse con la rueda de cambios del técnico azulgrana, que daba minutos a los menos habituales porque el pase estaba en el zurrón. Pero ni con esas. El Barça, que se quedó sin Pol Valera -los compañeros le sacaron de la pista tras torcerse la rodilla-, explicó que no tiene rival, tampoco en Europa por el momento.
El Barça vuelve a estar en la Final Four, título que se dirimirá el 8 y 9 de junio, ilusión que podría ser el duodécimo entorchado azulgrana en la competición. Ese trofeo que perdió en el curso anterior, antes de tiempo y en la semifinal, ante el Magdeburgo alemán en una calamitosa tanda de penaltis. Justo la suerte que sí le dio la gloria hace dos temporadas, entonces ante el Kielce polaco. Ahora, a falta del sorteo, se medirá con el Aalborg danés -se impuso por sorpresa al Veszprém húngaro de Fàbregas-, el Magdeburgo y el Kiel alemán. Colonia les aguarda.
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