Las Guerreras juegan como la seda y se acercan a los Juegos Olímpicos

La selección femenina de balonmano, liderada por Mireya González y muy aplicada en defensa, derrota con brillantez a la República Checa (21-31) y este viernes se enfrenta a Argentina para dar otro salto hacia París

Lara González trata de frenar a la estrella checa Marketa Jerabkova.Manuel Lorenzo (EFE)

Las Guerreras se adentraron en el precipicio del preolímpico con el mal recuerdo del Mundial de hace cuatro meses. Ahí, además, les esperaba la República Checa, que en el campeonato de finales de 2023 les había propinado un correctivo considerable (30-22) que les terminó descabalgando de la c...

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Las Guerreras se adentraron en el precipicio del preolímpico con el mal recuerdo del Mundial de hace cuatro meses. Ahí, además, les esperaba la República Checa, que en el campeonato de finales de 2023 les había propinado un correctivo considerable (30-22) que les terminó descabalgando de la cita. Pero, de repente, con el abismo bajo los pies, brotó la mejor España de los últimos tiempos para acercarse a los Juegos de París. Si este viernes derrota también a Argentina (21.00, Teledeporte), un rival menos temible que las checas, España se asegurará el billete olímpico, o se quedará a un palmo, según el resto de resultados. En el otro partido del grupo, Países Bajos, la más potente, venció a las sudamericanas (34-22).

A la selección le funcionó todo y todo el tiempo. Bordó el primer tiempo y manejó sin problemas el segundo. Atacó bien, castigó a la contra, y se aplicó en defensa sin los clásicos apagones que le han solido lastrar. Cuando más apretaba la soga, nadie fue más lúcida que Mireya González (siete tantos en 10 lanzamientos), una de las veteranas del vestuario (32 años), que levantó la mano y lideró unos minutos de mucho peso ofensivo para dejar la tarde casi finiquitada en el descanso: 10-19. La MVP. Entre su finura en ataque y las clavijas bien apretadas en defensa de todas, España resolvió con enorme autoridad un encuentro que había sido considerado una final. Y con el añadido de vencer por 10 dianas, un mullido colchón si todo llegaba a definirse por la diferencia de goles.

Apenas hubo rastro de la República Checa que torturó a las Guerreras el pasado diciembre. Aquella tarde, entre Marketa Jerabkova, Charlotte Cholevova y Veronika Malá sumaron 24 de los 30 tantos de su selección. Este jueves, solo Cholevova tuvo algo que decir: siete dianas. Jerabkova se quedó en dos. Aunque quizá lo más ulceroso para sus intereses fue que se dejaran abierto el grifo de las pérdidas (23). Por una vez, ese no terminó siendo el problema de España (11).

Con Mireya González al volante, España siempre fue en línea recta y a paso ligero. Desde la puesta en marcha, no hubo pegas para la selección en ninguna de las dos orillas. La leonesa anotaba y asistía. La jefa de un equipo puntual y aplicado. Había advertido Ambros Martín de que buena parte del éxito se encontraba en el repliegue defensivo, y a eso se entregaron sus muchachas. Corrían hacia atrás para frenar las transiciones checas y también les contenían en estático.

No depender de la última jornada

El estirón resultó definitivo: del 6-7 en el minuto 12 se pasó al 10-19 al descanso. Todos los problemas estaban en la costa checa, una máquina de perder balones, algo que le sirvió a la selección para castigar una vez tras otra a la contra. Goles fáciles para ir aumentado la renta, y también goles elaborados con un juego coral y afilado.

Por fin, después de tantos atascos y montañas rusas mareantes, España se desplegaba como la seda. Una operación que, con Mireya González al frente, fue iniciada por las jugadoras más experimentadas: Shandy Barbosa, Alicia Fernández, Marta López y Lara González atrás. Ya con el partido sobre los raíles, Ambros Martín dio carrete a algunas de las que menos callo internacional tienen.

Ni siquiera hubo un minuto de intriga después del intermedio. La República Checa continuó dejándose la vida con tantas pérdidas y España convirtió el choque en un trámite, que fue manejando sin problemas, ya con la segunda unidad en cancha. La diferencia no bajó de los ocho goles.

Una jornada de triunfo, alivio y reivindicación para un equipo sufriente que a menudo resulta una moneda al aire. Ganó su final a las checas y ahora toca Argentina para dejar rematado, o casi, el pase olímpico. El objetivo es no depender, o hacerlo lejanamente, de la última jornada, el domingo contra Países Bajos, un auténtico hueso.

República Checa, 21 - España, 31

República Checa: P. Kudlackova y S. Novotná en portería; A. Striskova (1), K. Kordovska (1), M. Sustackova (1), E. Desortova (1), A. Stellnerova (2), N. Kuxova (), J. Frankova (2), A. Frankova (2), K. Dresslerova (1), D. Zachova (1), S. Kovarova (2), M. Jerabkova (2), V. Malá (1), C. Cholevova (7).

España: Mercedes Castellanos y Darly Zoqbi en portería; Marta López (4), Silvia Arderius (1), Jennifer Gutiérrez (3), Maitane Echeverría (1), Lara González (1), Danila So Delgado (1), Sole López (2), Kaba Gassama (), Alicia Fernández (4), María O’Mullony (1), Lysa Tchaptchet (1), Paula Arcos (2), Shandy Barbosa (3), Mireya González (7).

Marcador cada cinco minutos: 3-3, 5-6, 6-11, 7-12; 9-15, 10-19; 12-20, 14-22, 16-24, 16-27, 19-28, 21-31

Árbitros: Amar Konjicanin y Dino Konjicanin. Excluyeron dos minutos a Kordovsjka, Kuxová, Franková, Jerabkova, Jénnifer Gutiérrez, Maitane Etxeberria, Danila So Delgado y Lysa Tchaptchet.

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