Jorge Vilda: “He sido cesado injustamente”
El entrenador, protegido de Luis Rubiales, no entiende por qué ha sido despedido tras 17 años en la federación y tras conquistar el Mundial en Sídney
Acorralado Luis Rubiales, Jorge Vilda dejó la selección española. Con el dirigente granadino suspendido por la FIFA, tras su beso no consentido a Jennifer Hermoso en la celebración del título del Mundial femenino, el seleccionador se quedó sin su protector. Así se lo comunicó ...
Acorralado Luis Rubiales, Jorge Vilda dejó la selección española. Con el dirigente granadino suspendido por la FIFA, tras su beso no consentido a Jennifer Hermoso en la celebración del título del Mundial femenino, el seleccionador se quedó sin su protector. Así se lo comunicó Pedro Rocha, presidente interino de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), este martes, 16 días después de conquistar el mundo en Sídney. “He sido cesado injustamente”, expuso Vilda, en una entrevista concedida a El Larguero, en la Cadena SER, este miércoles. Y explicó su estado de ánimo: “Estoy lo bien que se puede estar después de haber sido campeonas del mundo”. Esta vez no dijo “campeones”, como sí había dicho tras ganar el título. Una actitud que Rubiales había celebrado en la asamblea de la federación del viernes 25 de agosto: “Jorge, también somos campeones, había 23 jugadoras, pero también hombres en el staff. No nos acomplejemos”.
No había sido la única frase polémica de Rubiales en la asamblea. Ni tampoco la única que Jorge Vilda había aplaudido sentado en la primera fila del Auditorio de Las Rozas. Cuando el exmandatario repudió “la lacra del falso feminismo”, el ahora exseleccionador lo vitoreó. “Lo primero que quiero dejar claro es que jamás aplaudiré nada machista y que vaya en contra del feminismo. Esa asamblea no sabía muy bien a qué iba, pensaba que iba a una dimisión. En ese momento hace público que me está renovando y reconociendo mi trabajo. También aplaudo una gestión. Desde que empezamos en 2018 no se me ha dicho no a nada, eso es lo que aplaudo. Cuando sales haces una reflexión y piensas que no hubiese aplaudido algunas cosas”, justificó Vilda.
Vilda declaró que ha interrumpido sus contactos con Rubiales, el que fuera su gran protector. El técnico explicó cómo fue el encuentro con Rocha. “Ha sido una breve reunión con Pedro Rocha y con la presidenta de igualdad”, dijo. “¿La explicación que me dieron? Cambios estructurales. Después de 17 años en el futbol femenino, después de dejarme la piel como trabajador de la selección, no lo entiendo y no me parece justo”, subrayó.
“Aspiro a dirigir a un gran equipo”
El técnico se confesó ambicioso: “Aspiro a dirigir a un gran equipo de club o a una gran selección, de mujeres o de hombres”. Durante la entrevista indicó que, contra las evidencias, no cree que su salida esté relacionada a su mala relación con las jugadoras. “No me lo han comunicado ellas”, dijo. “Creo que es imposible conseguir ganar un Mundial si no teníamos un muy buen feeling”, contó. Sin embargo, Vilda todavía no ha hablado con Jennifer Hermoso, a la que tampoco había mencionado en el comunicado en el que se distanciaba de Rubiales. “Conozco a Jenni hace 16 años. La he visto convertirse en una referente mundial. Sé que lo está pasando mal. Y sé que quiere que pase todo esto. No he hablado con ella. He desconectado”, subrayó. También aseguró que no participó en ninguna presión a Hermoso para que defendiera públicamente a Rubiales, tal como señalaron diversas fuentes tras la final de Sídney.
Vilda resistió el embiste de las 15, como se conoce al motín que le plantaron las jugadoras en agosto de 2022, cuando hartas de sus métodos de trabajo y de la poca profesionalización de la federación, optaron por renunciar a la selección. “Tras el email de las 15 puse mi cargo a disposición”, recordó. “Rubiales habló con las jugadoras, y con su apoyo y el respaldo de todas hemos conseguido la estrella”.
Vilda no resistió, en cualquier caso, la soledad. Difícil de sortear cuando lo dejaron 11 de sus 15 colaboradores, ya insostenible cuando tomó distancia de Rubiales. “Desde la asamblea no he vuelto a hablar con él”, cerró. Ya era tarde. Demasiado tarde.
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