El exuberante liderazgo de Rodri en el Manchester City
El español, suplente en la final de 2021, se presenta ahora como el gran jefe del centro del campo
”Todo el mundo habla de Haaland, pero sin Rodri no sería posible. Se ha convertido en nuestro mejor mediocampista. Ha completado un año imperial”, advertía Pep Guardiola a la conclusión de la portentosa exhibición de fútbol con la que el Manchester City eliminó al Real Madrid en el Etihad Stadium.
La gran búsqueda táctica del preparador catalán en su periplo en Mánchester ha girado en torno al mediocentro madrileño (26 años) d...
”Todo el mundo habla de Haaland, pero sin Rodri no sería posible. Se ha convertido en nuestro mejor mediocampista. Ha completado un año imperial”, advertía Pep Guardiola a la conclusión de la portentosa exhibición de fútbol con la que el Manchester City eliminó al Real Madrid en el Etihad Stadium.
La gran búsqueda táctica del preparador catalán en su periplo en Mánchester ha girado en torno al mediocentro madrileño (26 años) desde que en el verano de 2019 se decidió a pagar los 70 millones de euros de cláusula que le fijó el Atlético de Madrid. La necesidad de Guardiola de encontrar el equilibrio entre su arriesgada apuesta ofensiva con la pelota y el juego sin ella ha convertido a Rodri en la dovela que sostiene al sofisticado City. La exuberante superioridad física con la que roba y gana los duelos aéreos y por bajo, su seguridad en el pase y su inteligencia táctica le han llevado a ser el único jugador español capaz de defender que está entre los tres mejores del mundo en su puesto.
Con una progresión ininterrumpida, temporada a temporada, Rodri ha cerrado todos los debates que se cernían sobre su juego. Primero se adaptó al exigente ritmo y al fútbol de contacto de la Premier. Después, silenció las críticas sobre su horizontalidad en el pase elevando el número y el acierto de los que rompen la línea. Bajo la exigencia de Guardiola y del propio guión de su propuesta, Rodri también se ha erigido en un recurso muy útil en las inmediaciones del área rival. No solo para presionar y robar, sino también como buscador y ejecutor de soluciones cuando los contrarios hunden su defensa para cerrar espacios en los últimos metros. La temporada pasada hizo siete goles y repartió tres asistencias. En esta, ha dado siete pases de gol y ha marcado tres. En esta edición de la Champions, además de ser el jugador que más pases ha dado (899, con un acierto del 93%), también es el que más ha realizado bajo presión del rival (681 y 92%).
“Este año incluso se le ha visto un punto por encima en cuanto a personalidad y peso en el equipo. En Inglaterra ya se le ve como el mejor mediocentro de la Premier. Se le aprecia más líder en su rol y encima es capaz de conducir, de filtrar pases y de defender. Para los pivotes que jugamos en esa posición es un lujo verle jugar”, observa Oriol Romeu, que como jugador del Southampton hasta la temporada pasada ha seguido muy de cerca los pasos de Rodri.
“A Guardiola le gusta mejorar a los jugadores y en su caso se nota”, dice Bruno Soriano, que le vio llegar al primer equipo del Villarreal y no tardó en darse cuenta de que estaba ante su sucesor natural. La misma sensación que tuvo Sergio Busquets en la selección española, que no tardó en señalarle como su recambio más natural. “En los primeros entrenamientos lo que más me llamó la atención fue que ya dominaba la posición y su agresividad para recuperar el balón cuando era un chico de 17 años. No se cortaba a la hora de chocar con los compañeros. Con la pelota se le veía que tenía mucho potencial, no se equivocaba. A mí no me sorprenden los dos partidos que hizo ante el Real Madrid. Ya le vi actuaciones así en el Villarreal y en el Atlético”, abunda Soriano. “La posición de Stones a su lado le libera y la salida de balón con tres centrales más ellos dos al Inter, como a la mayoría de los equipos, le va a costar presionarla”, analiza Romeu.
Erigido como el pilar incuestionable sobre el que se sostiene el City, Rodri disputará esta noche su primera final de la Liga de Campeones. Fue relegado sorprendentemente al banquillo en la disputada hace dos temporadas, en la que el Chelsea se impuso con un tanto de Havertz. La cita de hoy contiene un cierto ánimo de revancha individual para Rodri. Conquistar la Champions supondrá la guinda a su incesante progresión.
A aquella final perdida en la que Guardiola decidió jugar sin mediocentro se presentó tras firmar un gran año, pero escaso de gasolina por su afán de jugarlo todo sin reservar un gramo de energía. Le costó digerir esa suplencia, pero si fue un pellizco de Guardiola, su respuesta ha sido no parar de progresar. Esta temporada lleva disputados 4.388 minutos repartidos en 55 partidos, 51 de titular, su registro más elevado desde que debutó en la élite con el Villarreal en la temporada 2015-16. Esta vez, su entrenador está convencido de que sin Rodri no podría firmar un triplete histórico para el City.
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