El Atlético se regala fútbol ante el Mallorca

En el día de su 120 cumpleaños, el equipo de Simeone remonta al correoso equipo de Aguirre con un buen partido culminado con goles de De Paul, Morata y Carrasco

Presidente, entrenador y exjugadores del Atlético de Madrid celebran los 120 años del club rojiblanco tras el encuentro de la jornada 31 ante el Mallorca.Juan Carlos Hidalgo (EFE)

En el día de su 120 cumpleaños, el Atlético se regaló fútbol y un triunfo trabajado y bien resuelto ante un Mallorca peleón que no pudo sostener el tanto inicial de Nastasic. De Paul, Morata y Carrasco le dieron la vuelta a un duelo en el que el equipo de Simeone confirmó su caché de mejor equipo de la Liga tras el parón mundialista. Ganó y convenció ante una hinchada que acudió a la cita bulliciosa por el aniversario a celebrar.

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En el día de su 120 cumpleaños, el Atlético se regaló fútbol y un triunfo trabajado y bien resuelto ante un Mallorca peleón que no pudo sostener el tanto inicial de Nastasic. De Paul, Morata y Carrasco le dieron la vuelta a un duelo en el que el equipo de Simeone confirmó su caché de mejor equipo de la Liga tras el parón mundialista. Ganó y convenció ante una hinchada que acudió a la cita bulliciosa por el aniversario a celebrar.

Sorprendieron las suplencias de Muriqi y Kang-in Lee, los dos futbolistas más determinantes del Mallorca. Sin embargo, la rebaja de la alineación por parte de Aguirre no fue una merma. El técnico vasco es un creador de estructuras sólidas. Puede que sea uno de los entrenadores que más partido le haya sacado a las defensas de tres centrales. Alrededor de ellos monta una tela de araña tejida con esfuerzos solidarios de carrileros, centrocampistas y delanteros. Bajo esas coordenadas, Aguirre ha hecho carrera en los banquillos. Y bajo esos parámetros, el Atlético supo que, normalmente, a los equipos del mexicano hay que ganarles los partidos.

Así que el Atlético, sin Oblak y Llorente, lesionados, y sin Savic, sancionado, se vio con el mando del partido desde el arranque. Con la obligación de buscar rendijas en los diques que el Mallorca instaló por todo el campo propio. Lo probó, sobre todo, por el costado de Carrasco, convertido en la perforadora oficial del equipo, aunque se quede en muchas intentonas. En ese sentido, no tiene reproche alguno el belga. Sí los hay para Lemar, camino, si no lo es ya, de un jugador bonito de ver en los entrenamientos. En los partidos juega apocado. Ni enseña el regate que tiene, ni su fino pie izquierdo para filtrar pases dañinos. Por todo ello, el Atlético pagó al Mónaco 70 millones de euros por el 70% de su pase, pero apenas hay rastro de esas cualidades tras cinco años en el club. Lemar se limita a entregar la pelota con corrección. Quizá ya no sea casualidad que algunos de sus mejores partidos se dieran en época de pandemia, con las gradas vacías y sin tener que afrontar el miedo escénico. Para dar volumen al juego con pases de seguridad ya hay otros futbolistas. Lemar debería ser un futbolista distinto, pero no se distingue y es una pena porque se atreve muy poco con ello.

Hay partidos en que manda la jerarquía y la presencia, y el Atlético tuvo varios que las impusieron tras adelantarse el Mallorca a los 20 minutos. Toda la defensa del Atlético se tragó que Copete dejara pasar la pelota entre sus piernas en el primer palo. Por el segundo apareció Nastasic sin marca alguna para empujar el gol con la cabeza, rodillas en tierra. No se había mostrado mucho el Mallorca en ataque, más allá de alguna pincelada de Morlanes y alguna maniobra de Ángel y Abdón, y se encontró con ventaja en el marcador. El partido ideal en la cabeza de Aguirre.

Grisáceo Griezmann, al que su equipo echó de menos como inventor y descubridor de huecos, fue Mario Hermoso el que lideró el empuje del Atlético. Se instaló en campo contrario y tan pronto dibujaba pases interiores al área como se escoraba al costado izquierdo para poner centros. A la derecha, Nahuel Molina también percutía. El argentino es otro de los que va acumulando galones partido a partido. Fue objeto de un penalti que fue señalado por el colegiado. Era el primero que le pitaban al Atlético en todo lo que va de temporada, pero la revisión del colegiado en la pantalla, tras aviso del VAR, lo anuló. Todo apuntaba a que el Atlético se iría al descanso en desventaja cuando Hermoso tuvo otro arranque racial en la periferia del área. Su centro lo recogió y lo remató con dureza Griezmann, al que le cayó el despeje de Rajkovic. El centro del galo ya no lo desperdició De Paul, que lo reventó junto al palo.

Con la igualada, el Atlético salió en el segundo acto decidido a desarmar por la vía rápida al Mallorca. No tardó mucho en lograrlo. Nahuel Molina abandonó su pierna buena, la derecha, para poner una rosca cerrada con la izquierda al punto de penalti. Allí se elevó majestuoso Morata para ejecutar un giro de cuello de manual suspendido en el aire. A Rajkovic solo le quedó también girar el cuello, en su caso para contemplar cómo el formidable remate de Morata se alejaba hasta describir una trayectoria inalcanzable. Desde que Memphis, ahora lesionado, le ha desbancado de la titularidad, Morata convierte cada gol en una reivindicación rabiosa. Ayer no fue menos, gritando el gol como un poseso y golpeándose el pecho con fuerza.

Ya en desventaja, Aguirre trató de recuperar el pulso al partido dando entrada a Muriqi y a Kang-in Lee. Estuvo más correoso y amenazante el coreano con algunas de sus conducciones vertiginosas que no encontraron puerta. Sí la encontró el Atlético en una contra en la que Carrasco partió solo desde el centro del campo para sentar a Rajkovic con un baile de cintura que puso la guinda al cumpleaños del Atlético.

La primera camiseta y el primer escudo

Espectáculo de luces al término del encuentro, leyendas vivas como Adelardo, Luiz Pereira, Fernando Torres, Solozábal, Toni, Manolo, Pantic, Gabi, el equipo femenino, las glorias del balonmano... y una indumentaria que rindió homenaje a la primera de su historia. En su 120 aniversario, el Atlético de Madrid vistió una camiseta mitad azul y mitad blanco. Estos fueron los colores elegidos por un grupo de estudiantes vascos que se reunió en la calle Cruz y decidió fundar una sucursal del Athletic de Bilbao en Madrid. De la histórica vestimenta que lucieron los futbolistas de Simeone también prendía el primer escudo, en el que no figuraban ni el oso no el madroño. Este primer escudo, que estuvo vigente hasta 1917, era un cinturón que rodeaba a un balón de fútbol y entre el último círculo concéntrico aparecían las iniciales del Athletic Club.

El primer homenajeado de la tarde, antes del encuentro, fue Konrad, el aficionado polaco al que en el Camp Nou le fue retirada una bandera de España con el escudo del Atlético por estar colocada en una valla publicitaria. Según el seguidor polaco, también le obligaron a despojarse de la camiseta. El Barcelona, en un comunicado, afirmó que el seguidor rojiblanco se quitó la camiseta de forma voluntaria.

Concluido el encuentro, comenzó el desfile de leyendas, de las féminas, de los jugadores del histórico equipo de balonmano (Cecilio Alonso, Parrilla) y del plantel actual, en el que Diego Pablo Simeone fue aclamado. El contrapunto fueron los silbidos al presidente Enrique Cerezo cuando este se encaminó al centro del campo para posar en la foto de la familia rojiblanca. El acto fue cerrado con el cántico acapella del himno del Atlético.


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