El Barcelona aburre en Getafe y suma su tercer partido sin ganar

La cuenta atrás para sellar el título se ha convertido en un largo vía crucis hacia el aburrimiento para el Barcelona. Sin respuestas en la semifinal de Copa ante el Madrid (0-4), los azulgrana estiraron su mala racha en la Liga ante el Getafe (0-0), después de haberse quedado mudos la semana pasada frente al Girona en el Camp Nou (0-0). Hay que rebobinar hasta 2008 para encontrar tres cero a cero consecutivos del Barça. Ausentes Pedri, Dembélé y De Jong, el Barça se apaga y Xavi no encue...

La cuenta atrás para sellar el título se ha convertido en un largo vía crucis hacia el aburrimiento para el Barcelona. Sin respuestas en la semifinal de Copa ante el Madrid (0-4), los azulgrana estiraron su mala racha en la Liga ante el Getafe (0-0), después de haberse quedado mudos la semana pasada frente al Girona en el Camp Nou (0-0). Hay que rebobinar hasta 2008 para encontrar tres cero a cero consecutivos del Barça. Ausentes Pedri, Dembélé y De Jong, el Barça se apaga y Xavi no encuentra respuestas ni en la pizarra, mucho menos en el banquillo.

El Barcelona apareció en el campo de Getafe con Balde como extremo, un mensaje que tiene más de un destinatario. Los dos primeros, sin dudas, Ansu Fati y Ferran Torres. Pero también el técnico utilizó la alineación inicial en el Coliseum para recordar un mensaje en el que ya había insistido en el pasado verano: no cuenta con un extremo izquierdo puro para abrir el campo. Un hándicap que se agudiza frente a rivales como el Getafe, acostumbrados a atrincherarse cerca de su portería, especialistas en tapar espacios. La receta no le funcionaba. Sin velocidad en la circulación del balón ni nadie que se animara a romper líneas, los muchachos de Sánchez Flores maniataban sin excesivo esfuerzo a los azulgrana. Les bastaba, simplemente, con orden.

Y Sánchez Flores es un especialista en eso del orden táctico. El técnico madrileño, en cualquier caso, en las últimas jornadas ha apostado por elevar la presión. La nueva fórmula, más alegre si se quiere, se ha encontrado con dos grandes amigos para el Getafe: la alegría del vestuario y la suma de puntos, ahora más lejos de la zona de descenso (no pierde en Madrid desde el 28 de enero). El Getafe, entonces, tenía atorado al Barça. Lo hacía cuando la dupla central la formaban Araujo y Koundé y también cuando Eric García se metió en la cueva tras la lesión de Sergi Roberto. A Ter Stegen le asustó primero Munir, después Enes Unal. Ambos con un remate de cabeza. ¿Y Lewandowski? Nada. Y eso que el reloj ya marcaba la media hora y el polaco ya había dejado atrás los problemas en la espalda que le habían atenazado ante el Girona.

Sin juego, mucho menos ideas, Ter Stegen encontró una solución. Al menos, una. El alemán apostó por un balón en largo que dejó mano a mano a Raphinha con David Soria. El poste silenció al brasileño. Balde pescó el rebote. Pero, de nuevo, apareció el palo. Ni siquiera con la portería vacía la embocaba el Barcelona, mientras Xavi se desesperaba desde el área técnica. El paso por los vestuarios no despertó a los azulgrana. Al contrario. A Xavi ya no le quedó más remedio que mirar al banquillo. Ferran Torres y Ansu Fati, de una tacada, para el césped. Pero Raphinha y Lewandowski no se movieron del once. Apostó por acumular delanteros.

Apareció, por fin, Lewandowski con un remate de cabeza que rozó el poste, mientras que Raphinha se rebelaba con una acción marca de la casa, de derecha a izquierda, probó con un remate potente que hizo estirar a Soria. El Getafe, mientrastanto, esperaba su oportunidad a la contra. La tuvo. Un error de Araujo tras una contra dirigida por Villar dejó solo a Mayoral. Le falló la puntería. El Getafe, sin embargo, ya tenía lo que quería: había silenciado al Barcelona. Confianza para Sánchez Flores, dudas para Xavi. Los dos, en cualquier caso, se acercan a sus objetivos: los azulones se alejan del descenso y los azulgrana descuentan partidos para el título.

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