España en busca del fútbol

Tras golear a Noruega, a la Roja le queda dar con el juego y acercarse a su nueva idea ante la siempre combativa Escocia

El entrenador de la selección española de fútbol, Luis de la Fuente, durante el España-Noruega del pasado sábado en el estadio de La Rosaleda, en Málaga.Carlos Diaz (EFE)

Sellada una goleada ante Noruega, a la España de Luis de la Fuente le queda pendiente el fútbol. Ya se sabe que los goles no siempre son ahijados del juego. No lo fueron ante los noruegos, y la Roja se ve ahora en otro escenario. En el mítico Hampden Park ante Escocia (20.45, La1), selección sin mucho vivero y con etapas racheadas, pero con una solera casi única y a la que nunca le falta su ...

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Sellada una goleada ante Noruega, a la España de Luis de la Fuente le queda pendiente el fútbol. Ya se sabe que los goles no siempre son ahijados del juego. No lo fueron ante los noruegos, y la Roja se ve ahora en otro escenario. En el mítico Hampden Park ante Escocia (20.45, La1), selección sin mucho vivero y con etapas racheadas, pero con una solera casi única y a la que nunca le falta su Ejército de Tartán.

“Claro que tenemos que mejorar”, subrayó este lunes De la Fuente, convencido de que maneja un grupo “top”. De tanto nivel, según el preparador riojano, que ni siquiera Joselu y Ceballos, los que hicieron de sonajero en el tramo final ante los noruegos, tienen plaza fija en Glasgow. Respecto al ariete: “Hay jugadores que pueden ser decisivos en determinados momentos y Joselu lo entiende a la perfección”. Sobre Ceballos: “Nos tenemos máxima confianza el uno al otro y sé que no me va a fallar nunca”.

De la Fuente no se siente “rehén de ningún sistema”, por lo que nadie descarta que altere la pizarra según el contexto de cada encuentro. Y, como ya hacía en la sub-21, suele ser partidario de intercambiar los actores cuando hay dos partidos muy seguidos. ¿Mantendrá esa tendencia en la absoluta? “Si me ha ido bien, ¿por qué cambiar?”

A España le espera una plaza caliente. La banda sonora de los escoceses no es cualquier cosa. Además, en Glasgow están de fiesta por el 150 aniversario de la federación escocesa, la que junto a la inglesa catalizó el primer partido internacional de la historia, duelo que remite al 30 de noviembre de 1872.

Rebajada su liga al reto infinito entre el Celtic y el Rangers, Escocia apunta a la Premier, donde tiene a sus mejores reclutas. Ya no son tiempos de Johnstone, Law, Bremmer, Dalglish, Souness, McCoist, Strachan, Gemmil... Hoy no hay futbolistas de esa relevancia entre el grupo que selecciona Steve Clarke, el que fuera un reputado defensa del Chelsea, con el que ganó la Recopa de 1998 con Vialli como técnico-jugador de los londinenses al Stuttgart que entonces dirigía Joachim Löw. Su carrera como entrenador se ha limitado al West Bromwich, el Reading y el Kilmarnock ante de ser elegido al frente de Escocia en 2019. En el equipo de Clarke despuntan Robertson (Liverpool), McTominay (Manchester United) y McGinn (Aston Villa). Che Adams (Southampton), su ariete de referencia, se ha lesionado tras la victoria ante Chipre (3-0) del pasado sábado. Con este cesto, Escocia, equipo de mucho remangue, medirá a esa España que busca otra España con De la Fuente.

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