Un triplete de Pere Milla le da al Elche la primera victoria de la temporada
Tres goles del leridano desmontan al Villarreal y posibilitan que Clerc, procedente del Levante, gane un partido liguero después de 39 seguidos sin triunfo, récord del torneo
La Liga no registraba en sus estadísticas ningún triplete en las 19 primeras jornadas, y en la vigésima, con menos de 24 de diferencia, se apunta dos, el de Sancet en San Mamés y el de Pere Milla en el Martínez Valero. El futbolista leridano del Elche marcó y un par de minutos después se lesionó en un hombro. Salió en camilla y por la puerta grande a la vez. Su equipo, después de 258 días, volvía a ganar, su primera victoria en la Liga esta temporada. Y uno de sus hombres,...
La Liga no registraba en sus estadísticas ningún triplete en las 19 primeras jornadas, y en la vigésima, con menos de 24 de diferencia, se apunta dos, el de Sancet en San Mamés y el de Pere Milla en el Martínez Valero. El futbolista leridano del Elche marcó y un par de minutos después se lesionó en un hombro. Salió en camilla y por la puerta grande a la vez. Su equipo, después de 258 días, volvía a ganar, su primera victoria en la Liga esta temporada. Y uno de sus hombres, Carlos Clerc, lo hacía después de 39 partidos seguidos sin vencer, entre el Levante y el Elche, récord del torneo.
No tiene más remedio el Elche que jugar a la desesperada sea contra quien sea después de una primera vuelta nefasta, huérfana de victorias. Salió así ante el Villarreal, y a los tres minutos ya se había puesto por delante después de la carrera de Lucas Boyé, su centro desde la derecha, el remate fallido de Ponce y el certero de Milla para superar a Pepe Reina.
Pero tenía muchos minutos por delante el submarino para reorganizarse, así que se sacudió el polvo tras el tropezón y volvió al camino trazado por Setién. Se hizo cargo Yéremi de la situación, espabiló Parejo, y las llegadas amarillas al área eran cada vez más frecuentes. A los 22 minutos, Alex Baena intuyó el desmarque de Gerard, que paró, templó y marcó.
Comenzaban los mejores minutos del Villarreal, que en un par de contras sembró el terror en el Martínez Valero, pero en el descuento de la primera parte un pisotón de Cuenca a Ponce en el área se sustanció en un penalti transformado por Milla, que marcó otro a los cinco minutos de la segunda parte después de un agarrón que le hizo Baena. Habían sido instantes de fe ilicitana, con tres ocasiones previas. Por un día, el Elche era feliz.
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