Carlos Sainz: “Ha sido un palo duro, una gran decepción”
El piloto madrileño comparte sus impresiones sobre la primera semana de carrera, donde él y su equipo han perdido todas las opciones de ganar
Carlos Sainz (Madrid, 60 años) ha vivido en muchas ocasiones la decepción de ver escapar un Dakar. Es la naturaleza de una carrera cruda y sin margen para el error. Primero una avería y luego un peligroso accidente le han dejado a él y Audi sin opciones en la clasificación general. Con el único aliciente de l...
Carlos Sainz (Madrid, 60 años) ha vivido en muchas ocasiones la decepción de ver escapar un Dakar. Es la naturaleza de una carrera cruda y sin margen para el error. Primero una avería y luego un peligroso accidente le han dejado a él y Audi sin opciones en la clasificación general. Con el único aliciente de luchar por victorias de etapa y acumular kilómetros y experiencia con el único vehículo híbrido de la prueba, el piloto repasa con EL PAÍS sus impresiones sobre una primera semana de rally muy movida.
Pregunta. Usted está aquí para ganar, ¿qué siente cuando ve que se le escapa la victoria?
Respuesta. Una gran decepción. Estás todo el año preparándote, con la ilusión de que llegue la carrera y tratar de hacerlo bien y ganar. Cuando ya ves que se te escapan todas las opciones, pues duele. Y más en este caso. Teníamos muchas expectativas y además te das cuenta de que no solo tú has tenido problemas, también tus compañeros. Para Audi ha sido un palo duro, pero así es el mundo del Dakar. Hay que seguir para adelante.
P. ¿Se enfada, se frustra o se resigna?
R. Ninguna. El mundo del motor es así, mucha gente ha tenido problemas. [Sébastien] Loeb tuvo pinchazos y volcó; [Guerlain] Chicherit y Stéphane [Peterhansel] también. Mattias [Ekström], nosotros… Todos hemos tenido problemas, y al final Nasser [Al-Attiyah] se ha salvado de la quema y por eso está liderando y ganando la carrera.
P. ¿Cómo se mantiene uno motivado en una situación así?
R. Sabes que hay mucha gente detrás, no solo el aficionado sino todo un equipo que lleva todo el año trabajando muy duro. Tratas de hacerlo lo mejor posible, por ti y también por ellos, para darles alguna alegría o satisfacción. Audi es una gran marca que ha apostado por este proyecto tan novedoso y a la vez tan complicado. No iba a ser un camino de rosas.
P. En apenas 48 horas, Audi ha perdido todas sus opciones en carrera, ¿cómo lo ha encajado el equipo?
R. Imagino que con la misma decepción que nosotros.
P. ¿Es este el Dakar más exigente que ha vivido?
R. No, pero es un buen Dakar. Con etapas largas, completas, de estar cuatro o cinco horas en el coche. Cambios de terreno, que es lo bonito de esta carrera, no que sea todo lo mismo. En este sentido quiero felicitar a la organización. El libro de ruta está mucho mejor que el año pasado, y en ese sentido no puedo poner ninguna pega.
P. Cuando está en el aire y sabe que tendrá un accidente, ¿da tiempo de pensar?
R. Poco. Según caí, lo primero que le pregunté a Lucas es si estaba bien. Le dije que se fuera corriendo para arriba para avisar a la gente, me daba miedo que cayeran encima nuestro. Luego salí corriendo para ver a Stéphane. Fue una situación complicada, porque cuando llegué estaba inconsciente y Edouard [Boulanger, copiloto de Peterhansel] con un dolor brutal. Me di cuenta de que la cosa no estaba bien. fue una situación dura, una situación que nunca quieres que pase. Yo nunca me había encontrado a un piloto sin conocimiento.
P. El factor riesgo siempre ha estado presente en su vida, ¿cambia la percepción con la edad?
R. Las carreras de coches son así, si quieres jugar a esto, aunque tú pienses que no te va a pasar nada, en el fondo sabes que correr en coches y correr el Dakar conlleva su riesgo.
P. ¿Usted no nota el paso del tiempo?
R. Veo que gano especiales y que estoy allí. Ese es el termómetro. Yo puedo pensar que soy el mejor del mundo y que estoy en perfectas condiciones, pero si el cronómetro dice otra cosa, es que me estoy engañando. Me baso en los tiempos y en mis compañeros de equipo, que son más jóvenes que yo.
P. El Audi es un coche tecnológicamente muy complejo. ¿Complica eso el tiempo de reparaciones?
R. Seguro. Nosotros necesitaríamos dos días de descanso para el coche, pero el trabajo del equipo está siendo fantástico. Tener el valor y el coraje de hacer un coche así es brutal.
P. Este año han perdido muchas horas parados en medio de la nada, ¿se puede evitar?
R. Es que no tiene mucha solución, es tan complejo que sería cambiar el concepto, hacerlo todo más sencillo. Si quieres ser híbrido necesitas las baterías, los motores eléctricos, el motor para cargar las baterías, al final no puedes hacerlo más sencillo.
P. ¿Qué conclusiones sacan sobre el coche tras esta primera semana de Dakar?
R. Diría que, con la situación actual, con la potencia que nos da el reglamento, se nos hace cuesta arriba luchar por ganar. De lo que se trata es de jugar todos con las mismas cartas. Lo que yo pido es igualdad.
P. ¿Se veía listo para ganar?
R. Sí, y así lo dije. El año pasado no, pero este año sí que pensé que optábamos a la victoria, y por ello la mayor decepción.
P. Cuando tuvieron problemas con el gato y los cambios de rueda dijo que era una pena que ni usted ni Lucas Cruz, su copiloto, no fueran mecánicos, ¿entrenarán más esa faceta?
R. Sin duda es una parte importante. Si hay que hacer alguna intervención, de las pocas cosas que podemos hacer nosotros, tratar de hacerlas lo más rápido posible para perder el menor tiempo. La verdad, sin embargo, es que nunca sabes lo que va a pasar.
P. Cada vez aparecen más soluciones sostenibles, y la sensibilidad sobre este tema es cada vez mayor, ¿ha cambiado su visión sobre este tema?
R. Sí, sin duda. Esa sensibilidad por la sostenibilidad va calando, poco a poco, en todas las personas. Si queremos tener un mundo mejor, tenemos que ser sensibles a ciertas cosas que además ya están probadas. En este sentido, hay pequeños gestos que uno puede hacer en casa. Siempre se puede ser un poco más sostenible y ayudar a evitar el calentamiento global, a contaminar menos y optimizar los recursos, ya sea en energía, agua… Cuando era más joven no era tan consciente, pero los jóvenes de ahora están mucho más informados y son mucho más sensibles ante estos temas, y está bien que sea así.
P. ¿Cómo se relaja en el vivac?
R. Me encierro en el motorhome y me quedo allí solo escuchando un poco de música. El teléfono siempre te distrae un poco, hablas con la familia y ya. Lo cierto es que la mayoría de mi tiempo aquí lo uso con los ingenieros, tratando de optimizar el coche y el rendimiento.
P. Tuvo una visita muy especial de su familia al principio del rally, ¿cómo fue?
R. Fue una alegría poder tenerles aquí, que pudiesen ver la carrera, seguirme con el helicóptero. Estuvieron también durmiendo en el vivac y entendieron mejor lo que es el campamento y el Dakar. Ahora seguro que entienden mejor todo lo que hago en casa para prepararme, todas esas cosas raras que pensarían que su padre o marido hacía.
P. Que su hijo muestre interés por su disciplina, ¿le ilusiona?
R. Ya lo tenía seguro, y probablemente esto le haya reforzado el interés. Ahora él está centrado al 100% en su trayectoria en la Fórmula 1, lo que no quita que dentro de unos años le pueda apetecer probar el Dakar. Si llega, llegará dentro de muchos años, pero por las preguntas que hace…
P. ¿Le queda algo por hacer o está aquí porque esto es su pasión?
R. Voy día a día. Cuando acaba el Dakar siempre digo que es el momento de analizar y ver cuál es el siguiente proyecto, qué opciones hay. Con Audi tenemos un año más de contrato, y veremos qué quieren hacer. Desde luego, me haría ilusión tratar de cerrar el círculo y ayudar a una marca como Audi a ganar esta carrera.
P. ¿Si lo consiguiera, se retiraría?
R. No conozco el futuro. A lo mejor dentro de una semana decido parar, o a lo mejor dentro de dos años todavía estoy aquí y decido continuar. Todo depende de cada proyecto y de cada momento, de si te has divertido y has sido rápido…
P. ¿Cómo se imagina su jubilación?
R. Ya me retiré del Mundial de rallies. Imagino que será similar. Me buscaré algo que me llene el tiempo que le dedico a esto. Y si no, pues me dedicaré a jugar al golf o lo que sea.
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