Un gran partido sin gol entre Betis y Athletic
Dos aspirantes en la pelea por la Champions se neutralizan en un choque eléctrico con Unai Simón de protagonista
Partidazo en el Benito Villamarín. El Betis y el Athletic se neutralizaron en un encuentro intenso, vibrante, jugado a una gran velocidad. Toda una fiesta entre dos aspirantes a la Champions que quedó algo empañada por dos aspectos. La primera, la ausencia del gol, el objetivo supremo de este deporte. Lo buscó más el Betis, que se encontró con un gran Unai Simón, que realizó hasta cinco paradas de mérito, en especial en la segunda mitad, donde el conjunto andaluz estuvo más ce...
Partidazo en el Benito Villamarín. El Betis y el Athletic se neutralizaron en un encuentro intenso, vibrante, jugado a una gran velocidad. Toda una fiesta entre dos aspirantes a la Champions que quedó algo empañada por dos aspectos. La primera, la ausencia del gol, el objetivo supremo de este deporte. Lo buscó más el Betis, que se encontró con un gran Unai Simón, que realizó hasta cinco paradas de mérito, en especial en la segunda mitad, donde el conjunto andaluz estuvo más cerca de marcar. Al Athletic, vigoroso, le faltó colmillo. Sumó muchas llegadas con peligro al área del Betis, pero no disparó ni una vez entre los tres palos de la meta defendida por Rui Silva.
El segundo aspecto que sobró en un choque tan brillante fue la tarjeta roja en el minuto 96 a Luiz Felipe. El central bético, que hizo un partido soberbio, entró con demasiada dureza a Muniain y Hernández Hernández lo expulsó. Sobró el incidente final entre los dos banquillos, con el central bético encarándose con Ernesto Valverde, entrenador del conjunto vasco. El conjunto andaluz es el que más tarjetas rojas ha visto a lo largo del campeonato.
Fue un final triste a este partido tan vibrante, donde debutó en el Betis un joven de 18 años, el central Félix, Unai Simón hizo cinco paradas y Joaquín volvió a disputar un partido de Liga a sus 41 años y 161 días (lleva 606), y se convirtió en el jugador con más edad en la historia de Primera División según el dato ofrecido por el analista Pedro Martín. La pelea por la Champions sigue abierta para los dos equipos con este empate a cero.
No hubo tregua en un partido jugado al límite entre el Betis y el Athletic. Bienvenida LaLiga si todos los encuentros tienen la mitad de la intensidad y la electricidad del duelo celebrado en el festivo Benito Villamarín. Sin un instante de pausa, el Betis homenajeó a sus campeones mundiales, Guido y Pezzella, y se dispuso para encarar el exigente pleito que le presentó el Athletic. Un equipo agresivo, con dos balas en las bandas que responden al nombre de hermanos Williams, y con una propuesta atrevida, asentada en una presión alta en la salida de balón del Betis.
Los de Pellegrini se vieron sorprendidos por el empuje inicial del conjunto vasco. Al conjunto bético le costó sacar el balón desde atrás como suele ser habitual. Ni Guardado, ni William Carvalho entraban en juego y el Betis sufría. Fue a través de un robo de Luiz Henrique cuando el equipo andaluz pudo despertar ante el dominio vasco. El brasileño, que esta semana perdió a su padre, disparó con todo a favor, pero Unai Simón detuvo bien su disparo. La ocasión espabiló al Betis, que por momentos ofreció ese fútbol vertical y delicioso que acaba con sus rivales. Los acercamientos béticos aumentaron, pero apenas se plasmaron en ocasiones claras.
No se sabe muy bien por qué, ni Canales ni Fekir acababan de romper, con Borja convertido en una isla arriba. El Athletic pasó con decencia estos momentos de dominio local y se rehízo gracias a la formidable presión, que acabó por provocar los fallos en la entrega del Betis. En el Athletic todo va a una velocidad altísima. Fue Luiz Felipe, un central de jerarquía junto al debutante Félix, el que detuvo los ímpetus de este Athletic con tanta chispa. Su corte en un balón casi mortal de Iñaki Williams fue providencial para los intereses andaluces.
El Betis fue mejor en la segunda mitad. Encontró un filón en Luiz Henrique, pujante y veloz, una pesadilla para Yuri, que sufrió mucho ante el brasileño, que tuvo dos opciones claras muy bien resueltas por Unai Simón. Solo el Betis llegaba al área rival con peligro, pero el meta vasco volvió a cerrarla en una falta lejana de Willian José. Al Athletic, que llegaba también, le faltó el último pase.
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