La fragilidad del héroe
Dios ha muerto (Libros de ruta) es el libro del periodista inglés Andy McGrath en el que, a través de los relatos del entorno más cercano de Frank Vandenbroucke, reconstruye la trayectoria vital y profesional del ciclistas
Todas las sociedades necesitan héroes. Figuras a las que trasladarles sus anhelos, sus miedos, sus grandezas y sus miserias. A las que proyectarles los sueños frustrados de cada uno, para verlos realizados a través de otro. Lo que suele suceder es que las sociedades se olvidan de que esos héroes también son humanos. Y tienen sus propios anhelos, miedos, grandezas y miserias. Y sueñan, a su vez, con cotas que no podrán alcanzar. Y, además, tienen que enfrentarse a las expectativas depositadas sobre ellos, complicando la gestión del asunto principal: el ser humano. El deporte, factoría en contin...
Todas las sociedades necesitan héroes. Figuras a las que trasladarles sus anhelos, sus miedos, sus grandezas y sus miserias. A las que proyectarles los sueños frustrados de cada uno, para verlos realizados a través de otro. Lo que suele suceder es que las sociedades se olvidan de que esos héroes también son humanos. Y tienen sus propios anhelos, miedos, grandezas y miserias. Y sueñan, a su vez, con cotas que no podrán alcanzar. Y, además, tienen que enfrentarse a las expectativas depositadas sobre ellos, complicando la gestión del asunto principal: el ser humano. El deporte, factoría en continua producción de ídolos y referentes, está repleto de casos en los que la figura pública hizo olvidar a la persona que había detrás, llevándose por delante la carrera y, en ocasiones, la vida del protagonista.
Frank Vandenbroucke era un ciclista de gran talento y mucho carisma. Nacido en Bélgica, uno de los países que más y mejor venera el deporte de las dos ruedas, los medios de comunicación se referían a él como “el chico de oro” y sus discípulos como “dios”. Década y media después de la retirada de Eddy Merckx había aparecido un sucesor. Para completar la historia, tenía aires de estrella de rock, lo que contrastaba con la aparente normalidad de los ídolos del momento —Indurain o Rominger—. Era un polo de atracción para los aficionados, que no podían ver ni imaginar lo que se escondía debajo de aquella personalidad deslumbrante. Solo pudieron hacerlo cuando apareció muerto en extrañas circunstancias en una habitación de hotel de Senegal. Era 2009. Tenía 34 años.
Dios ha muerto (Libros de ruta) es el libro del periodista inglés Andy McGrath en el que, a través de los relatos del entorno más cercano del ciclista reconstruye su trayectoria vital y profesional. Un camino que lo llevó al éxito y que emprendió luego una turbulenta ruta de descenso. Un retrato de un talentosísimo ciclista que, en el fondo, escondía en su aparentemente infinita confianza en sí mismo a aquel chico que creció en el bar familiar buscando el cariño de todo el mundo. Que tapaba con su arrogancia una fragilidad que terminó por quebrarlo.
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