Rui Silva sostiene al Betis ante el Valladolid
Los andaluces aguantaron el cero a cero tras jugar más de una hora en inferioridad numérica
“Son muy buenos”. La frase de Pacheta, entrenador del Valladolid, sobre las prestaciones del Betis define bien la diferencia que hoy por hoy existe entre el conjunto castellano y el andaluz. Sin embargo, hay cuestiones que matizan la indiscutible distancia que se da entre los dos equipos. La primera es, sin duda, la mentalidad. La segunda responde a las circunstancias del juego, imprevisibles. En ambas fue peor el Betis que el Valladolid. En el primer caso, un equipo tedioso y lento, el ...
“Son muy buenos”. La frase de Pacheta, entrenador del Valladolid, sobre las prestaciones del Betis define bien la diferencia que hoy por hoy existe entre el conjunto castellano y el andaluz. Sin embargo, hay cuestiones que matizan la indiscutible distancia que se da entre los dos equipos. La primera es, sin duda, la mentalidad. La segunda responde a las circunstancias del juego, imprevisibles. En ambas fue peor el Betis que el Valladolid. En el primer caso, un equipo tedioso y lento, el de Pellegrini, que no entró bien a un partido dominado por la intensidad de los locales. Y eso que el chileno, que sabe lo que se tiene entre manos, cambió hasta a ocho jugadores de los que ganaron en Roma en la Liga Europa. Le pasó al Betis en Vigo y le pasó también en Valladolid. Y también le pasó que se quedó con uno menos en el primer tiempo por la expulsión de uno de sus centrales. Si en Galicia fue Luiz Felipe, en Valladolid le tocó a Pezzella, quien placó a Sergio León a los 34 minutos en una acción en la que se vio absolutamente superado.
Así las cosas, no cabe otra que deducir que el Valladolid perdió una gran oportunidad para imponerse al Betis, que, con todo en contra, sacó a relucir oficio y seriedad para agarrar, al menos, un empate. El paso adelante lo dieron Guido y Carvalho, que manejaron a su equipo con uno menos en la segunda mitad. Ya antes, había surgido la figura de Rui Silva, que le hizo una buena parada a Sergio León al filo del descanso. Al Valladolid, todo pundonor, le faltó calidad en el tramo final para sentenciar a un Betis que, poco a poco, con el paso de los minutos, se sintió seguro para mantener la igualada. Este Betis sin chispa, pero muy trabajador, incluso tuvo una buena opción para marcar, la única del partido. Canales se quedó solo en el área tras un gran pase de Borja y Masip salvó el disparo del cántabro, que acabó el choque fundido. Curiosamente, el Betis jugó mejor con diez que con once jugadores. Es un equipo que ha aprendido a defender.
Pacheta se la jugó metiendo a un delantero tras otro. Suele ocurrir que la acumulación de atacantes afloja el juego de los equipos. El Betis fue capeando bien el temporal, y solo en una ocasión temblaron los cimientos verdiblancos. En el minuto 89, Rui Silva realizó un paradón a Guardiola que frustró a los locales. La verdad es que el Betis tiene dos porteros muy buenos, el internacional portugués y Bravo, titular en la Liga Europa.
El empate alivia algo la situación del Valladolid y apenas le vale al Betis en su pelea por estar entre los cuatro primeros. Tiene mérito por ser conseguido en inferioridad numérica, pero la exigencia de la Champions es alta. El Betis solo ha conseguido uno de los seis últimos puntos y ha pasado de ser tercero a quinto, sobrepasado por Athletic Club y Atlético de Madrid. El conjunto verdiblanco tendrá ahora dos partidos seguidos en casa: la Roma en la Liga Europa y el Almería el domingo.
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