Eduardo Blasco, el campeón español que quiere salvar vidas en mar abierto
El rescatista, que ostenta varios récords nacionales, va a alistarse en una embarcación para socorrer migrantes en el Mediterráneo después de proclamarse campeón en los Mundiales de salvamento
El año pasado, más de 2.000 personas perdieron la vida intentando cruzar el mar Mediterráneo rumbo a Europa. Este 2022, ya se han superado las 1.300 muertes, y en total, desde 2014, han desaparecido 24.650 migrantes tratando de atravesar una de las rutas más mortíferas del planeta, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones. Eduardo Blasco (28 años, San Sebastián), nadador profesional, uno de los mejores del mundo en la modalidad de rescate y ...
El año pasado, más de 2.000 personas perdieron la vida intentando cruzar el mar Mediterráneo rumbo a Europa. Este 2022, ya se han superado las 1.300 muertes, y en total, desde 2014, han desaparecido 24.650 migrantes tratando de atravesar una de las rutas más mortíferas del planeta, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones. Eduardo Blasco (28 años, San Sebastián), nadador profesional, uno de los mejores del mundo en la modalidad de rescate y socorrismo, se prepara para alistarse en noviembre en una embarcación de la ONG Aita Mari para salvar vidas en el Mediterráneo después de haber ganado una nueva medalla de oro en el Campeonato del Mundo de salvamento que se disputó la semana pasada en Riccione, Italia.
“Esta situación es algo que provocamos, directa o indirectamente, nosotros”, reflexiona Blasco, que atiende por videollamada desde Canarias, donde se preparaba desde hace semanas antes de viajar a Italia para el Mundial. “Vamos ahí, explotamos sus recursos naturales, pero luego nos quejamos de que haya refugiados. Es la hipocresía de Occidente. ¿Qué menos que intentar que no se ahoguen como perros?” Blasco lleva toda su vida bajo el agua y es consciente de que su forma física y experiencia, con formación en este tipo de rescates, pueden ser de gran ayuda en situaciones desesperadas: “Aprovechar tus habilidades para salvar una vida en lugar de para conseguir una medalla tiene mucho más sentido”.
A pesar de esta convicción, Blasco, que ha participado esporádicamente en algunas misiones de rescate, ha tenido que esperar hasta finalizar el campeonato del mundo para alistarse en una embarcación, según el consejo de las propias ONGs. “Ellos me han comentado que están muy ilusionados de contar conmigo. Pero entienden que debo de seguir con mi carrera deportiva para mantenerme sano y en forma, participar en eventos, y aprovechar las semanas en las que no tengo competición para ayudarles”, explica, remarcando que estas misiones las realizará gratuitamente.
En el Mundial de Socorrismo y Salvamento, que comenzó el pasado martes y se extenderá hasta el 2 de octubre, Blasco se ha proclamado el campeón en la prueba de 50m remolque, la cual consiste en recorrer la piscina cargando un maniquí que simula a una persona. El nadador español ostenta el récord nacional de la disciplina, además de contar con la mejor marca del mundo en 25m, y otros récords en 100m. Para alguien que se está ahogando en mitad del mar, que aparezca una persona con estas capacidades supone un salvavidas casi inmejorable. “Yo me considero en buena forma, pero el mar te desguaza y la persona que llevas está muy nerviosa y os podéis ahogar los dos. Ser consciente de tus limitaciones es tan importante como entender tus virtudes. Es duro porque cuando vas a por uno, se pueden perder dos, pero debes ser consciente del peligro”, reconoce.
Un camino diferente para los deportistas
Blasco, cuya forma física refleja cientos de horas de entrenamiento bajo el agua, despertó su pasión por la natación gracias a su abuelo, que le llevaba a hacer pesca submarina cuando era solo un niño. Desde entonces se enganchó a los deportes subacuáticos y comenzó su carrera en modalidades no olímpicas como el salvamento, la apnea o la pesca submarina. “Por la cantidad de disciplinas que he practicado y por los buenos resultados que he tenido, he podido dedicarme profesionalmente a la natación. Pero soy consciente de que esto es algo que en España es casi imposible”, destaca. Entre todas las modalidades en las que participa, Blasco acumula 57 medallas (38 de oro) en campeonatos nacionales, 10 metales (2 oros) en torneos internacionales, y 35 récords estatales.
Todo esto lo ha conseguido al mismo tiempo que realizaba sus estudios como jurista. “En verano sigo trabajando y compitiendo, porque al final es lo que me da de comer y lo que me ha permitido formarme”, relata Blasco, cuyo objetivo es que se reformen las leyes del deporte para ofrecer más alternativas a los profesionales. “Mi adolescencia ha sido la de un espartano, como la de la mayoría de deportistas jóvenes. He ido a clase a las 8.00 habiéndome levantado a las 6.00 para entrenar dos horas. Salía a las 14.00 del instituto a y volvía a nadar de 16.00 a 20:00. Y ha habido veces que el profesor de turno no me ha cambiado el examen y no podía ir a competir. Es muy duro que los artistas y deportistas en España tengan que elegir entre hacer una carrera o formarse”.
Su propuesta pasa porque, como él pretende hacer con el derecho y el salvamento, las instituciones permitan a los deportistas acceder a puestos en los que sus habilidades suponen un plus. “La mayoría de deportistas federados en España no pueden vivir de su deporte y tienen que compaginarlo con otros trabajos”. Un ejemplo claro es el caso de las árbitras de la Liga F, que a pesar de su mejora de las condiciones, muchas tendrán que seguir en otros empleos. “Nos llenamos la boca con la Marca España pero no se valora la aportación a la sociedad que hacen los deportistas a lo largo de toda su carrera. Son personas con una experiencia única que luego podrían ayudar de muchas maneras. Por ejemplo, si un deportista ha estudiado psicología, es el adecuado para tratar con otros deportistas porque va a entender las problemáticas por las que pasa el paciente. Que se aprovechen sus capacidades para echar una mano a los demás debería incentivarse, no entorpecerlo”, remarca.
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