Victoria juvenil del Barcelona ante el Elche en el Camp Nou
La clarividencia de Pedri y las llegadas de Balde ayudan a Lewandowski a golear a un equipo condicionado por la expulsión de Verdú
El Barça y Lewandowski encontraron en el Camp Nou cuanto extrañaron el martes en Múnich. Los azulgrana resolvieron de manera contundente y sin apenas esfuerzo un partido que siempre giró a su favor en el soleado Camp Nou. Ha vuelto la gent blaugrana al estadio, animada por el equipo y por los goles de Lewandowski, y la Liga pinta de momento mejor que la Champions. El ariete polaco marcó dos tantos más, y ya son 11 en ocho partidos, ante la desesperación del Elche, enfadado con el árbi...
El Barça y Lewandowski encontraron en el Camp Nou cuanto extrañaron el martes en Múnich. Los azulgrana resolvieron de manera contundente y sin apenas esfuerzo un partido que siempre giró a su favor en el soleado Camp Nou. Ha vuelto la gent blaugrana al estadio, animada por el equipo y por los goles de Lewandowski, y la Liga pinta de momento mejor que la Champions. El ariete polaco marcó dos tantos más, y ya son 11 en ocho partidos, ante la desesperación del Elche, enfadado con el árbitro, con el rival y con la vida, víctima de la efervescencia del Camp Nou. Nadie se quiso acordar del Allianz Arena.
La tarde invitaba a la fiesta y sobre todo a la merienda por el ambiente familiar del estadio, repleto de niños y más niñas que nunca, y también por la desaparición del video marcador del gol sur, anticipo de la llegada de las grúas y del peregrinaje la próxima temporada a Montjuïc por el inicio por fin del Espai Barça. También la alineación alimentó la tertulia por la ausencia de Ansu Fati y Ferran Torres y la titularidad de Balde por delante de Jordi Alba. Jugaba Memphis como tercer delantero y el central Koundé se mantenía como lateral derecho cuando se suponía que la cita era propicia para Bellerín.
Los asuntos personales pesaban más que los colectivos e incluso competitivos porque la hinchada daba la victoria por segura ante un adversario que nunca ha ganado en el Camp Nou, es el colista con un punto y a los 13 minutos se quedó con diez por expulsión de Gonzalo Verdú, la pieza capital del plan montado por Francisco con cinco zagueros: 5-4-1. El central agarró a Lewandowski después de ser habilitado por Frenkie de Jong cuando enfilaba el camino al área a campo abierto y el árbitro le expulsó ante las quejas de los jugadores del Elche. La superioridad numérica empujó al Barça a chutar a Badía.
Hasta entonces hubo mucho desorden, faltaba línea de pase, el juego se aceleraba demasiado y la presión después de perder la pelota no es la misma cuando no está Gavi. El fútbol se dispara también cuando falta Busquets y el mediocentro es De Jong. Y además Kessié no paraba de soltar los codos en cada salto ante las protestas de los muchachos de Francisco. No se habían contado más que un par de remates de Memphis y Dembélé cuando se cumplía la media hora en un encuentro de patio de colegio, sin ritmo, poco académico, difícil de digerir y también de corregir para Xavi. La confusión se acabó en cuanto apareció Pedri y dio la luz del Camp Nou.
El tinerfeño mandó parar en lugar de correr y profundizó para Balde. El lateral dio continuidad a la clarividencia de Pedri con un centro preciso que embocó Lewandowski. El despabilado Balde volvió a aparecer en el 2-0 cuando tocó para Memphis y el neerlandés pisó el cuero con la derecha para después girar y rematar violentamente con la zurda a la red de Badía. Un gol propio de un jugador de fútbol sala de la talla de Ferrao. Ya no había noticias del Elche, carne de cañón desde que compitió en inferioridad numérica, desajustado por los movimientos de Lewandowski, las llegadas de Balde, los regates de Dembélé y los giros de Pedri.
Al interior se le anuló el 3-0 por la intervención del Var en una acción que acabó con la sorprendente expulsión de Francisco. Ya no sabía qué hacer el Elche mientras Lewandowski ampliaba su cuenta con un gol de clásico delantero centro que empuja cualquier balón rechazado en el área, especialmente si viene del portero, como pasó con Edgar Badía, exigido por Memphis y Dembélé.
Ferran y Ansu, estériles
Ya no hubo partido después del segundo tanto de Lewandowski. Xavi sustituyó al polaco y apareció Ansu Fati mientras la hinchada del gol norte no paraba de cantar para animar a un equipo tan destensado como jovial, igual de inocente que los pequeños aficionados del Barça.
Nadie reparó en Múnich y no hubo más frustración que la de Ansu Fati y Ferran, impotentes los dos en el momento de poner el punto final al fútbol del Barça. Ambos pasan por un momento delicado, el canterano porque no acaba de encontrar su puesta a punto después de su última lesión musucular -nada que ver con la de menisco- y el valenciano por la falta de gol, rehabilitado por la llamada de Luis Enrique.
A los dos les falta la confianza que rebosa Balde, la noticia de la tarde por su facilidad para llegar y centrar, como si fuera la reencarnación de Alba. A sus 18 años, Balde coronó una excelente tarde juvenil en el Camp Nou. Nada mejor que aguardar el derbi madrileño con un 3-0 y el liderato provisional de la Liga. Las rotaciones funcionan siempre que juegue el mago Pedri y queda tiempo para el Inter y la Champions después de Múnich.
Xavi: “La ilusión por este equipo se palpa en la calle”
“Lo que me ha sorprendido de Lewandowski es la faceta humana. Es muy humilde, trabajador, profesional. De lo otro no teníamos dudas, por eso lo fichamos. Nos va de lujo tener a Robert en el equipo”, expuso Xavi Hernández. El polaco ha marcado en los últimos cinco partidos de la Liga y ya suma siete. Un estreno en España similar al que tuvieron Di Stéfano (1953) y Vieri (1997). Lewandowski no sorprende a Xavi como tampoco Dembélé. “Siempre quiere jugar”, dijo sobre el francés, que el viernes pasó la noche en el hospital por el nacimiento de su primer hijo.
Xavi tiene a todos enchufados. “Tenemos un grupo amplio. Todos están entrenando muy bien, todos respondiendo muy bien. Las plantillas son las que ganan los títulos, no los onces”, dijo Xavi. Enganchada la plantilla, enganchada la hinchada. El Barça suma un promedio de asistencia al Camp Nou de 82.000 espectadores. “La ilusión se palpa en la gente, en el estadio, en la calle... Hay expectativas y hay que seguir trabajando con humildad”, cerró el técnico.
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