Dembélé antes que Mbappé
El Barça insiste en la continuidad del extremo, al que prefirió en lugar del delantero del PSG después de la partida de Neymar
La leyenda asegura que el Barça se equivocó de Hierro cuando en la temporada 1988-1989 fichó a Manolo en lugar de su hermano Fernando. La confusión, que nunca fue confirmada ni desmentida, ayuda a explicar la errática política deportiva del club y su facilidad para dejarse engatusar -la trayectoria de ambos futbolistas demuestra que el Barça se equivocó en la misma medida que el Madrid acertó- hasta que pasó a ser esclavo del estilo ideado por Johan Cruyff. No alcanza con invocar al modelo para jugar bien, sino que se prec...
La leyenda asegura que el Barça se equivocó de Hierro cuando en la temporada 1988-1989 fichó a Manolo en lugar de su hermano Fernando. La confusión, que nunca fue confirmada ni desmentida, ayuda a explicar la errática política deportiva del club y su facilidad para dejarse engatusar -la trayectoria de ambos futbolistas demuestra que el Barça se equivocó en la misma medida que el Madrid acertó- hasta que pasó a ser esclavo del estilo ideado por Johan Cruyff. No alcanza con invocar al modelo para jugar bien, sino que se precisa de criterio y talento, y por tanto de buenos jugadores, o se corre el riesgo de perder el oremus, como ha pasado últimamente en el Camp Nou. Ya no se sabe si el Barcelona fue víctima de un extravío o de un empacho de ADN. Nadie ha simbolizado mejor la situación que Ousmane Dembélé. El Barça prefirió a Dembélé antes que a Mbappé cuando pudo elegir en 2017 y ahora le acaba de renovar con la complicidad de Xavi, considerado el guardián de las esencias del Dream Team de Cruyff.
Mbappé quería jugar en 2017 en el Camp Nou y el Mónaco se frotaba las manos porque simplemente con atender al deseo de su jugador evitaba reforzar al PSG. La operación se tasó en 100 millones de euros y el agente que intermedió entre los clubes fue Josep Maria Minguella. El Barcelona, sin embargo, optó por Dembélé a cambio de 135 millones porque sus servicios técnicos observaron que “Mbappé jugaba para él mientras que Dembélé jugaba para el equipo”, según declaración del exdirectivo Javier Bordas. “Mejor un extremo que un finalizador para sustituir a Neymar”. El club azulgrana ha invertido hasta 410 millones -135 por Dembélé, 140 por Coutinho y 135 por Griezmann- y todavía no ha encontrado el recambio definitivo de Neymar mientras el delantero brasileño ha pasado en cinco años del Arco del Triunfo a la sala de estar del Parque de los Príncipes. La apuesta azulgrana sigue siendo Dembélé.
Neymar no sabe muy bien a donde ir, Mbappé reculó camino de Madrid para regresar a París y a Dembélé de nada le ha servido tener la carta de libertad porque no ha salido del Camp Nou. El delantero francés está convencido de que finalmente conseguirá responder al cartel de ser el mejor extremo del mundo con la anuencia de Xavi. El Barcelona y Dembélé se empeñan en que tienen razón frente a la alternativa que simbolizaba Mbappé. No es una cuestión cualquiera después de constatar que únicamente siete de los 28 fichajes que ha hecho el club azulgrana en los últimos cinco años -unos 1.000 millones invertidos- continúan y solo Pedri y de alguna manera Ferran, parecen tener plaza segura en el plantel de Xavi. Muy pocas operaciones futbolísticas han tenido un efecto tan sorprendente como el pase de Neymar al PSG por 222 millones de euros. El trono de Messi y Cristiano Ronaldo sigue sin tener un sucesor definido desde que ambos jugadores están más pendientes de las aspiraciones de sus selecciones que de sus clubes: PSG y Manchester United asisten al igual que los demás equipos al triunfo del Madrid mientras el Barça, por su parte, insiste con el estilo que simbolizan Xavi y Dembélé.
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