Kyrgios y Tsitsipas, o una tarde en el circo
El australiano accede a los octavos de Londres (6-7(2), 6-4, 6-3 y 7-6(7) tras un duelo volcánico con insultos al árbitro, pelotazos y un cruce dialéctico elevado de tono
Stefanos Tsitsipas y Nick Kyrgios son, sin lugar a dudas, dos de los tenistas más talentosos del circuito. Este sábado, sin embargo, su talento fue proporcional a los malos modos y el esperpento que ofrecieron en un duelo que se decantó a favor del segundo: 6-7(2), 6-4, 6-3 y 7-6(7). Juego de altísima calidad en la Court 1, pero también exabruptos, pelotazos, irreverencias y un pulso dialéctico posterior que oscurecieron el acceso del australiano a los octavos de final del grande británico. Venció Kyrgios, pero el show se les fue a ambos de las manos.
De un lado, el ganador acusó...
Stefanos Tsitsipas y Nick Kyrgios son, sin lugar a dudas, dos de los tenistas más talentosos del circuito. Este sábado, sin embargo, su talento fue proporcional a los malos modos y el esperpento que ofrecieron en un duelo que se decantó a favor del segundo: 6-7(2), 6-4, 6-3 y 7-6(7). Juego de altísima calidad en la Court 1, pero también exabruptos, pelotazos, irreverencias y un pulso dialéctico posterior que oscurecieron el acceso del australiano a los octavos de final del grande británico. Venció Kyrgios, pero el show se les fue a ambos de las manos.
De un lado, el ganador acusó al griego de intentar golpearle con la bola en el tiro al menos un par de veces y, sobre todo, le recriminó un pelotazo que estuvo muy cerca de impactar directamente contra un aficionado. “Si lo hubiera hecho yo, estaría descalificado. ¿Eres estúpido? ¿Cómo puedes tirar una pelota a la grada, darle a alguien y no ser descalificado? ¿Tiene que salir herido para que le descalifiques?”, le gritó el de Canberra al juez de silla, que trató de poner orden a las marrullerías imponiendo varias penalizaciones.
Tsitsipas, por su parte, denunció que su rival profería de manera constante gritos desde el otro lado de la red. “Disfruté del tenis, disfruté del ambiente y de la forma en la que peleé para encontrar soluciones. Pero estoy un poco decepcionado con algunas cosas que sucedieron y que se repiten una y otra vez. Empieza a ser muy difícil de ignorar. De alguna forma, lo de hoy fue un circo”, expresó el ateniense, cuarto cabeza de serie del torneo y que en la rueda de prensa posterior al encuentro acusó a su adversario de ejercer bullying tenístico y afeó su verborrea.
“Él [Kyrgios] es muy diferente y me gusta lo que aporta a nuestro deporte. Pero está todo el rato hablando y quejándose. Estamos ahí para jugar, no para hablar ni mantener conversaciones con todo el mundo. De alguna forma, esto es estúpido. El árbitro ha tomado una decisión y no vas a hacer que cambie de opinión”, agregó Tsitsipas, que pidió disculpas por su acción: “No golpeé a nadie, gracias a Dios dio en el muro. Alguien debe sentarse con él y hablar en serio. Esto debe parar”.
Del ‘bullying’ a la “descalificación”
Y extendió su alegato: “Lo que hace es un abuso constante, eso es lo que hace. Abusa de los rivales, probablemente en la escuela era un abusador, y no me gustan los abusones. No me gusta la gente que abusa de los demás”.
Después irrumpió en la sala de conferencias Kyrgios, ataviado con una camiseta del exbaloncestista Dennis Rodman y, en varias fases de su elocución, con el tono desafiante que le caracteriza.
“No sé cómo abusé de él… Porque él fue el que intentó darme dos pelotazos, el que le dio uno a un espectador y el que lanzó la bola fuera de la pista. No creo que hiciera nada irrespetuoso contra él. Me pregunto por qué siguió en la pista; si hubiera sido al revés, a mí me habrían expulsado”, expuso el 40º del mundo y, a su vez, jugador más polémico de los últimos tiempos.
A Tsitsipas también se le ha cogido la matrícula. No son pocos los compañeros con los que ha tenido roces o le han acusado, por ejemplo, de enfangar los partidos yéndose el baño en instantes críticos. “Sí, estaba apuntando al cuerpo de mi rival, pero no le di por mucho. Por mucho...”, admite el heleno.
El episodio empañó el prolífico presente de su país, ya que por primera vez desde 1999, el tenis australiano contará con cuatro representantes en la cuarta ronda del torneo, entre el cuadro masculino y el femenino: él, Alex de Miñaur, Jason Kubler y Ajla Tomljanovic.
Sanciones a la vista
“Debéis [dirigiéndose a los periodistas] dejar de ponernos hoy al mismo nivel de comportamiento. ¿Si debo disculparme por algo? ¿Qué hecho? Tal vez él debería averiguar cómo ganarme un par de veces primero”, le replicó al reportero que le comentó que Tsitsipas había pedido perdón; “me van a sancionar. ¿Por qué debo disculparme? Siempre me sancionan. Ahora tengo mucha curiosidad por ver qué ocurre con él después de lo de hoy. Tengo muchos amigos en el vestuario; de hecho, soy uno de los que más gusta. Y él no gusta”.
Kyrgios se enfrentará el lunes al estadounidense Brandon Nakashima en busca de una plaza en los cuartos de final. Si lo considera oportuno, Tsitsipas lo observará desde el sofá de su casa. Fueron 3h 11m de buen tenis. También, un buen ejemplo de cómo no deben comportarse dos tenistas.
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