Inicia el juicio de la basquetbolista de EE UU acusada de ingresar con droga a Rusia

Brittney Griner se enfrenta a diez años de prisión después de haber sido detenida en el aeropuerto de Moscú en febrero pasado

La estrella de la WNBA, Brittney Griner, entra al juzgado donde se dio inicio a su proceso penal en Rusia.Alexander Zemlianichenko (AP)

Cuatro meses después de haber sido detenida tras su ingreso a Rusia, por fin ha comenzado el juicio de Brittney Griner. La estrella de la WNBA, la liga femenil de baloncesto de EE UU, entró la tarde del viernes al juzgado vistiendo una camiseta de Jimmy Hendrix y con un rostro inexpresivo que apenas sufrió alteraciones después de oír las acusaciones que los rusos han formulado. El fiscal asegura que la estrella, de algo más de dos metros y 31 años...

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Cuatro meses después de haber sido detenida tras su ingreso a Rusia, por fin ha comenzado el juicio de Brittney Griner. La estrella de la WNBA, la liga femenil de baloncesto de EE UU, entró la tarde del viernes al juzgado vistiendo una camiseta de Jimmy Hendrix y con un rostro inexpresivo que apenas sufrió alteraciones después de oír las acusaciones que los rusos han formulado. El fiscal asegura que la estrella, de algo más de dos metros y 31 años, entró al país en febrero pasado con 0,7 gramos de aceite de cannabis en cartuchos para un cigarrillo electrónico. De ser declarada culpable podría pasar 10 años en prisión. La agencia rusa de noticias Tass informó que la atleta, que ha sido considerada como un peón en las tensiones entre Washington y Moscú tras la guerra en Ucrania, dijo comprender los cargos en su contra.

El juez ha fijado la próxima audiencia para el jueves 7 de julio. Tres empleados de la embajada de Estados Unidos en Rusia estuvieron presentes en el tribunal para respaldar a Griner. El Gobierno de Joe Biden sostiene que la ciudadana fue detenida de forma injusta. Su abogado, Alexander Boykov, ha dicho que la deportista está preocupada por el proceso penal y la sentencia que puede seguirle. “Pero es una chica dura. Creo que se las va a arreglar”, dijo el letrado tras la primera sesión. Griner, pívot de las Phoenix Mercury, dijo a la agencia Reuters que los meses de detención han sido difíciles porque no habla ruso y porque no ha podido ejercitarse al nivel que requiere. La atleta ha ganado dos medallas olímpicas de oro y ha sido seleccionada siete ocasiones al All Star de la WNBA.

El inicio del proceso ha servido para que el Kremlin insista en un mensaje que ha lanzado a los cuatro vientos con la intención de convencer: la detención de Griner no es un tema político. “Los hechos indican que la eminente atleta fue detenida con drogas ilegales que contenían sustancias narcóticas. Hay leyes en Rusia que castigan esos crímenes”, dijo este viernes un portavoz del Kremlin.

En el país natal de Griner, sin embargo, todo es política. O al menos eso se pretende. No ha pasado una sola jornada sin que la Asociación de jugadoras de la WNBA lance un mensaje para captar la atención de presidente Biden y su vicepresidenta, Kamala Harris. “Día 134. Este no se siente como un fin de semana para celebrar”, tuiteó el viernes la organización mientras Estados Unidos se dispone a celebrar un aniversario más de su independencia de Reino Unido.

Marina Mabrey, de las Dallas Wings, usa unas zapatillas con las letras BG, en honor de Griner.Tony Gutierrez (AP)

Cherelle Griner, la esposa de Brittney, apareció el jueves en la cadena CNN para asegurar que lleva días buscando entrevistarse con Biden, quien abandonó el país para participar en la cumbre de la OTAN en Madrid. “Me encantaría que me dijera que este caso le importa”, dijo a la cadena de noticias. Cherelle ha afirmado que lleva cuatro meses sin hablar con su pareja. De acuerdo con la agencia Associated Press, la atleta trató de comunicarse el sábado pasado, en el cuarto aniversario de la pareja. Griner llamó al menos once veces a su mujer a través de una línea de la embajada americana en Moscú, pero la comunicación no fue posible porque no había ningún diplomático trabajando. “Me siento herida, harta”, aseguró Cherelle a la AP y añadió que la conversación estuvo en la agenda del personal diplomático al menos dos semanas antes de realizarse.

La Administración de Biden ha tratado de enviar el mensaje contrario. “No puedo dar detalles de lo que estamos haciendo, solo puedo decir que es una absoluta prioridad”, aseguró el secretario de Estado, Antony Blinken en la CNN al día siguiente de que no hubiera una sola persona en la embajada que pudiera conectar la llamada de Griner con su esposa. El encargado de la política exterior de Estados Unidos aseguró, no obstante, haber hablado con Cherelle días antes.

La prensa estadounidense ha especulado con la posibilidad de que los diplomáticos estén negociando un intercambio de prisioneros para que Griner vuelva a Phoenix. Jake Tapper, uno de los conductores principales de la CNN, sugirió que algunas versiones indican que Washington busca entregar a Viktor Bout, un traficante de armas condenado en Manhattan en 2011, por Griner y el militar Paul Whelan, quien fue detenido por los rusos en 2018 y condenado a 16 años de prisión. Blinken evitó responder directamente a la pregunta, pero dijo que entre sus responsabilidades se encuentra el que los estadounidenses vuelvan a casa.

La mayor indignación por la detención de Griner se halla en las canchas de la WNBA. Las iniciales de su nombre, junto a su número 42, han estado presentes en la duela de todos los juegos de local de Phoenix desde el inicio de la temporada, el 6 de mayo. Las jugadoras han mostrado una extraordinaria solidaridad con una de las mayores exponentes de la liga, quien había viajado a Rusia para incorporarse al UMMC de Ekaterinburgo mientras la liga en EE UU estaba en descanso. Esta es una práctica común entre las jugadoras, quienes buscan un complemento a su ingreso. Diana Taurasi, compañera de Giner en Phoenix, jugaba también en la liga profesional rusa, donde ganaba 1,5 millones de dólares por temporada. No se conoce cuánto había pactado Griner con el Ekaterimburgo, propiedad de un empresario uzbeko que tiene vínculos con Vladímir Putin.

El sueldo promedio de una basquetbolista profesional en Estados Unidos ronda los 130.000. Las más destacadas pueden firmar contratos hasta por 500.000 dólares anuales, un monto muy inferior a lo que ganan los hombres de la NBA. Ja Morant, la joven promesa de Memphis, firmó este jueves una extensión de contrato por cinco años por 193 millones de dólares. Está por verse en las próximas semanas si Giner puede recuperar algo más valioso que su sueldo en Rusia: su libertad.

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