El Barcelona doblega al Joventut y se arrima a la final de la Liga Endesa

Mirotic y Higgins espolean al equipo azulgrana, que recupera el factor cancha y le basta con un triunfo en uno de los dos próximos partidos para medirse al Madrid

Mirotic y Willis pugnan por la pelota durante el tercer envite entre el Barcelona y el Joventut.Andreu Dalmau (EFE)

Aunque Saras Jasikevicius se desgañitaba en la banda al son de sus exagerados aspavientos, se secaba la cara con una toalla al más puro estilo Nadal y tenía la camiseta empapada de sudor, pronto se vio que su Barcelona no iba a conceder tanto como en el segundo duelo, cuando el Joventut igualó la serie, ahora desequilibrada en favor de los azulgrana. Mérito de Higgins y Mirotic, al punto de que su equipo necesita un triunfo en uno de los dos próximos envites p...

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Aunque Saras Jasikevicius se desgañitaba en la banda al son de sus exagerados aspavientos, se secaba la cara con una toalla al más puro estilo Nadal y tenía la camiseta empapada de sudor, pronto se vio que su Barcelona no iba a conceder tanto como en el segundo duelo, cuando el Joventut igualó la serie, ahora desequilibrada en favor de los azulgrana. Mérito de Higgins y Mirotic, al punto de que su equipo necesita un triunfo en uno de los dos próximos envites para alcanzar la final, donde aguarda el Madrid.

Eso explicó Brandon Davies, que en la primera posesión hizo canasta para olvidar su cerocerismo en el partido anterior; lo remarcó Laprovittola con su muñeca de oro; y lo corroboró la defensa azulgrana, que negó las primeras intentonas de Ribas, Willis y Feliz, suficiente para escaparse por 2-9 y necesario para mantener las distancias durante todo el primer cuarto (14-23), sostenidos con los rebotes de Mirotic y un baloncesto al galope, robo y transiciones escopetadas.

Trató de rebelarse la Penya. Primero desde el perímetro, atinados Ribas, Bassas y Vives; y después, ya al compás de Ribas y con las canastas de Tomic, logró ponerse a tres puntos. Pero Kuric —sí, el mismo que sumaba 19 triples consecutivos errados; 42 días en blanco— volvió a la vida a la vez que Mirotic, que evidenció la tensión después de anotar un triple y anestesiar las ambiciones del Badalona antes de concluir el segundo cuarto (36-46), momento en el que pidió el aliento del escaso público azulgrana en la Galia verdinegra. Energía que subrayó Higgins, sensacional cara al aro, al fin olvidados los sinsabores que le provocó la lesión de la fascia plantar del pie izquierdo.

Nunca entendió el Joventut eso de rendirse antes de tiempo, convicción que defendió a la grande un Willis en combustión al anotar 11 puntos en el tercer cuarto, también un Tomic imparable —sobre todo cuando no le emparejaban con Davies, que se cargó pronto de personales— en la botella. Lo justo para que la Penya volviera a acortar las distancias (45-48), espeso a más no poder el Barça con los lanzamientos de tres y hasta con los tiros libres. Pero Higgins no estaba por la labor de dar la razón a Jasikevicius —siempre acusa al equipo de no saber matar los duelos—, tampoco un Laprovittola que fue de menos a más para cerrar el parcial por 56 a 61.

Persistió el Joventut en buscar balones interiores para Tomic, que castigó a Sanli y Davies a base de provocar personales [el primero acabó expulsado] y que espoleó como pudo —acabó con 21 puntos— las ilusiones de la Penya. Pero Mirotic pidió el balón y el protagonismo (18 puntos), siempre capital en los momentos cruciales, y finiquitó un choque que el Barça gobernó de pe a pa. Ventaja en la serie para los azulgrana, que se arriman a la final.

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