Todo a la Copa con el sello de Bordalás
El entrenador, que busca estrenar su palmarés, moldea al Valencia, el equipo que más faltas hace
El 2 de febrero el Valencia eliminó al Cádiz en los cuartos de final de la Copa del Rey en el partido que supuso el regreso a España de Bryan Gil. Dos días más tarde, los de Mestalla conocieron que su rival en semifinales era el Athletic Club. Desde esa fecha, José Bordalás Jiménez (Alicante, 58 años) ha trabajado en la ciudad deportiva de Paterna cegado por el centelleo del trofeo. Ante la opción de conseguir su primer título como entrenador, el técnico, formado en el barro del fútbol modesto, ha preparado al equipo para la final de Copa.
...
El 2 de febrero el Valencia eliminó al Cádiz en los cuartos de final de la Copa del Rey en el partido que supuso el regreso a España de Bryan Gil. Dos días más tarde, los de Mestalla conocieron que su rival en semifinales era el Athletic Club. Desde esa fecha, José Bordalás Jiménez (Alicante, 58 años) ha trabajado en la ciudad deportiva de Paterna cegado por el centelleo del trofeo. Ante la opción de conseguir su primer título como entrenador, el técnico, formado en el barro del fútbol modesto, ha preparado al equipo para la final de Copa.
La eliminación del Athletic reforzó su conducta de priorizar el torneo. Empezó a dosificar a sus imprescindibles y a repartir minutos entre los no habituales. Tras una temporada dura donde ha perdido a la mayoría de sus titulares por lesión, el técnico no quiso correr más riesgos. Le puso las anteojeras al grupo y, en Paterna, al frente, sólo se divisaba la Copa. Su postura de guardar jugadores se endureció tras la afortunada victoria en Elche antes del último parón internacional.
“Es inevitable no mirar de reojo la Copa”, admitió antes de jugar contra el Rayo en Vallecas la semana pasada. “No es que le demos prioridad a la Copa, pero la final es tremendamente importante y, si tenemos riesgo de que se lesione algún jugador, vamos a intentar que participe menos. Sería una temeridad que jugara y se lesionara y no pudiéramos contar con él para la final”, agregó. Así hasta llegar a Vila-real, en un partido que molestaba (2-0), donde las rotaciones afectaron a 10 de los 11 componentes de la formación titular; sólo participó Carlos Soler. “Ese partido jamás debió disputarse”, protestó Bordalás, que dio minutos a cinco jóvenes de la Academia.
Dos razones han empujado a Bordalás a enfocar la Copa. La suavidad de un sorteo que sólo lo ha puesto frente a frente con un rival de su nivel, el Athletic Club, en semifinales, y la certeza de que su plantilla no tiene capacidad para atacar dos competiciones a la vez.
Pero su apuesta del todo o nada a la Copa entraña numerosos riesgos. Es una moneda al aire. El empeño en la Copa ha sido tal que el equipo se ha descolgado de la lucha por acceder a Europa, vía la Liga, el curso que viene. El entrenador no escondió su responsabilidad tras la derrota ante el Villarreal. “Quizá, de reojo, hemos estado atentos a esta gran cita y hemos desatendido la Liga en algún momento. Era inevitable no pensar en la final”, dijo. Las últimas cuatro jornadas ligueras las ha cerrado con dos puntos sobre 12 posibles. Está a 13 puntos de la sexta plaza. Jugar en Europa, escenario vital para la supervivencia económica del club, es una quimera entrando por la puerta de la Liga.
Además de no exponer a sus generales, Bordalás, que en el Valencia recibe más goles que en el Getafe, ha ido endureciendo su modelo de juego, reforzando su idea con una tripleta de centrales. El equipo defiende mejor, pero hace menos goles y el sistema entorpece la llegada al área de Guedes o Bryan Gil y la maniobrabilidad de Hugo Duro. Carlos Soler y Hugo Guillamón apenas participan en la elaboración porque el juego, directo y poco propositivo, prescinde de los centrocampistas en numerosas ocasiones. Bordalás no está de acuerdo. “¿Tenemos que salir con seis delanteros? Hablamos de la propuesta constantemente. Tenemos que saber las limitaciones y saber el nivel que tiene el Valencia de hoy en día. Yo estoy dejándome la salud. Es evidente que nos faltan cosas. Pero los chicos lo dan todo. No se les puede achacar nada”, comentó tras perder en Vallecas.
El Valencia es el conjunto de la Liga que más faltas ha cometido (16,8 por encuentro), por delante de Getafe, Mallorca, Alavés, Elche y Celta, todos por debajo de los valencianistas en la clasificación, y sólo supera a Cádiz, Getafe y Alavés en porcentaje de posesión por encuentro (43,3%). Además, el grupo de Bordalás ha participado en los dos partidos de este curso en Liga con menos tiempo efectivo de juego: 41m 27s contra el Getafe y 42m 09s contra la Real Sociedad (1-0 y 0-0, ambos en Mestalla).
El Valencia está congelado hasta conocer el desenlace de la final de Copa. El proyecto deportivo de la 2022-23 está en el aire. Ni siquiera está clara la continuidad de Bordalás, que puede romper su contrato a final de curso y se distanció de la empresa de Peter Lim, Meriton, en el mercado de invierno. El técnico promete un equipo con otro talante en La Cartuja. Los preparativos de los últimos dos meses han ido encaminados a levantar la novena para el club, primer título en su currículo. “No vamos a defraudar a nadie”, pronostica.
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.