Causeur restaura la moral del Real Madrid en el primer asalto ante el Maccabi
La sobresaliente actuación del escolta francés permite a los de Laso ventilar las dudas y colocar el 1-0 en la eliminatoria de cuartos (84-74)
El rigor y la puntería de Fabien Causeur impulsaron al Real Madrid para adjudicarse el primer punto de la eliminatoria de cuartos de la Euroliga ante el Maccabi de Tel Aviv (84-74). La sobresaliente actuación del escolta francés en ataque y en defensa (20 puntos, cuatro rebotes y cinco asistencias) permitió al conjunto de Laso restaurar su moral, ventilar las angustias de una crisis por cicatrizar, y rearmarse de cara al reto de alcanzar la Final...
El rigor y la puntería de Fabien Causeur impulsaron al Real Madrid para adjudicarse el primer punto de la eliminatoria de cuartos de la Euroliga ante el Maccabi de Tel Aviv (84-74). La sobresaliente actuación del escolta francés en ataque y en defensa (20 puntos, cuatro rebotes y cinco asistencias) permitió al conjunto de Laso restaurar su moral, ventilar las angustias de una crisis por cicatrizar, y rearmarse de cara al reto de alcanzar la Final Four de Belgrado.
Wilbekin (20 puntos) se quedó demasiado solo en un Maccabi inconsistente que jugó a arreones y se quedó corto en todos sus amagos de reacción. Mientras, Williams-Goss (11 puntos y 8 asistencias), Rudy Fernández y Yabusele sí respaldaron a Causeur (4 de 6 en triples para un total de 16 de 29) hasta agarrar una victoria reconstituyente para los blancos (1-0). Heurtel y Thompkins asistieron al triunfo de su equipo junto al banquillo madridista —en el espacio destinado a los jugadores lesionados o fuera de la convocatoria—, a la espera del indulto definitivo de Laso sobre la pista.
El Madrid, que en los cinco primeros meses de la competición solo perdió tres partidos, se descolgó hasta el cuarto puesto de la clasificación continental tras sumar ocho derrotas en los 10 últimos partidos de la fase regular. Una trayectoria opuesta a la del Maccabi, que llegó lanzado al playoff tras sumar siete victorias en los últimos ocho encuentros. Pero, en el primer envite en su cruce de caminos, reaccionó el conjunto de Laso para recuperar su memoria competitiva.
Los blancos respondieron rápidamente a la efervescencia de Wilbekin (dos triples de salida) con los puntos de Causeur (siete en los primeros cinco minutos) y el empuje episódico de Yabusele. La aplicación gremial permitió a los de Laso hacerse con la iniciativa, sin embargo, con el comienzo de las rotaciones y la acumulación de pérdidas, quedó rebajada la carrerilla local. El Maccabi apretó las tuercas y acortó distancias, del 17-10 al 22-19, siempre con Wilbekin al frente (10 puntos en ese tramo), pero un triple de Rudy sobre la bocina del primer cuarto permitió al Madrid sostener el plan en la pista y la emotividad en la grada —con una presencia de seguidores israelíes mucho menor de la esperada, desapercibidos entre los 9.000 espectadores—.
A la estela de Rudy, creció Abalde y, entre ambos, con un triple por barba (5 de 9 en ese momento en la estadística blanca), estiraron de nuevo la cuerda (31-22, m. 12). El acierto desde el perímetro permitió al Madrid sumar a buen ritmo mientras esperaba a que fraguara el cemento atrás. El paso al frente de Nunnally reactivó durante unos instantes al Maccabi pero, justo cuando habían completado la caza, los de Laso lanzaron otro demarraje. Tres triples consecutivos (dos de Causeur y uno de Hanga) reforzaron la autoestima madridista y el propio Hanga marcó el hito del +10 de ventaja para los locales. Del 34-34 al 45-35 poco antes del viaje a vestuarios. Una hucha que conservaron los blancos con personalidad, defensa y constancia.
Causeur mejoró las prestaciones de Wilbekin a ambos lados de la pista, y Hanga equilibró las de Nunnally. Al descanso, Williams-Goss había repartido media docena de asistencias, la mitad de las 12 de su equipo (20 al final) y tantas como todo el Maccabi al completo. El tesón madridista superó los arreones del conjunto israelí y el 9 de 16 en triples en la primera mitad permitió a los blancos construir y construirse mientras ventilaba las dudas.
Y, en la reanudación, Yabusele y Tavares respaldaron la causa de Williams-Goss y Causeur y el Madrid fue reconociéndose en el rigor y la solvencia. Apenas Reynolds y Sorkin pudieron añadir puntos a la intendencia de Wilbekin y el Maccabi pasó de hacer la goma a pelear por no descolgarse definitivamente (solo anotaron 18 de los 26 tiros libres que lanzaron frente a los 6 del Madrid). Aprovechando el viaje de Causeur al banquillo, el conjunto israelí estiró el orgullo para evitar una rendición anticipada. Del 68-56, al 68-63. Pero dos triples de Rudy (4 de 8 al final) y uno más de Yabusele cerraron la puerta a los fantasmas. Este viernes, también el WiZink Center (20.45), el segundo asalto de la eliminatoria.
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.