Laporta: “He sentido vergüenza con lo visto en la grada”
El presidente Joan Laporta pide disculpas por la masiva presencia de seguidores alemanes en las gradas del Camp Nou que enrareció el ambiente y perjudicó al Barça
Noche negra del Barcelona en Europa. Una vez más. Ya no es la Champions sino la Liga Europa. Lo mismo da. Como en Roma (2018), Liverpool (2019), Lisboa (2020) y París (2021), ahora en su estadio, el Barça cayó de nuevo en una competición continental. Ni la confianza tras 14 partidos invictos, ni la advertencia que le había dado el Eintracht (noveno en la Bundesliga) en Fráncfort, funcionaron como estímulo para el Barcelona, tan enmudecido en el equipo de Xavi en el campo como afición a...
Noche negra del Barcelona en Europa. Una vez más. Ya no es la Champions sino la Liga Europa. Lo mismo da. Como en Roma (2018), Liverpool (2019), Lisboa (2020) y París (2021), ahora en su estadio, el Barça cayó de nuevo en una competición continental. Ni la confianza tras 14 partidos invictos, ni la advertencia que le había dado el Eintracht (noveno en la Bundesliga) en Fráncfort, funcionaron como estímulo para el Barcelona, tan enmudecido en el equipo de Xavi en el campo como afición azulgrana en las gradas por la masiva presencia de seguidores alemanes. “Ha sido un error de cálculo y de planificación que haya habido tantos aficionados alemanes. Hay que ver lo que ha pasado. Desde el vestuario queremos saber qué es lo que ha pasado”, expuso Xavi. “He sentido vergüenza con lo visto en la grada, pido disculpas, ha sido muy grave. Estamos procesando toda la información, daremos explicaciones. Lo de hoy no es habitual y no tendría que haber pasado, tenemos estudiadas las razones y tomaremos y medidas”, añadió el presidente Joan Laporta.
El Barcelona regresó el jueves de Fráncfort con una sensación de alivio. A los azulgrana les molestó el estado de césped —”el terreno no estaba en condiciones”, se quejaron— y les aturdió la atmósfera en el Waldstadion. “El campo nos perjudicó y el ambiente también”, sintetizó Xavi, tras el duelo de ida en Alemania. Y pidió: “Necesitamos que el Camp Nou sea una olla a presión en la vuelta”. El técnico azulgrana daba una cosa por segura, el verde en su casa iba a estar en perfecto estado. Y así fue. También esperaba una hinchada culé encendida con sus muchachos. En este caso, no tuvo la misma suerte. “Decepcionante. Lo hablamos con los jugadores antes de salir al campo. Esperábamos que la afición nos apoyase. Le damos las gracias a los que vinieron, pero parecía una final. Parecía que se habían dado mitad de entradas para cada equipo. El club está mirando que pasó”, añadió Xavi. Los seguidores del conjunto alemán sobrepasaron en el Camp Nou el 5% de las localidades asignadas por la UEFA.
En los despachos del club estiman que eran cerca de 20.000 los aficionados que estaban en el Camp Nou. Y, según explica Mundo Deportivo, en el Barça aseguran los seguidores del Eintracht consiguieron las entradas a través de vías no oficiales. “Todo el mundo está en su derecho de vender sus carnets, pero la realidad hace que ver un Camp Nou con tantos aficionados del rival da mucha, mucha lástima…”, se quejó Enric Masip, asesor de Joan Laporta en Twitter. “Tendremos que ser más estrictos y no permitir ciertas cosas, me siento avergonzado como barcelonista”, insistió Laporta. Los aficionados alemanes tomaron el Camp Nou. Una intimidación para los azulgrana, que denunciaron presencia hombres en los lavabos de mujeres y burlas sin que la seguridad del club pudiera hacer algo al respecto. Sí, en cambio, durante el primer tiempo, ejerció de muro entre seguidores del Barcelona y del Eintracht para evitar una pelea. “Nos sentiamos en casa”, dijo el portero Trapp.
Decepción o fracaso
La primera equipación del Eintracht es negra (la usó en la ida); la segunda, de color roja. Sin embargo, para visitar Barcelona optaron por sacar la tercera indumentaria: la blanca. Y una marea blanca amaneció en las calles de la capital catalana. Primero, cerca de 30.000 seguidores del Eintracht coparon las calles de la ciudad vieja, después desfilaron por la gran vía, para finalmente comparecer en el Camp Nou. De entrada, hasta el himno del Barça quedó medio silenciado frente al ruido de la hinchada alemana. “No nos ha ayudado. Les dije a los jugadores que se intentaran fijar en el partido”, expuso Xavi.
El hándicap, en cualquier caso, no estaba en las gradas, por más que la grada de animación del Barça abandonara sus localidades durante los 10 primeros minutos del segundo tiempo en señal de protesta por la cantidad de aficionados alemanes. El problema para los azulgrana estaba en campo. Porque la marea blanca también tomó el verde. “No es excusa lo de la afición. Hoy lo intentamos. El problema fue futbolístico, hemos tenido la posesión, pero no la supimos aprovechar. Es una noche fatídica, pero teneos esperanza. Creo que estamos en el camino. Cuesta cambiar un modelo de juego. Ellos han aprovechado muy bien sus virtudes. No hemos controlado las perdidas, no las hemos minimizado”, analizó Xavi.
El Eintracht, como en el partido de ida, pero ahora en su césped veloz, atoró al Barcelona. No era solo ruido en las gradas, era también era rock and roll en el campo. Sabía Xavi que el cuadro de Fráncfort no venía solo de paseo al Camp Nou. Se lo había advertido a sus muchachos en la ida, también para en la vuelta. “No hemos hecho una buena eliminatoria”, dijo Xavi. Araujo no fue tan comprensivo. “Es un fracaso. Queríamos ganar la Liga Europa”, resumió el central uruguayo. “Es una decepción, pero lo hemos intentado. No lo veo como un fracaso. Pero si hay fracaso que haya también aprendizaje. Esto es Europa y esto es difícil”, concluyó Xavi. Con o sin afición, con Valverde, Setién, Koeman o Xavi, no hay manera que el Barcelona despierte en Europa.
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