Gio Queiroz, exjugadora del Barcelona, denuncia que sufrió maltrato psicológico en el club
En una carta abierta al presidente Joan Laporta, la futbolista brasileña asegura que padeció “situaciones humillantes y vergonzosas”
La exjugadora del Barcelona Gio Queiroz denuncia haber sufrido “situaciones humillantes y vergonzosas”, durante el tiempo que estuvo en la entidad azulgrana (temporada 2020-21). “Estaba claro que se buscaba destruir mi reputación, minar mi autoestima, degradar mis condiciones laborales, menospreciar e infravalorar mis condiciones psicológicas”, explica la actual futbolista del Levante, de 18 años, en una carta abierta dirigida al presidente del Barça, Joan Laporta. Queiroz asegura que fue obligada...
La exjugadora del Barcelona Gio Queiroz denuncia haber sufrido “situaciones humillantes y vergonzosas”, durante el tiempo que estuvo en la entidad azulgrana (temporada 2020-21). “Estaba claro que se buscaba destruir mi reputación, minar mi autoestima, degradar mis condiciones laborales, menospreciar e infravalorar mis condiciones psicológicas”, explica la actual futbolista del Levante, de 18 años, en una carta abierta dirigida al presidente del Barça, Joan Laporta. Queiroz asegura que fue obligada por el departamento médico del club a realizar “un confinamiento ilegal” porque el club consideraba que había sido contacto estrecho de un positivo por covid. Según la brasileña, una vez acabado su encierro, se sumó a la concentración con su selección. Al regresar a Barcelona fue separada del primer equipo. “Fui acusada de haber cometido una falta grave de indisciplina”, relata Queiroz. La versión del Barcelona no coincide con la de la futbolista: “Viajó sin autorización de nadie cuando tenía que estar en cuarentena. La FIFA ya desestimó su denuncia, al igual que la compliance [departamento de control interno] del club”.
Queiroz fichó por el Barcelona en julio de 2020. Llegaba con el cartel de la futbolista más joven en la Liga Iberdrola después de dos temporadas en el Madrid C.C.F. La brasileña entrenaba con el primer equipo, pero jugaba con el filial. En total, participó en 13 partidos en el segundo equipo azulgrana. En febrero de 2021, según relata Queiroz, la jefa de servicios médicos le comunicó que había sido contacto estrecho de un positivo de covid y, por lo tanto, debía permanecer en cuarenta. “Yo intuía que los motivos eran otros y contacté con el Departament de Salut de Catalunya. La respuesta fue clara y contundente. Mi caso no podía ser considerado como contacto estrecho según el protocolo sanitario vigente”, cuenta la brasileña. Sorprendida, volvió a hablar con el departamento médico del Barcelona. “Tu caso es distinto. Fui autorizada a hacer un confinamiento especial para ti”, le respondió la galena. “Al final, me encerraron ilegalmente y no pude salir de casa. No podía entrenar ni tener una rutina normal. Estaba devastada”, explica Queiroz.
La futbolista sospechaba que, en realidad, el motivo del Barcelona para obligarla a permanecer encerrada era prohibirle que viajara a jugar con su selección. “Estaba en una buena dinámica hasta que recibí la primera convocatoria de la selección brasileña. A partir de ese momento, comencé a recibir un trato distinto dentro del club. Primero, recibí indicaciones de que jugar con la selección brasileña no sería lo mejor para mi futuro en el Barça”, relata la brasileña. “A pesar del desagradable y persistente acoso”, añade Queiroz, “no le di mucha importancia y atención al asunto. Con el tiempo, las embestidas comenzaron a realizarse a través de otros mecanismos de presión dentro y fuera del club. Me estaban acorralando de una manera abusiva para que renunciara a defender a la selección brasileña. Se utilizaron métodos arbitrarios con el claro objetivo de perjudicar mi vida profesional dentro del club”.
El Barcelona no comparte la visión de la jugadora. “La mayoría de nuestras futbolistas son internacionales. ¿Por qué nos puede afectar que una jugadora que no ha participado en ningún partido con el primer equipo viaje con su selección? Al contrario”, subrayan desde el club catalán. La situación hizo que Queiroz se marchara al Levante cuando todavía tenía un año de contrato con el Barcelona (hasta 2023). “Los abusos nacen y se desarrollan en situaciones de desequilibrio de poder y en entornos que permiten tales prácticas, mientras silencian y avergüenzan a sus víctimas. Las mujeres merecemos respeto y dignidad. Hoy quiero dar el primer paso para recuperar plenamente mi libertad y estabilidad emocional y, por eso, decidí escribir esta carta abierta. Espero que el FC Barcelona cumpla con su papel institucional y actúe de manera consecuente y transparente, investigando y denunciando los posibles delitos a las autoridades pertinentes”, concluye Queiroz en su carta publicada en Twitter.
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