El Cádiz perdona al Granada
La grada pide la destitución de Robert Moreno aunque su equipo aguantó el empate a cero con uno menos desde el minuto 33
El Cádiz dejó escapar vivo a un rival directo en la lucha por la permanencia como es el Granada. Su pobre fútbol de ataque le impidió sacar provecho a la superioridad numérica que tuvo desde el minuto 33, cuando el central local Domingos Duarte vio la roja directa por derribar a Negredo. De ganar, se hubiera colocado a un punto de la salvación, marcada por un propio Granada que es un manojo de nervios. No fue así y el equipo de Robert Moreno pudo conservar un empate que le mantiene a cuatro puntos del...
El Cádiz dejó escapar vivo a un rival directo en la lucha por la permanencia como es el Granada. Su pobre fútbol de ataque le impidió sacar provecho a la superioridad numérica que tuvo desde el minuto 33, cuando el central local Domingos Duarte vio la roja directa por derribar a Negredo. De ganar, se hubiera colocado a un punto de la salvación, marcada por un propio Granada que es un manojo de nervios. No fue así y el equipo de Robert Moreno pudo conservar un empate que le mantiene a cuatro puntos del Cádiz y del Alavés. Eso sí, la grada pidió la destitución de Moreno a pesar del valioso punto logrado en inferioridad. Los centrales Germán y Torrente estuvieron a un gran nivel para frustrar los ataques del Cádiz, que solo tuvo una doble ocasión en el minuto 69 por mediación de Negredo y luego por Iza. El resto fue un terrible y monótono ejercicio de impotencia. El Granada acumula un terrible tres de los últimos 24 puntos (ocho partidos sin ganar) y el Cádiz pierde una gran ocasión para acercarse a la permanencia. Son las conclusiones de un derbi regional muy pobre en juego y en donde sobró un gesto racista, captado por la cámara, de un aficionado con el cadista Akapo. El gesto le puede traer consecuencias al hincha, que va a ser denunciado por la Liga según comentó Gol TV.
El Granada y el Cádiz dirimieron un derbi regional marcado por la necesidad. También por el mal momento por el que pasa el Granada, un equipo en plena cuesta abajo, al que Moreno no le toma el pulso. El Cádiz está más acostumbrado a pelear en las catacumbas. Tiene muchas limitaciones y hace lo que puede después de la llegada de Sergio. El Granada es otra cosa. Un equipo con buenos jugadores, reforzado en el mercado invernal y, que, sin embargo, está absolutamente bloqueado. El resultado son actuaciones plagadas de errores individuales poco entendibles en la élite. Por más que Moreno cambie el sistema o los jugadores, si los centrales se empeñan en darle vida al rival es muy complicado ganar los partidos. A los cuatro minutos, Domingos Duarte cedía de forma peligrosa atrás. Negredo, sin velocidad pero con mucho instinto, se quedó solo ante Maximiano, que salvó de manera milagrosa su remate.
Fue el preludio de lo que ocurrió después. Por medio, un ejercicio de impotencia del Granada, traducido en una gran cantidad de imprecisiones, ante un Cádiz metido atrás. A los 33 minutos fue otro central, Germán, el que volvió a ceder atrás un balón que volvió a aprovechar Negredo. Otra vez la tendencia masoquista del Granada. Ahora Duarte no tuvo más remedio que derribar a Negredo, que se iba solo en busca del área. La roja, lógicamente, abrió un partido nuevo, a priori muy favorable para el Cádiz. También es cierto que los de Sergio les cuesta un mundo marcar. En lo que quedaba de primer tiempo, la única opción fue para el Granada en inferioridad en una gran acción individual de Collado que salvó Ledesma.
El Cádiz dominó totalmente en la segunda mitad. Su superioridad solo fue territorial, con el balón, porque apenas le creó peligro a un Granada que, al menos, tuvo la virtud de defenderse muy bien. Su ejercicio de resistencia le valió un punto muy importante. El Cádiz, a buen seguro, lamentará esta oportunidad perdida. Acumula ya su empate número 12. Es el equipo con más igualadas de Primera.
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