La reivindicación de la vieja guardia en el Barcelona
Piqué (35 años), Busquets (33) y Alba (32) pasan de estar señalados a liderar al conjunto azulgrana ante el Nápoles
Cuando el presidente del Barcelona, Joan Laporta, mandó a sus dos hombres de confianza, Mateu Alemany (director de fútbol) y Rafa Yuste (vicepresidente deportivo), Xavi Hernández ya tenía claro que era su momento para regresar al club. El técnico creía que no podía volver a dejar escapar el tren, como ya lo había hecho en dos ocasiones en 2020 (antes y después de Setién). Ni le presencia de sus excompañeros al mando del vestuario le quitaron a Xavi la idea de tomar las riendas del p...
Cuando el presidente del Barcelona, Joan Laporta, mandó a sus dos hombres de confianza, Mateu Alemany (director de fútbol) y Rafa Yuste (vicepresidente deportivo), Xavi Hernández ya tenía claro que era su momento para regresar al club. El técnico creía que no podía volver a dejar escapar el tren, como ya lo había hecho en dos ocasiones en 2020 (antes y después de Setién). Ni le presencia de sus excompañeros al mando del vestuario le quitaron a Xavi la idea de tomar las riendas del primer equipo azulgrana. Y, de entrada, advirtió: “A los veteranos son a los que más les voy a exigir porque tienen que liderar. Sé de qué pie cojean, con sus virtudes y defectos”.
La frase de Xavi en su presentación tuvo un efecto bumerán en los despachos de la Joan Gamper. “Hablaba de meritocracia y, al final, siempre juegan Piqué (35 años), Alba (32) y Busquets (33)”, se quejaba uno de los mandamases del área deportiva. El técnico seguía convencido de su trabajo, como también del rol que quería de los veteranos. El juego del Barcelona, sin embargo, no terminaba de carburar. “Los jóvenes son los que están sosteniendo al equipo en los momentos difíciles. Ellos son los que marcan las diferencias y eso es difícil de digerir”, subrayó Xavi, después del empate del Barcelona ante Osasuna en Pamplona (2-2).
Jordi Alba, mientras tanto, se defendía: “Siempre se señala a los veteranos cuando se pierde, cuando se gana es diferente. Hay veteranos en todos lados. Parece que solo los hay en el Barcelona”. Xavi apretaba a sus excompañeros durante la semana, pero los defendía en el campo. Desde que regresó al Barça, Piqué y Alba han participado de 17 de los 19 partidos; mientras que Busquets en 18. “Busi es una pieza imprescindible para nuestro proyecto”, insistía el preparador de Terrassa. En el cuerpo técnico buscaban que el Barcelona recuperara las esencias y en el vestuario no hay mejor intérprete que Busquets. Aunque mantiene el mismo porcentaje de acierto en los pases que con Koeman (88%), el pivote recupera dos balones más por partido. Con el neerlandés promedia seis por las ocho pelotas que birla con el catalán.
Pero no solo Busquets ha mejorado sus estadísticas. Alba recupera casi el doble de balones (3,4 por 6,5) y también ha elevado su presencia en el área rival. El lateral suma dos dianas y tres asistencias con Xavi por los dos pases de gol que firmó con Koeman. Piqué, en cambio, roba menos pelotas (4,9 con Xavi y 5,8 con Koeman) y marca menos goles: (uno y dos). “Tiene una lectura positiva. El equipo recupera más balones en campo contrario y Gerard no tiene que salir a buscar goles a la desesperada”, reflexionan en el cuerpo técnico.
“Hemos cambiado mucho de lo que había a lo que hay… Hay fundamentos, una base en la cual el equipo se siente cómodo”, justifica Piqué, que este jueves anotó su nombre en el marcador ante el Nápoles. “Siempre he dicho que de delantero siempre hubiera metido 15 o 20 goles por temporada”, bromeó el segundo capitán, tras su diana en el Diego Maradona. “Todos tenemos mejores y peores momentos, pero hace semanas que me encuentro muy bien físicamente”, añadió Alba, que comenzó la goleada frente al cuadro italiano. Busquets no marcó. Rara vez lo hace. Pero estuvo al servicio del equipo, siempre como la extensión de Xavi en el campo. El pivote se acercó tres veces al área técnica durante el partido para conversar con su entrenador.
Y Xavi, que llegó dispuesto a exigirles, ahora se rinde frente a sus excompañeros: “Entrenan muy bien y tienen capacidad de liderazgo. Hay un vestuario muy bueno. Han sido criticados y eso es normal en el Barça. Los he visto sufrir y los he visto cabizbajos. Supongo que ahora habrá elogios. Y por eso estoy contento por ellos”. Renace la vieja guardia y el Barcelona se levanta en Europa.
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