Odell Beckham Jr., la redención del chico rebelde de la NFL

El receptor de Los Ángeles Rams ha tenido una carrera con un exceso de altibajos: de ser la gran promesa, golpear rivales y ser despedido a disputar un Super Bowl

Odell Beckham Jr., jugador de Los Ángeles Rams, durante un partido contra Tampa Bay, en enero de 2022Kevin C. Cox (Getty Images)

El nombre de Odell Beckham Jr. pegó un salto a la fama mundial con un momento que duró apenas segundos. Era 2014 y jugaba para los New York Giants. Su compañero, Eli Manning, lanzó el balón ovalado hacia la esquina del campo. Parecía una jugada perdida. Beckham Jr. miró hacia el cielo y caminó hacia atrás pese a que tenía un rival de Dallas, Carr, que ansiaba por golpearle. Levantó el brazo derecho, se tiró de espaldas e hizo una atrapada de épica. Una imagen del fotógrafo Al Bello del instante fue galardonada con el ...

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El nombre de Odell Beckham Jr. pegó un salto a la fama mundial con un momento que duró apenas segundos. Era 2014 y jugaba para los New York Giants. Su compañero, Eli Manning, lanzó el balón ovalado hacia la esquina del campo. Parecía una jugada perdida. Beckham Jr. miró hacia el cielo y caminó hacia atrás pese a que tenía un rival de Dallas, Carr, que ansiaba por golpearle. Levantó el brazo derecho, se tiró de espaldas e hizo una atrapada de épica. Una imagen del fotógrafo Al Bello del instante fue galardonada con el World Press Photo.

El receptor estadounidense ha tenido una agitada carrera en el fútbol americano. Fue la estrella en la división universitaria con Lousiana State University, donde le valoran como “uno de los jugadores más dinámicos” en la historia de la universidad y resaltan una de sus cualidades: “Anotaba cada vez que tocaba el balón”. En 2014 fue fichado por los Giants. Las estadísticas y el desempeño individual empezaba a dotarle de una gran reputación hasta que empezaron los problemas. En 2015, se fue a los golpes con Josh Norman, de los Panthers de Carolina, durante un partido e incluso, Odell Beckham Jr. le propinó un cabezazo, algo totalmente prohibido en la NFL. En 2016, el equipo de Nueva York regresó a los playoffs tras cuatro años de no conseguirlo. Un día antes de su partido, el jugador se fue con otros compañeros de viaje en un yate. Al otro día, los Giants perderían frente a Green Bay.

La icónica atrapada de Odell Beckham Jr., el 23 de noviembre de 2014, durante un Giants-Cowboys.Al Bello (Getty Images)

Beckham Jr., con ningún parentesco con David Beckham, también coleccionó momentos bochornosos con la red de pateo, algo que se convirtió en una burla en la liga. En 2019, la situación del receptor con los Giants era insostenible por problemas en los vestuarios. “Este no fue un movimiento de negocios”, reprochó cuando le vendieron a los Cleveland Browns, uno de los peores equipos de la liga. “Esto fue personal. Pensaron que me enviarían aquí para morir”, agregó. Ya como jugador de los Browns empezó a recuperar un poco de su prestigio. Durante un partido contra los Titans, Odell Beckham Jr. rompió el reglamento de la NFL por jugar con un reloj de 350.000 dólares. “Todavía lo estaré usando. Del mismo modo en que lo llevo a todas las prácticas, cuando vengo aquí, voy allá, lo he estado usando. Me baño con él. Simplemente lo traigo puesto”, contestó.

En su primer año con los Browns, al wide receiver . no le fue bien, acusó problemas en la espalda y brazos. En 2020, los Browns levantaron el orgullo y se metieron a los playoffs. Vencieron a los favoritos Steelers, pero después cayeron frente a Kansas City. Pese a eso, fue un buen año. Y, en un giro radical en su carrera, Beckham Jr. fue despedido de Cleveland debido a un vídeo en el que su padre criticaba que el quarterback Baker Mayfield no le pasaba deliberadamente el balón a su hijo.

Sin equipo, Beckham Jr. fue disputado por Kansas City y Green Bay, pero fue contratado por los Rams. El plan inicial en 2021 era que fuera el sustituto de Robert Woods, pero este se lesionó y le abrió la puerta. Gracias a una buena comunión en la franquicia de Los Ángeles, el polémico receptor recuperó el brillo y aportó a la ofensiva para tomar por asalto el Super Bowl. En postemporada, ha recibido el balón en 19 ocasiones y con 236 yardas recorridas. La redención se puede completar si, a lado de los suyos, logra vencer a los Cincinnati Bengals, que nunca han ganado un Super Bowl.

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