El Seis Naciones 2022 recupera los decibelios
Francia parte como favorita y Escocia como gran aspirante en un torneo que devuelve la liturgia a los estadios
La liturgia de los himnos ha brindado a muchos neófitos una invitación de entrada al rugby. Porque estremece escuchar a 40.000 escoceses entonar a capela la segunda estrofa del Flower of Scotland. Con esos acordes y estadios con público, pero con restricciones, regresa este sábado el Seis Naciones. Y los escoceses, hambrientos de gloria, evocarán con sus cánticos al ejército de Eduardo en la visita de los ingleses a Murrayfield (17.45, Movistar Deportes). El torneo lo estrenarán antes (15.15) Irlanda y Gales en Dublín. Francia, que debuta el domingo ante Italia, es la favorita tras qued...
La liturgia de los himnos ha brindado a muchos neófitos una invitación de entrada al rugby. Porque estremece escuchar a 40.000 escoceses entonar a capela la segunda estrofa del Flower of Scotland. Con esos acordes y estadios con público, pero con restricciones, regresa este sábado el Seis Naciones. Y los escoceses, hambrientos de gloria, evocarán con sus cánticos al ejército de Eduardo en la visita de los ingleses a Murrayfield (17.45, Movistar Deportes). El torneo lo estrenarán antes (15.15) Irlanda y Gales en Dublín. Francia, que debuta el domingo ante Italia, es la favorita tras quedarse a las puertas en las dos últimas ediciones.
Siempre a la sombra del hemisferio sur, ganador de ocho de los nueve Mundiales disputados, el norte vive un buen momento. Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda cayeron el mismo fin de semana –en noviembre– ante rivales del norte por primera vez desde 2002. Francia, que no gana el torneo desde 2010, quiere hacerse con el timón de cara al Mundial que organizará el próximo año. Es su momento para seguir la alternancia: no se repite ganador desde 2017, con Irlanda, Gales e Inglaterra pasándose el testigo.
Gales, una mermada defensora del título
Un sinfín de lesiones –George North, Leigh Halfpenny, Ken Owens, Justin Tipuric y Josh Navidi– lastra la candidatura de Gales para revalidar entorchado, pero los antecedentes aconsejan no infravalorar su orgullo. Wayne Pivac deberá hacer encaje de bolillos; por ejemplo, alinear a Josh Adams, pichichi del Mundial en el puesto de ala, como centro. La esperanza está en la delantera, con la emergencia de Adam Beard y el esperado regreso del gladiador Alun Wyn Jones. Puede que Gales no revalide título, pero Cardiff, que recibirá a Escocia y Francia, puede decidir el campeón.
Francia quiere reinar
El XV del Gallo parece haber resuelto su gran dilema: la relación entre la federación y los clubes. El nuevo acuerdo permite a Fabien Galthié elegir entre 42 jugadores cada semana. Como todas las selecciones, ha tenido un buen número de positivos, pero el grueso ha sanado a tiempo. El bloque subcampeón en las dos últimas ediciones –doblegó a Nueva Zelanda en noviembre– se mantiene con el mejor medio-melé del mundo, Antoine Dupont, y un sinfín de jóvenes descarados como el zaguero Melvyn Jaminet. El calendario sonríe, con Inglaterra e Irlanda en casa. Los viajes a Cardiff y a Edimburgo, donde sucumbió en 2020, son su gran amenaza.
Irlanda vuelve a los orígenes
Tras decepcionar en el último Mundial, Irlanda apuesta por el poderío de su delantera, que a tantos rivales ha arrasado. La imponente victoria en otoño ante los All Blacks fue un chute de autoestima para un equipo necesitado de ella. Su éxito en el torneo y en el próximo Mundial dependerá del cambio generacional: del servicio que aún presta la generación saliente, representada en el apertura Jonny Sexton, y hasta qué punto los jóvenes como el ala Hugo Keenan, que vive una explosión tardía, pueden hacerse con los galones.
Escocia, de sorpresa a candidata
Solo Escocia puede no llevarse un Seis Naciones después de haber ganado en Londres y París. Capaz de lo mejor y de lo peor, el XV del Cardo demostró hechuras para llevarse el título, una alegría esquiva desde 1999. Bajo esos cimientos, este debe ser su año. Gregor Townsend ha hecho grupo pese a las fricciones con Finn Russell, su 10 diferencial. Y Stuart Hogg, el gran playmaker, ha abrazado la madurez desde la capitanía. Este debe ser su momento, con franceses e ingleses obligados a pasar visita a Murrayfield. Escocia se siente cómoda sorprendiendo; ahora le toca rendir como candidata sólida.
Una Inglaterra desconocida
El XV de la Rosa, la continuidad por excelencia en los últimos años, afronta su torneo más incierto. Eddie Jones, cuestionado tras terminar en quinto lugar en 2021, tiene en su plantilla a 16 jugadores sin experiencia en un Seis Naciones. Owen Farrell, su capitán y apertura titular en cada duelo que ha dirigido en el torneo desde 2016, está descartado tras operarse de un tobillo. Y la trasera es un interrogante, con las esperanzas puestas en Marcus Smith –un apertura valiente de origen filipino de 22 años– y Freddie Steward, zaguero de 21. La delantera también tiene bajas, pero el torneo de los ingleses dependerá de su fortaleza en las trincheras, con Alex Dombrandt como figura emergente en la tercera junto a Tom Curry, nuevo capitán.
El agujero de Italia
Italia puede esgrimir mejoras, tanto en su juego –menos previsible– como en su cantera, pero sus rivales mejoran más deprisa. La diferencia física en el tramo final de los partidos desarbola a una selección que suma 32 derrotas seguidas en el torneo, desde que ganara en 2015 en Edimburgo. No falta talento, como demuestra el rendimiento de Paolo Garbisi en Montpellier, uno de sus muchos jóvenes descarados, pero faltan cimientos. Sigue el dilema irresoluble: Italia no puede competir con el resto, pero tampoco hay nadie detrás en el continente (Georgia) que pueda discutir su asiento como sexto comensal de la mesa.
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