La fábula de Osasuna
Braulio Vázquez, director deportivo del club navarro, rival este miércoles del Madrid, razona por qué su equipo, con 11 canteranos, ha ganado los cuatro partidos que ha jugado fuera
Osasuna se aposenta este miércoles en el Bernabéu (21.30, Movistar) con la etiqueta de equipo revelación del Campeonato y con el aval de ser el que más victorias ha conseguido fuera de casa en las cinco grandes Ligas europeas: cuatro de cuatro. Cádiz (2-3), Alavés (0-2), Mallorca (2-3) y Villarreal (1-2).
La ejemplar fábula de este Osasuna que ahora compite entre los mejores, sin olvidar que su objetivo primordial es la permanencia, comenzó varios años atrás. En la tempora...
Osasuna se aposenta este miércoles en el Bernabéu (21.30, Movistar) con la etiqueta de equipo revelación del Campeonato y con el aval de ser el que más victorias ha conseguido fuera de casa en las cinco grandes Ligas europeas: cuatro de cuatro. Cádiz (2-3), Alavés (0-2), Mallorca (2-3) y Villarreal (1-2).
La ejemplar fábula de este Osasuna que ahora compite entre los mejores, sin olvidar que su objetivo primordial es la permanencia, comenzó varios años atrás. En la temporada 2017-18 con su vuelta a Primera y desde el punto de vista puramente futbolístico coincide con la llegada al club en el cargo de director deportivo de Braulio Vázquez, que antes había ejercido como tal en el Valencia (2010-13) y en el Valladolid (2014-17). Él fue quien fichó como entrenador a Jagoba Arrasate y entre los dos se pusieron manos a la obra.
Desde la prudencia y con la boca pequeña, Braulio analiza cómo se ha gestado la actual situación. “No podemos estar más orgullosos de nuestro trabajo: el estadio nuevo, el equipo en posiciones altas, 20.000 socios y una afición que nos empuja cada día para ser mejores. Desde que subimos a Primera (2018-19) llevamos la misma política. Contamos con la base sólida del ascenso y cada año incorporamos tres-cuatro piezas. No fichamos mucho. El primer año quedamos décimos sin perder la identidad que nos había servido para subir. Esta temporada, cinco incorporaciones. Un fichaje, Budimir, por quien pagamos ocho millones, el traspaso más caro en la historia del club; dos jugadores libres, José Ángel Coté y Kike García, y dos cedidos, Manu Sánchez, que ya estaba el año anterior, y Ontiveros”.
Braulio tiene clara la filosofía de trabajo y así la explica. “Hemos asentado un bloque en el que priman los canteranos, tenemos once en la primera plantilla. Hemos podido renovar al talento que antes se nos iba rápido. A Moncayola, 10 años, a David García, cinco, y otros jóvenes recién subidos, como Javi Martínez. Solo tenemos tres extranjeros: Brasanac (serbio), Budimir (croata) y Chimy Ávila (argentino). Creo en los extranjeros que ya conocen nuestra Liga. No me arriesgo con gente que llegue de nuevas. Entre que tengo poco dinero y que busco una adaptación rápida, prefiero la seguridad de alguien conocido. No puedo fallar en los pocos fichajes que hago. El coste de nuestra plantilla es de 46 millones. Hasta Budimir, nuestro fichaje más caro había sido Rubén García, 3,5. Nuestra segunda unidad son casi todos canteranos o jugadores de un perfil económico bajo. Nuestro cuarto punta, por ejemplo, Barbero, no llega a los 100.000 euros. Lo pongo como un ejemplo real”.
El estilo de juego del equipo es cuestión del técnico, Jagoba Arrasate, y Braulio quiere añadir que está totalmente identificado con los gustos de la afición. “A nuestra gente no le gustan los partidos cerrados, ni tácticos. Quiere frenesí. Ida y vuelta. Hacer ese juego a veces nos pasa factura. Contra el Valencia perdimos 1-4 por querer ir demasiado arriba. Nos cuesta medirnos. Vamos y vamos, aunque el partido no nos lo pida. La gente nos impulsa a ir. Se pone cachonda con tres córners seguidos. Fuera de casa sacamos tan buenos resultados porque medimos un poco más el riesgo. No es casualidad haber ganado los cuatro. En total, hemos vencido en cuatro a partir del minuto 85. Y no es casualidad, vamos a por los partidos hasta el final. Tenemos bastante fe, competimos casi siempre, aunque perdamos. En las malas, incluso, nos unimos más. Los perfiles de nuestros jugadores están muy marcados. Kike García, que acaba de llegar, es dios en Pamplona porque reúne los valores que pide la sociedad, sobre todo curro, trabajo. Eso no es negociable en Osasuna. Se valora más una carrera de 40 metros para defender que un caño. Buscamos jugadores que en ese sentido no nos pueden fallar”.
Tácticamente Osasuna se adapta a varios dibujos, dependiendo del partido y del rival, pero el predominante es el 4-1-4-1. Contra el Villarreal jugó con tres centrales, aunque no es una ocupación de los espacios que le guste demasiado a su entrenador. Su punto fuerte radica en el centro del campo y sus principales virtudes se reflejan en las estadísticas. Es el equipo con más posesión en campo contrario (37,7%), por delante del Barcelona (34,4) y la Real Sociedad (33,9) y el tercero con más recuperaciones, también en terreno rival. Su juego de ataque es marcadamente perpendicular. Sin posesiones largas, carga el área enemiga con muchos hombres en posición de remate. Domina el juego aéreo en las dos áreas.
Su director deportivo intenta evitar equívocos. “Que tengamos ese fútbol directo no debe ocultar nuestras virtudes. Llevamos 14 goles a favor, que son muchos, y generamos muchas ocasiones. No es justo decir que pegamos el pelotazo y ya está. No somos eso. Nuestras transiciones son el último tercio del campo, sí, pero somos el equipo que más centra en toda la Liga y desde todas las alturas. Somos de laterales altos que centran como los ángeles y nuestros centrocampistas son de área a área, los recorridos de Brasanac y Moncayola son terribles, porque es lo que le gusta a Jagoba. Torró nos da el equilibrio. Apretamos muy alto. No es normal que un equipo menor vaya tan arriba a presionar. Achicamos mucho, no nos metemos el culo atrás. Arriesgamos”.
Lo normal es que, en el Bernabéu, Arrasate haga cambios. Siempre que el equipo tiene tres partidos en una semana, lo hace. Y el encuentro siguiente, además, es contra el Sevilla. Hace dos años en el Bernabéu cambió siete jugadores en relación al partido anterior y la temporada pasada en el Di Stéfano, ocho. A Jagoba le gusta tener a toda la plantilla enganchada. Valora la meritocracia de los entrenamientos y el buen momento de forma de cada jugador.
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