João Félix y Griezmann, encaje de bolillos para Simeone
El entrenador del Atlético busca cómo dar carrete a la vez al luso, ya recuperado de la lesión en el tobillo derecho, y al galo, la última gran apuesta del club
Si hay un futbolista en el Atlético al que de primeras parecía afectar de manera más directa el regreso de Antoine Griezmann es a João Félix. La utilización que Diego Pablo Simeone ha hecho de ambos hasta el momento corrobora esa primera impresión de una posible com...
Si hay un futbolista en el Atlético al que de primeras parecía afectar de manera más directa el regreso de Antoine Griezmann es a João Félix. La utilización que Diego Pablo Simeone ha hecho de ambos hasta el momento corrobora esa primera impresión de una posible competencia directa. Hace una semana en Cornellà, ante el Espanyol, el delantero francés entró en el once titular y fue reemplazado a la hora de juego por el luso. El miércoles, ante el Oporto, la secuencia fue a la inversa. “Absolutamente pueden jugar juntos y con el tiempo coincidirán en el campo”, zanjó con parquedad este viernes Simeone cuando fue preguntado por el reparto de minutos que ha hecho entre ambos jugadores en los dos primeros partidos. Este sábado, en el Metropolitano, contra el Athletic (16.15, Movistar LaLiga), se comprobará si el Cholo mantiene la idea de los primeros dos partidos de no mezclarlos en el campo.
Intervenido del tobillo derecho este verano, sin el fichaje de Griezmann en el horizonte, los planes previos de Simeone y del club con João Félix consistían en una reintegración pausada que le permitiera recuperar el nivel exhibido en la primera parte de la temporada pasada. Tras los 127 millones de euros pagados al Benfica, esta tercera campaña como rojiblanco se antojaba crucial. Tanto el club como el entrenador estaban en sintonía para cuidar la inversión más cara de la historia del Atlético. Con la llegada de Griezmann la competencia existente puede dificultar sobremanera la participación de la esperanza portuguesa. La dirigencia rojiblanca se negó a utilizarle como moneda de cambio en la operación retorno del delantero francés que ni al futbolista, ni a su agente, Jorge Mendes, les disgustaba. Una falta de minutos mayor de lo deseable podría reactivar la salida del jugador en el mercado invernal ya sea al club azulgrana o a otro equipo de relumbrón que sea de su agrado.
Si la primera temporada de João Félix fue dura por tener que soportar el habitual régimen cuartelero de entrenador y compañeros con los recién llegados, la pasada lo fue aún más pese a su alto rendimiento hasta el mes de noviembre. Las molestias en el tobillo derecho que se iniciaron en los últimos minutos del encuentro contra el Bayern de Múnich disputado en el Metropolitano (1-1) terminaron por degenerar en una molesta y compleja lesión. Con el marcador igualado, el cambio, a falta de cinco minutos, resultó extraño porque estaba siendo el mejor del equipo. La articulación ya había padecido un edema óseo el curso anterior. Los dolores de la noche contra el Bayern dieron paso a un calvario que se acrecentó con otro golpe fuerte en la zona en el partido de Copa ante el Cornellà y una posterior entrada del bético Mandi, ahora en el Villarreal.
Desde ese primer percance ante el campeón alemán, nunca terminó por recuperarse João Félix. El club y Simeone trataron de ocultar los problemas que arrastraba por temor a que los rivales buscaran el contacto sobre el dolorido tobillo. Preguntado el entrenador por si las primeras suplencias que encadenó João Félix respondían a sus problemas en el tobillo respondió que no tras mostrarse un tanto nervioso ante la cuestión. Ni el reposo, ni los tratamientos con láser daban resultado. Las continuas molestias terminaron por mermar el rendimiento del delantero luso. Ofreciendo su mejor versión como estaba y con el Atlético lanzado a por el título de Liga las ganas del futbolista por no caerse del equipo y de Simeone por no perderle derivaron en alineaciones muy medidas en momentos y minutaje.
“Hago lo que puedo”
Su representante llegó a alarmarse porque pensaba que se estaba poniendo en riesgo el futuro del jugador. “Un poco de João es mucho”, explicaba Simeone de puertas hacia adentro. El empeño de técnico y jugador por disputar lo que fuera posible deparó algunas malas actuaciones. En una de las últimas, en Elche (0-1), el portugués tuvo que escuchar de uno de los pesos pesados del vestuario que mejor que no jugara. A lo que João Félix respondió: “Hago lo que puedo”. Recientemente, en unas declaraciones a los medios del club, recalcó el esfuerzo realizado: “Fue difícil, nunca es fácil jugar cuando no estás bien, pero lo hacía por mi voluntad de ayudar al equipo”.
Su afán por disputar la Eurocopa retrasó la operación a la que fue sometido tras la eliminación de Portugal. Aunque desde el inicio de la pretemporada percibió que los dolores habían desaparecido, los servicios médicos del club optaron por el conservadurismo en los tiempos de reaparición hasta después del primer parón de selecciones. Consumada su vuelta con media hora en Cornellá y una hora ante el Oporto, ahora está por ver si este es el año definitivo de su explosión como desean él mismo, el entrenador, el club y su representante.
Koke y Lemar son baja y posible cambio de sistema
A última hora, Koke se cayó de la lista de convocados de Simeone por una elongación muscular y será baja para una semana. Su lesión se suma a los problemas musculares por los que Thomas Lemar fue reemplazado el pasado miércoles ante el Oporto a la media hora de juego, diagnosticados el jueves como “lesión muscular sin evidencias de rotura”. La baja estimada para el francés es de una semana a diez días, por lo que se perderá el duelo de este sábado con el Athletic, el del martes en Getafe y el del próximo sábado en Vitoria contra el Alavés. Podría reaparecer en el crucial duelo en el que se ha convertido el partido con el Milan en San Siro tras el empate en casa en el estreno de la Champions. De no estar tampoco para ese encuentro, se le espera para la visita del Barcelona cuatro días más tarde.
Las bajas de Koke y Lemar le abren varias posibilidades a Simeone. Una de ellas, darle la titularidad a Rodrigo De Paul como volante. Otra es aprovechar ese hueco para a Griezmann o João Félix y que uno de los dos ocupara un puesto en la delantera. Sería una manera de hacer coincidir al francés y al luso, algo que hasta ahora no ha sucedido.
También está por ver si, sin Lemar, Simeone mantiene la defensa de tres centrales de inicio o si sale con el 4-3-3 que introdujo para mejorar el control de los partidos en el segundo tiempo, como hizo contra el Espanyol y el Oporto. En ambos encuentros, el centro del campo fue superado en los primeros 45 minutos. “Tuvimos partidos con momentos muy buenos, como en Vigo, el del Villarreal, el segundo tiempo ante el Espanyol, momentos con el Elche y el Oporto… Necesitamos, como todos, regularidad. Es lo más difícil cuando empiezan las competiciones”, explicó este viernes Simeone, que ve en el Athletic un rival complejo. Marcelino siempre le ha complicado la vida con cualquiera de los equipos que ha dirigido (Sevilla, Valencia, Villarreal y ahora Athletic). “Hacen una fuerte presión alta, pero baja cuando tiene que serlo, tienen contragolpe y un fútbol muy dinámico”, dijo Simeone.
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