El rescate de Nilofar Bayat, de Kabul a Torrejón
La capitana de la selección afgana de baloncesto en silla de ruedas llega a España con su marido y otros 108 refugiados transportados por el Ejército
Nilofar Bayat está en España. La capitana de la selección afgana de baloncesto en silla de ruedas, que había pedido ayuda para salir de su país, escapó de las garras de los talibanes, especialmente crueles con las mujeres y más si tienen una posición relevante o destacan en cualquier faceta.
Ayer a las 20.30 horas, el avión que la trasladaba desde Dubái, junto a su marido y a otros 108 refugiados afganos, tomó tierra en el aeropuerto de Torrejón. No era el mismo aparato en el que habían salido de Kabul, sino una aeronave comercial que abordaron en el emirato.
Dos horas antes, a l...
Nilofar Bayat está en España. La capitana de la selección afgana de baloncesto en silla de ruedas, que había pedido ayuda para salir de su país, escapó de las garras de los talibanes, especialmente crueles con las mujeres y más si tienen una posición relevante o destacan en cualquier faceta.
Ayer a las 20.30 horas, el avión que la trasladaba desde Dubái, junto a su marido y a otros 108 refugiados afganos, tomó tierra en el aeropuerto de Torrejón. No era el mismo aparato en el que habían salido de Kabul, sino una aeronave comercial que abordaron en el emirato.
Dos horas antes, a las 18.18, el vuelo UX821 de Air Europa, sobrevoló por primera vez, desde su salida del aeropuerto internacional de Dubái, territorio continental europeo. Pasó a 42.975 pies de altura —13 kilómetros—, de la localidad calabresa de Rocella Ionica. Superadas las incomodidades lógicas del avión militar que trasladó a las 110 personas recogidas por el Gobierno español en Kabul, los pasajeros que trataban de huir de los talibanes, disfrutaron de sus primeros minutos sobre el espacio aéreo de la Unión Europea a bordo de un Boeing 787 Dreamliner, con capacidad para 250 personas.
Entre los viajeros figuraba Nilofar Bayat, la capitana de la selección afgana de baloncesto en silla de ruedas, que unas horas antes, detrás de una mascarilla y junto a su marido Ramish, se hizo unas fotografías dentro del avión militar español y se las envió a Antonio Pampliega, el periodista que ha activado el operativo para poder rescatar a la deportista y a otras personas con las que coincidió durante sus tareas informativas en Afganistán. “Estoy muy contento por ellos”, reconoce el reportero, que estuvo casi 300 días secuestrado por Al Qaeda en 2016. “Ahora nos queda poder sacar a otras dos familias de allí”.
Fue Pampliega quien traslado a Nilofar la posibilidad de jugar en el equipo bilbaíno que le ha ofrecido un puesto en su plantilla, aunque las circunstancias de sus comunicaciones, mientras la deportista aguardaba la posibilidad de embarcar en uno de los aviones fletados por España, no le permitieron profundizar demasiado en el asunto. “Aquí ha colaborado mucha gente”, apunta el periodista desde Lisboa, “y hay que agradecer la disposición de todos para colaborar y traer a estas personas. Ojalá pudiéramos hacer lo mismo con muchas otras”.
El club de los “pasajeros”
En Bilbao y en Tokio también siguieron con expectación los avatares de Nilofar los responsables del club Bidaideak Bilbao. El presidente, Txema Alonso, desde la capital de Japón, donde acude a los Juegos Paralímpicos; el resto del club, cuyo nombre traducido al castellano, “pasajeros”, suena muy acorde con la condición de la deportista afgana y de cualquier refugiado del mundo, están a la espera de saber si aceptará la oferta de asentarse en la capital vizcaína, donde le ofrecen un sitio en el equipo y un lugar en el que vivir. “Ahí está nuestra propuesta en firme. Ya lo comenté, no lo dudamos ni un momento en cuanto conocimos la situación de Nilofar”, asegura Alonso. El Bidaideak masculino es el actual campeón de la Liga española de baloncesto en silla de ruedas.
A las 19.32 horas, el avión fletado por el Gobierno, sobrevoló por primera vez el territorio español. Desde las ventanillas se podía ver la costa oriental de Menorca y los edificios de Mahón. Nilofar estaba punto de llegar a su hogar de acogida. En la Sierra Calderona, el comandante comenzó las maniobras de aproximación a Torrejón, a media tarde, mientras caía el sol que en Kabul se había puesto ya horas antes. Casi a pie de la escalerilla, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, habló con algunos de los viajeros, entre ellos con Nilofar Bayat. Conocía su condición de jugadora de baloncesto y le apuntó que sabía que tenía la oferta de un equipo para jugar. La deportista le dio la mano: “Encantada de conocerle”, y le presentó a su marido. Luego, junto al resto de los refugiados afganos que llegaron a Madrid, pasó a las instalaciones que ha montado el Ejército de Aire y la Unidad de Emergencias, donde pasó las pruebas de la covid y diversos trámites. Poco después de su llegada, el secretario de Estado para el Deporte, José Manuel Franco, le daba la bienvenida a España a través de un tuit: “Llega a España el segundo avión con 148 evacuados. Entre ellos, Nilofar Bayat, capitana del equipo de baloncesto en silla de ruedas, ejemplo en el mundo del deporte. ¡Bienvenidos!”.
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