Cádiz y Celta se acercan a la meta
Tablas en el Carranza en un duelo que confrontó estilos y que se jugó presidido por una gran pancarta en la que el equipo andaluz se manifestaba en contra del racismo
Sumaron Cádiz y Celta, que están en la recta final hacia la permanencia. Quizás incluso hayan llegado a la meta, vista la distancia y la cantidad de rivales que les separa de la zona roja. Empataron y confrontaron estilos para mostrar que al fútbol se puede jugar y rendir desde cualquier libreto. Faltó el gol, pero tampoco sobraron opciones como para festejar alguno, las más claras las firmó un lateral, Hugo Mallo, al que le anularon uno antes del d...
Sumaron Cádiz y Celta, que están en la recta final hacia la permanencia. Quizás incluso hayan llegado a la meta, vista la distancia y la cantidad de rivales que les separa de la zona roja. Empataron y confrontaron estilos para mostrar que al fútbol se puede jugar y rendir desde cualquier libreto. Faltó el gol, pero tampoco sobraron opciones como para festejar alguno, las más claras las firmó un lateral, Hugo Mallo, al que le anularon uno antes del descanso y más tarde, en la última acción del partido, pudo marcar con un testarazo que se fue a centímetros del marco.
El Celta juntó pases, el Cádiz esperó replegado y gustoso porque sabe controlar los partidos sin gestionar la pelota. Claro que eso ante un rival con un variado catálogo ofensivo también es un riesgo porque además el Celta batalló contra su tendencia a la horizontalidad y mezcló la combinación con la finalización, ensayó el disparo desde larga distancia y por ahí encontró una veta para molestar al rival. Nolito y, dos veces, Tapia avisaron en esa suerte mientras el Cádiz cerraba espacios.
El cuadro amarillo se fió a una de sus fortalezas, la de agruparse frente a su área y buscar el espacio tras recuperar la pelota. Y, como cualquier equipo que se enfrenta al Celta, sabe que los centros al área puede hacer daño. Una sucesión de ellos propició un remate de Malbasic al larguero cuando se transitaba hacia el ecuador de la primera parte. El Celta se dio por avisado y trabajó por los flancos para impedir que el Cádiz le cruzase más balones. Y se ajustó en ataque para manejarse entre la maraña local. Le faltó al equipo que prepara Chacho Coudet encontrar más caminos hacia Iago Aspas, que no participó tanto como acostumbra.
Otros tomaron el relevo. Nolito estuvo especialmente activo, una conexión suya con Hugo Mallo acabó en gol, pero el videoarbitraje trazó líneas y encontró medio hombro en posición ilegal. En un partido tan cerrado cualquier oportunidad que se iba al limbo equivalía a un tesoro que se escapaba. El paso de los minutos matizó todo y lo tiñó de agonía. El Cádiz, que se pasó todo el partido corriendo tras el rival, tapió su zaga aún más. Al Celta la pelota le empezó a correr menos. Pudo marcar en un remate de Brais Méndez en el primer palo, pero el meta Ledesma respondió con solvencia.
Todo decayó y el punto, a medida que se avanzaba hacia el final, empezó a parecer bueno para ambos. El partido acabó con la clara ocasión de Hugo Mallo que pudo darle el triunfo al Celta, pero también lo hizo con las piernas pesadas, romo, espeso y presidido, en todo momento, por una enorme pancarta que cubría uno de los graderíos del Ramón de Carranza y que explicaba, en inglés, que el Cádiz siempre está contra el racismo.
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