El Perfumerías Avenida alcanza la Final Four de la Euroliga tras superar al Uni Girona

El conjunto salmantino se impone a su rival con un alarde defensivo (71-65) y sellá su regreso a la élite continental 10 años después de su conquista en la edición de Ekaterimburgo 2011

Las jugadoras del Perfumerías Avenida celebran el pase a la Final Four de la Euroliga. fiba

El Perfumerías Avenida selló el pasaporte a la Final Four de la Euroliga femenina, que se jugará del 16 al 18 de abril, tras derrotar por segunda vez en tres días al Uni Girona. El conjunto salmantino no necesitó recurrir a la renta de ocho puntos lograda el miércoles y se impuso de nuevo a su rival con un alarde defensivo (71-65). Tiffany Hayes, Emese Hof, Maite Cazorla y Silvia Domínguez guiaron el r...

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El Perfumerías Avenida selló el pasaporte a la Final Four de la Euroliga femenina, que se jugará del 16 al 18 de abril, tras derrotar por segunda vez en tres días al Uni Girona. El conjunto salmantino no necesitó recurrir a la renta de ocho puntos lograda el miércoles y se impuso de nuevo a su rival con un alarde defensivo (71-65). Tiffany Hayes, Emese Hof, Maite Cazorla y Silvia Domínguez guiaron el regreso del equipo castellano a la élite continental 10 años después de su conquista en la edición de Ekaterimburgo 2011. Con aires de desquite de la semifinal de Copa y el impulso de los 700 fieles de la marea azul que se hicieron notar en las gradas del pabellón Würzburg, el Avenida culminó el reto. Su rival en semifinales será el Sopron húngaro que hizo valer su ventaja ante el Lyon francés. En el otro lado del cuadro pelearán por la final el Ekaterimburgo y el Fenerbahçe, con Miguel Méndez y Víctor Lapeña en los banquillos. Ambos completan junto a Roberto Íñiguez la terna de entrenadores españoles en la cita por el trono. El Valencia Basket se suma al impulso del baloncesto femenino nacional y disputará también la Final Four de la Eurocup (del 9 al 11 de abril).

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Hace 10 años, en 2011, después de cuatro títulos consecutivos del Spartak de Moscú, el entonces Halcón Avenida tocó el cielo continental con la conquista de la Euroliga en Ekaterimburgo, con Alba Torrens como mvp a sus 21 años y Lucas Mondelo en el banquillo. El baloncesto femenino español ponía fin a casi dos décadas donde el palmarés a nivel de clubes había sido un páramo. Desde que el Dorna Godella se proclamara campeón dos veces consecutivas, en 1992 y 1993, ante Dinamo Kiev y Como respectivamente (a la estela del impulso olímpico y del oro de Perugia), ningún equipo español había logrado el título. La apoteosis llegó al año siguiente, en 2012, con la final entre el Ros Casares y el Rivas Ecópolis, en la que el lujoso proyecto valenciano alcanzó la cuarta corona española, la última hasta la fecha. Después, Alba Torrens inició su periplo emigrante en Turquía y Rusia para agrandar su palmarés con cuatro Euroligas más (tres con el Ekaterimburgo y una con el Galatasaray), el proyecto del Ros se vino abajo y el baloncesto de clubes en España entró en crisis y depresión mientras, paradójicamente, la selección se lanzaba a coleccionar medallas rompiendo todos los techos.

En la Final Four del próximo mes, en una sede aún por definir, Alba Torrens intentará alcanzar los seis títulos de la mítica estadounidense Diana Taurasi, la plusmarquista del torneo. Antes del duelo entre Perfumería y Girona quedó definida la primera semifinal, la que disputarán el Ekaterimburgo de Torrens y Miguel Méndez —que arrasó al Kurs con un balance de +48 (80-67 y 94-59)— contra el Fenerbahçe de Laura Nicholls y Víctor Lapeña —que resistió el empuje del Galatasaray en el derbi turco, de nuevo con Alina Iagupova al frente, y salvó la eliminatoria gracias a los 17 puntos de renta del primer partido (91-74), a pesar de caer en el segundo (61-71)—. Pulso entre entrenadores españoles. El Ekaterimburgo acumula tantos títulos como Torrens, cinco, los mismos que el Primigi Vicenza italiano (que dominó el palmarés en la década de los 80) con el que comparte el podio. A años luz queda el histórico Daugawa de Riga soviético, gobernador del torneo con 18 títulos en las primeras 24 ediciones, de 1959 a 1982.

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Dentro de cuatro semanas será el Perfumerías Avenida el equipo que pelee por escribir su historia después de completar un partido firme, con una defensa de museo ante el Uni Girona. Los dos contendientes afianzaron la retaguardia para ir domando el miedo. El Avenida guiado por el doble motor formado por Silvia Domínguez y Maite Cazorla, con Emese Hof encargándose de la intendencia de puntos. El Girona, resistiendo la embestida rival con Julia Reisingerova apuntalando el fortín (18-15, m. 10). Partían las anfitrionas de la burbuja con ocho puntos de renta del partido del miércoles (66-74), pero salieron sin mirar el retrovisor, con más tensión y mejor fluidez que el equipo catalán. Un triple de Leo Rodríguez elevó la renta local a otro +8 (23-15, m. 12), aunque la efervescencia tardó en marcar tendencia. Desde la paciencia, el Girona alcanzó la concentración que buscaba, quitó el tapón en ataque y firmó un contundente reenganche. Frida Eldebrink (11 puntos en sus 12 minutos en pista en la primera mitad) y Giedre Labuckiene se desataron de cara al aro y construyeron un parcial de 2-17 que volteó el marcador (25-32, m. 18). No tembló el Salamanca, que salvó el delicado momento con el paso al frente de Domínguez y Cazorla (32-34, m. 20). Ahí estuvo la clave.

En la reanudación emergió de nuevo Emese Hof y su duelo con Frida Eldebrink marcó el equilibrio en el tercer cuarto. En ese tramo, el Girona tuvo el coraje de resistir los latigazos de Cazorla y Hayes desde el triple, pero fue incapaz de armar la carga que necesitaba para la remontada (54-52, m. 30). Con Laia Palau, Adaora Elonu y Sonja Vasic controladas por la defensa salmantina fue María Araujo la que evitó la rendición anticipada de su equipo. El reto era mayúsculo: vencer el último cuarto por 10 puntos. No lo permitió la voraz defensa del Avenida, que solo concedió una canasta en los seis primeros minutos de ese acto final. Con la pausa de Silvia Domínguez y el empuje de Maite Cazorla, el conjunto de Roberto Íñiguez selló su regreso a la élite europea.

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