Todo o nada para el Atlético en Salzburgo
Los rojiblancos, a los que les vale empatar para pasar a octavos, se encomiendan a Luis Suárez y João Félix
No hace mucho, la necesidad de obtener un simple empate en Salzburgo para certificar el pase a octavos de final de la Champions se hubiera interpretado como una empresa factible en el Atlético, para el que una derrota este miércoles (21.00, Movistar Liga de Campeones) supondría la eliminación. La mutación de los rojiblancos hacia un equipo menos reservón y el fútbol descamisado del campeón austríaco...
No hace mucho, la necesidad de obtener un simple empate en Salzburgo para certificar el pase a octavos de final de la Champions se hubiera interpretado como una empresa factible en el Atlético, para el que una derrota este miércoles (21.00, Movistar Liga de Campeones) supondría la eliminación. La mutación de los rojiblancos hacia un equipo menos reservón y el fútbol descamisado del campeón austríaco ya depararon en la cita de Madrid (3-2) un tiroteo que sobrecoge a la expedición rojiblanca, con Diego Pablo Simeone a la cabeza de esas inquietudes.
Las características del rival y su propuesta de jugar a campo abierto invitan a pensar que quizá el Atlético esté ante el partido y el contrario menos indicado para empatar. “El partido de ida fue intenso, pudo haber muchos goles para los dos equipos y quizá nos acercamos a un partido similar al que vivimos en el Metropolitano”, aventura Simeone, que visualiza el encuentro como “un partido de vuelta” de una eliminatoria en la que al Atlético le valen dos de los tres resultados posibles. El mensaje del técnico del Salzburgo, el estadounidense Jesse Marsch, también apunta a un partido a tumba abierta: “Queremos hacer historia. Espero que afrontemos este partido de acuerdo con su importancia. Exigiremos todo a nuestro rival. He trabajado muy duro e invertido todo para ser parte de grandes partidos como este ante el Atlético”.
Las estadísticas dicen que el Salzburgo es el tercer equipo del torneo que más remata a puerta (17 por partido) tras el Barça (18,4) y el Sevilla (18, 4), y el segundo que más lo hace entre los tres palos (7,6), solo superado por el conjunto de Ronald Koeman (8,2). Los números defensivos del Atlético en Europa, ocho goles encajados en cinco partidos, están muy alejados de la solidez atrás con la que gobierna LaLiga, donde solo ha recibido dos goles en diez encuentros. En la preparación del partido, Simeone ha insistido tanto en la necesidad de no cometer errores en la salida de balón que propicien las estampidas en manada del Salzburgo, como en el aprovechamiento de los espacios que dejan los futbolistas de Jesse Marsch. “No vamos a salir a empatar, va a ser un partido largo, viendo como está el equipo podemos salir a intentar ganar, pero vamos a ver cómo se desarrolla todo. Ellos atacan bien, tenemos que limitar su salida agresiva y con la calidad que tenemos adelante podemos sacar el partido. Ahora jugamos más ofensivos porque tenemos jugadores para jugar así”, dice Stephan Savic.
En la parte ofensiva, Simeone trabajó el lunes la presión sobre el inicio del juego del Salzburgo con Luis Suárez y João Félix como los cabezas de área. Insistió en el intento de las recuperaciones sobre el flanco izquierdo del conjunto austriaco, su principal vía de creación por la ubicación de Dominik Szoboszlai. Por ese lado, el Salzburgo registra el 47% de sus jugadas de gol.
Con la más que posible suplencia de Correa, la sociedad entre el goleador charrúa y el atacante luso es la gran baza ofensiva del Atlético por si se repitiera el partido de ida y vuelta que se vio en el Metropolitano. Simeone se ha preocupado de que ambos lleguen a esta cita tan trascendental en el mejor estado de forma posible. Si en el último encuentro liguero ante el Valladolid el preparador argentino le concedió solo media hora a João Félix, a Luis Suárez lo mantuvo en el campo durante una hora. El duelo ante el conjunto pucelano supuso la reaparición de este último tras su baja por contagio de la covid-19. No estaba previsto que su participación se alargara más de 50 minutos, pero el partido no estaba resuelto al descanso y Simeone le apuró un poco más de lo apalabrado porque le vio bien.
Suárez acarrea con la pesada cruz de no haber logrado un gol en la Champions fuera de casa desde hace 23 partidos, 21 con el Barcelona y dos con el Atlético. No anota a domicilio en esta competición desde el 15 de septiembre de 2015, cuando marcó a la Roma en el estadio Olímpico. Cinco años de sequía a los que Simeone le anima a quitar hierro con su peculiar optimismo. El preparador argentino opina que las malas rachas, cuanto más largas, más cerca están de su final.
Para el Atlético, la clasificación también supone un cinturón de seguridad económico ante las consecuencias que le ha generado la pandemia a sus arcas. En el club estiman en unos 25 millones de euros la no presencia en los octavos de final. El recuerdo del Qarabag de hace tres temporadas aún pervive entre la dirigencia rojiblanca. Finalmente, la conquista de la Liga Europa contribuyó a suavizar el agujero económico que supuso aquella estrepitosa eliminación de la fase de grupos.
“Para nosotros es una final. Sabemos lo que nos estamos jugando”, advierte Savic, que dice sentirse cómodo con el cambio de sistema de Simeone a tres centrales: “Nos están saliendo muy bien las cosas jugando con tres atrás. Estamos disfrutando mucho. Jugar en el Atlético siempre trae presión y queremos mantener la portería a cero. Ellos saldrán a marcar y estamos preparados”.