Sinner, la joya del laboratorio italiano
El talento de 19 años, que iba para esquiador y se medirá a Nadal en cuartos, es el primer debutante que alcanza esa ronda en París desde que lo hiciera el balear en 2005 y lidera el ambicioso plan de su país
El tenis italiano tiene un plan. Y la cúspide de ese plan se llama Yannik Sinner (San Candido, 19 años), el joven que venció este domingo a Alexander Zverev (6-3, 6-3, 4-6 y 6-3) y se convirtió en el primer debutante que alcanza los cuartos de final de Roland Garros desde que lo hiciera un tal Rafael Nadal, allá por 2005, y en el tenista más joven que alcanza la antepenúltima ronda de un major desde que lo consiguiera un tal Novak Djokovic en 2006, con 19 años y 36 días menos que él.
Sinner, se dice, no es solo una promesa más. Se le adivina un futuro más que brillante y supone l...
El tenis italiano tiene un plan. Y la cúspide de ese plan se llama Yannik Sinner (San Candido, 19 años), el joven que venció este domingo a Alexander Zverev (6-3, 6-3, 4-6 y 6-3) y se convirtió en el primer debutante que alcanza los cuartos de final de Roland Garros desde que lo hiciera un tal Rafael Nadal, allá por 2005, y en el tenista más joven que alcanza la antepenúltima ronda de un major desde que lo consiguiera un tal Novak Djokovic en 2006, con 19 años y 36 días menos que él.
Sinner, se dice, no es solo una promesa más. Se le adivina un futuro más que brillante y supone la culminación de un ambicioso proyecto de la Federación Italiana de Tenis (FIT) que está reforzando la base, creando un estrato de challengers (18 , en total) para que se desarrollen sus jóvenes y ganando presencia institucional, sobre todo desde que Andrea Gaudenzi accediera el año pasado a la presidencia de la ATP en relevo del estadounidense Chris Kermode.
Sinner, una torre de 1,88 que ya ocupa el puesto 75º de la lista mundial y aterrizó como el participante más joven del torneo y también del top-100 del circuito masculino, es la joya de la corona. Nació en Innichene, en medio de los Alpes italianos y en el límite de la frontera con Austria, de ahí que estuviera cerca de dedicarse profesionalmente al esquí -se proclamó campeón nacional de slalom en 2008 y subcampeón en 2012-. Sin embargo, finalmente se decantó por la raqueta y ahora está llamado no solo a abanderar a su país, sino también a la hornada más reciente de talentos.
Italia sueña con él, diestro y de revés a dos manos, con buen desplazamiento pese a su envergadura. Su tenis goza de una salud como hacía tiempo que no tenía —cuenta actualmente con ocho representantes entre los cien mejores, la misma cifra que España y solo dos menos que Francia— e imagina un futuro dorado de su mano. Él es la cara de un proyecto en el que también figura en mayúsculas el nombre de Lorenzo Musetti, de 18 años y reciente octavofinalista en Roma, con Matteo Berrettini cuajando poco a poco (24 años, ocho del mundo) y los flashazos del indescifrable Fabio Fognini (15).
“Me queda un largo camino por recorrer: físicamente, mentalmente… Todo”, se autoexige mientras es asesorado desde el banquillo por Riccardo Piatti, que en su día ocupó el de Novak Djokovic (entre 2005 y 2066) y ahora hace ver a su chico infinidad de vídeos de Nole, Nadal y Federer para que aprenda a afrontar las situaciones límite de los partidos. “Voy a jugar contra Rafa en Roland Garros, y obviamente eso no es lo más fácil”, interpone.
“Creo que nadie podrá batir el récord que tiene él aquí. Tiene mucha confianza, así que va a ser un partido difícil, eso seguro”, dice sabiendo que a partir del próximo lunes estará entre los 50 mejores del ranking de la ATP. “Me gusta ser agresivo, entrar en la pista con la actitud correcta e intentar hacer mi mejor tenis. Eso es lo que debo hacer si quiero estar a su nivel”, se receta el italiano, que cedió ante Stan Wawrinka en la primera ronda del US Open, su primer grande, y el curso pasado ganó el Masters de las promesas organizado en Milán, para menores de 21 años, tras haber recibido una invitación.
Curiosamente, durante su etapa como júnior decidió prescindir de los grandes torneos de la categoría y se concentró en los futures y luego en los challengers, compitiendo por encima de su edad. “Está mejorando cada semana”, advierte Nadal, que nunca se ha enfrentado a él. “Está jugando mejor, mejor y mejor, así que es un gran desafío par mí. He entrenado un par de veces con él [en Roma y París] y tiene un potencial increíble”, agrega el ganador de 19 grandes mientras la élite del tenis va abriéndole sus puertas al diamante pelirrojo.