Mendy pide pista
El francés, apuesta europea de Zidane para complementar el monocultivo brasileño en el lateral zurdo, se suelta en ataque
El pasado verano, el Real Madrid cedió a Sergio Reguilón al Sevilla y compró por 48 millones más cinco en variables a Ferland Mendy. Este movimiento en el lateral izquierdo causó cierta sorpresa, sobre todo, porque el canterano fue uno de los pocos jugadores que se salvaron en una temporada calamitosa en el Bernabéu. Respecto al francés, un año después ha confirmado su fama de cerrojo defensivo y, poco a poco, se ha ido liberando en ataque. Con un estilo algo ortopédico pero más efectivo de lo ...
El pasado verano, el Real Madrid cedió a Sergio Reguilón al Sevilla y compró por 48 millones más cinco en variables a Ferland Mendy. Este movimiento en el lateral izquierdo causó cierta sorpresa, sobre todo, porque el canterano fue uno de los pocos jugadores que se salvaron en una temporada calamitosa en el Bernabéu. Respecto al francés, un año después ha confirmado su fama de cerrojo defensivo y, poco a poco, se ha ido liberando en ataque. Con un estilo algo ortopédico pero más efectivo de lo que aparenta, sin el movimiento de caderas de la samba del mejor Marcelo, su poderío físico también ha servido para ventilar el ataque blanco. Cada vez más.
Contra el Alavés, el pasado viernes, provocó el penalti del 1-0 y otra acción suya a punto estuvo de colar el segundo en un momento incómodo para su equipo. Ya en la segunda jornada postconfinamiento asistió a Asensio ante el Valencia y, antes de que el fútbol se congelara, un pase suyo a Benzema derrotó al Atlético.
La lesión muscular de Marcelo lo deja ahora como el único lateral zurdo puro para las tres jornadas que restan de Liga (este lunes, contra el Granada a domicilio, 22.00, Movistar LaLiga). Hasta este percance, ambos se habían repartido 21 titularidades cada uno en todas las competiciones en otro ejemplo de gestión de personal de Zidane. El peso de Mendy, petición expresa del entrenador, fue creciendo sin devaluar el del brasileño, elegido, por ejemplo, para el duelo clave frente al Barcelona en casa.
En el club califican la apuesta personal de Zidane por él como un intento de “europeizar” esta demarcación después de un cuarto de siglo de monocultivo brasileño, con Roberto Carlos primero y Marcelo después. “Se entiende que para el técnico no es tan importante que se convierta en un fenómeno en ataque como que sepa que su misión es agobiar y defender”, afirman desde Valdebebas. No es el más rápido de la plantilla, aseguran, —aunque sí se encuentra entre los diez más veloces—, sino que su gran virtud es la resistencia. “Es lo quiere ZZ ahí, tipos más robóticos”, describen.
Sus progresos hacia arriba son más recientes. Las dotes defensivas quedaron claras desde el debut en Vila-Real. Con él sobre el campo, el Madrid ha recibido 0,46 goles por partido (13 en 28 encuentros, aunque en dos de ellos salió casi en el descuento) mientras con Marcelo la cifra sube a 0,86 (20 dianas en 23 choques). La media en todas las competiciones del equipo es 0,78 (37 tantos en 47 duelos). Si los blancos son el conjunto menos batido en Liga (21), camino de su mejor registro en 32 años, se lo deben en parte al despliegue de este joven fibroso de 25 años, de padres senegales y guineanos, que nació en Meulan-en-Yvelines, al norte de París.
Sin comparaciones
De su pierna recia tuvieron constancia sus compañeros en los entrenamientos nada más llegar. De hecho, en el juego del amigo invisible celebrado en la cena de Navidad a Mendy le cayó un ladrillo “por los palos que mete”, según desveló Varane, que ejerció de cicerone de su compatriota a su llegada a España. A esta dureza y determinación también contribuyó que, con 15 años, los médicos le advirtieron de que no volvería a jugar al fútbol por una artritis en la cadera que le dejó en silla de ruedas y siete meses en el hospital para volver a caminar.
En su afán europeizante, Zidane buscaba un perfil complementario al sambódromo de Marcelo, y lo ha conseguido. Mendy dobla a su competidor en duelos ganados: 122 a 65. Es el quinto de la plantilla en esta estadística y con menos minutos que sus antecesores, Casemiro, Ramos, Carvajal y Kroos. Por contra, el brasileño, incluso a distancia de su nivel más desequilibrante, aporta mucha más actividad en ataque: dos goles, siete asistencias y 156 pases en el último tercio del campo frente a cero tantos, cuatro asistencias y 84 del francés.
“Marcelo es Marcelo y Mendy es Mendy”, acotó Zidane este domingo en rueda de prensa para evitar las comparaciones. “Fue una petición mía junto al club. Es un jugador joven, con talento, tiene algo. Está demostrando que hay un futuro aquí para él”, añadió sobre el galo, por quien también se interesaron el Barcelona, Atlético, Juventus y Nápoles el último verano.
Rocoso atrás, para adelante cada vez se le nota más suelto. Los laterales fueron una de las posiciones más agitadoras en el Madrid de Zizou 1.0, una veta que han vuelto a explotar los blancos en este tramo final. Los tres últimos penaltis que les han pitado los han provocado ellos. El último, Mendy contra el Alavés.