Masip se impone a Aspas
El portero del Valladolid salva un punto para su equipo tras detener un penalti al delantero gallego y hacer otra gran parada
No hubo goles en el partido entre el Valladolid y el Celta (0-0), dos de los cuatro equipos de LaLiga con peores registros ofensivos, porque Masip no quiso. El portero local frustró en dos ocasiones a la estrella de los gallegos, Iago Aspas, que hoy ejerció de capitán por la baja del lesionado Hugo Mallo. Paró Masip un penalti al Genio de Moaña en el minuto 71, una pena máxima bien lanzada, pegada al poste izquierdo. Fue sideral el salto del guardameta, por la distancia y por el reto: en sus muchas temporadas en Primera, Aspas solo había fallado hasta este miércoles dos penaltis y había conver...
No hubo goles en el partido entre el Valladolid y el Celta (0-0), dos de los cuatro equipos de LaLiga con peores registros ofensivos, porque Masip no quiso. El portero local frustró en dos ocasiones a la estrella de los gallegos, Iago Aspas, que hoy ejerció de capitán por la baja del lesionado Hugo Mallo. Paró Masip un penalti al Genio de Moaña en el minuto 71, una pena máxima bien lanzada, pegada al poste izquierdo. Fue sideral el salto del guardameta, por la distancia y por el reto: en sus muchas temporadas en Primera, Aspas solo había fallado hasta este miércoles dos penaltis y había convertido 19. Pero la bravata de Masip venía de antes, porque ya en el minuto 50 logró salvar un disparo del 10 del Celta, el jugador que todo lo hace en este equipo, como si fuera un Messi gallego, pegado a la cepa del palo derecho.
Llegaba el Celta de tres partidos sin marcar y regresó a Galicia con un cuarto. Un registro pobre para un equipo con tanta calidad arriba como incapaz de agrupar de una vez por todas a sus individualidades, más allá del solista de Moaña, que siempre deja algún destello. Llegaba también sin haber disparado entre los tres palos en su anterior encuentro, ante el Villarreal en Balaídos, y en esta ocasión lo logró por primera vez en el minuto 50, en la primera gran intervención de Masip. Escurriéndose hacia el descenso, necesitaba el Celta más que un punto para poder respirar tranquilo. El empate, más positivo para un Valladolid que venía de ganar a domicilio al Leganés hace unos días y que guarda ocho puntos de ventaja sobre el descenso, deja al Celta a un mordisco del Mallorca, con solo dos puntos menos que los celestes.
El partido discurrió intrascendente hasta el filo del descanso, sin un tiro a portería –solo cuatro remates de cabeza desviados del Valladolid– hasta el minuto 40, cuando el portero gallego, Rubén Blanco, salvó un mano a mano ante Toni Villa tras una doble pifia con el balón del central ghanés Aidoo, tan impreciso con el cuero como imponente a veces en los duelos individuales. Fue casi la única ocasión en la que un equipo se acercó a la portería en el primer tiempo, en el que el juego directo del Valladolid, con los laterales colgando balones al área desde tres cuartos de campo, dejó al Celta inocuo, sin más respuesta ofensiva que una buena jugada de Smolov ante Joaquín. El delantero ruso, que solo ha logrado un gol –en el Bernabéu– desde su llegada al Celta en el mercado invernal, recibió el balón de cara al borde del área, pero sorprendió con un toque de tacón que dejó a Joaquín Fernández vencido. El tiro, sin embargo, rozó en un defensa y llegó calmo a Masip.
La segunda parte fue otra historia, y con Rafinha y Aspas más entonados, el Celta encontró dos ocasiones para llevarse los tres puntos, pero Masip impidió el primer gol de los gallegos en cuatro partidos y la que hubiera sido la segunda victoria a domicilio en lo que va de temporada. Nada más reseñable en un encuentro al que se unieron, en su tramo final, Ben Arfa, el gran fichaje de invierno del Valladolid, y Denis Suárez, una de las grandes incorporaciones del Celta en verano. Ni el uno ni el otro tuvieron peso. Toda relevancia fue para Masip.