La Euroliga elige a su ‘Equipo de la Década’, una oda al baloncesto de ‘bajitos’
Navarro, Llull, Doncic, Spanoulis, Teodosic, Diamantidis, De Colo, Bogdanovic, Printezis y Hines completan una plantilla con un solo pívot y 1,96m de altura media
La Euroliga ha completado este martes su Equipo de la Década 2010-2020 con la elección del griego Vassilis Spanoulis, un clásico de la competición. El base de Olympiacos, de 37 años, con tres títulos continentales en su palmarés (2009, 2012, 2013), cierra una lujosa plantilla de 10 estrellas de la canasta configurada con la votación de aficionados, jugadores, entrenadores y medios, repartida al 25% de influencia en el resultado final. Milos Teodosic, Dimitris Diamantidis, ...
La Euroliga ha completado este martes su Equipo de la Década 2010-2020 con la elección del griego Vassilis Spanoulis, un clásico de la competición. El base de Olympiacos, de 37 años, con tres títulos continentales en su palmarés (2009, 2012, 2013), cierra una lujosa plantilla de 10 estrellas de la canasta configurada con la votación de aficionados, jugadores, entrenadores y medios, repartida al 25% de influencia en el resultado final. Milos Teodosic, Dimitris Diamantidis, Juan Carlos Navarro, Sergio Llull, Luka Doncic, Nando de Colo, Bogdan Bogdanovic, Georgios Printezis, Kyle Hines y el propio Spanoulis se han impuesto en una elección que contaba con un listado 50 nombres. Navarro y Diamantidis extienden su influencia tras aparecer en la elección de la década anterior.
Tres jugadores griegos, dos españoles, dos serbios, un esloveno, un francés y un estadounidense para un claro prototipo preferente: un base-escolta de 1,96m como perfil medio. Hines, con siete años de recorrido en el CSKA, es, con su 1,98m, el único pívot y el único americano de un Equipo de la Década que es una oda al small ball, al baloncesto de bajitos. A Hines le avalan cuatro títulos (2012 y 2013, con Olympiacos; 2016 y 2019, con CSKA) y 10 años de dominio en la pintura –primero en rebotes ofensivos (516), segundo en tapones (211) y tercero en rebotes totales (1.160)-, pero su soledad en el puesto de cinco en la selección continental confirma la inclinación del baloncesto moderno hacia el juego exterior. Entre los elegidos, solo Doncic (2,02m) y Printezis (2,05m) superan, por poco, los dos metros.
“El baloncesto moderno nos exige mucho a los altos”, reflexionaba Walter Tavares con EL PAÍS al comienzo de la presente temporada desde sus 2,21m. “Casi todos los pívots que juegan contra mí son casi aleros o incluso bases, todos se abren y tiran de tres para que sea más difícil para mí, para que dude entre defender el bloqueo o volver atrás, o un pick and pop para contestar el tiro”, desarrollaba el gigante caboverdiano del Real Madrid. “En el baloncesto de ahora se lo pasan mejor los bajitos porque tienen la velocidad y la agitación para estar en todos los lados. Los altos tenemos que estar siempre bien posicionados porque si no te la lían. Si no estás atento llegas tarde a todo”, sumaba Tavares. Ni su poderosa influencia en el Madrid de Laso desde su regreso de EEUU en 2017, ni el contundente recorrido de pívots como Paulius Jankunas, Felipe Reyes, Ioannis Bourousis (en el podio histórico de reboteadores del torneo), Ante Tomic, Jan Vesely, Nenad Krstic, Bryant Dunston, Sofoklis Schortsanitis, Ekpe Udoh o Victor Khryapa, han encontrado cabida en la plantilla de la década.
Se consolida la tendencia del primer decenio de la competición (2000-2010) que eligió a Dejan Bodiroga, Dimitris Diamantidis, J. R. Holden, Sarunas Jasikevicius, Trajan Langdon, Juan Carlos Navarro, Theo Papaloukas, Anthony Parker, Ramunas Siskauskas y Nikola Vujcić como plantilla de elegidos. Una lista con mayor envergadura que la actual pero, igualmente, con Vujčić como único cinco nato. Hace dos años, un estudio del Centro de Análisis Deportivo de la Universidad de Harvard sobre la anatomía de los jugadores de la NBA concluyó que el peso medio se redujo cerca de un kilo y medio entre 2013 y 2017. El biotipo de gracilidad y dinamismo y la preferencia de los aficionados por los jugones, aun con distinto grado de armazón y potencia, se afianza.
Una radiografía perfecta de ello es Juan Carlos Navarro, el único, junto a Diamantidis, que repite presencia en el Equipo de la Década. La Bomba ya era una superestrella cuando comenzó la segunda década del torneo y la comenzó a lo grande, alzando la segunda Euroliga del Barça y protagonizando uno de sus mejores cursos en la Euroliga. Navarro jugó tres Final Four más en la década, las de 2012, 2013 y 2014. Fue elegido en el primer quinteto de la Euroliga en la 2009-10 y 2010-11, y en el segundo equipo del torneo en 2011-12 y 2012-13. Hasta que Spanoulis le superó en enero de este año, Navarro era el máximo anotador de la historia de la competición con 4.152 puntos. Sergio Llull, dos veces campeón de la Euroliga (205 y 2018) y mvp del curso 2016-17, en el que dominó el torneo a golpe de canastas inverosímiles y resolutivas, y Luka Doncic, icono absoluto de la edición de 2018, la de la Décima del Madrid, en la que copó todos los galardones antes de poner rumbo a la NBA, completan la aportación de la Liga española al Equipo de la Década 2010-2020. La próxima comienza marcada por la incertidumbre.