La España más abierta en Oslo

El aire gélido anuncia en la reposada Oslo la proximidad de las nieves. Los saldos confirman que la ropa de verano cotiza ya muy baja y la claridad que atraviesa los grandes ventanales de los bajos comerciales y oficinas, en las que se contemplan serias reuniones de trabajo que ignoran hieráticas las miradas curiosas del exterior, mengua con los primeros instantes del atardecer. Solo una pandilla de críos subiéndose a un enorme tigre de bronce que preside la entrada de la estación central quiebra la quietud del centro neurálgico de la capital de Noruega. Y rememora la algarabía vikinga que se ...

El aire gélido anuncia en la reposada Oslo la proximidad de las nieves. Los saldos confirman que la ropa de verano cotiza ya muy baja y la claridad que atraviesa los grandes ventanales de los bajos comerciales y oficinas, en las que se contemplan serias reuniones de trabajo que ignoran hieráticas las miradas curiosas del exterior, mengua con los primeros instantes del atardecer. Solo una pandilla de críos subiéndose a un enorme tigre de bronce que preside la entrada de la estación central quiebra la quietud del centro neurálgico de la capital de Noruega. Y rememora la algarabía vikinga que se encontrará España en el Ulleval Stadion (20.45, La1), donde el reclamo local será el fino Martin Odegaard y Sergio Ramos superará las 167 internacionalidades de Casillas convirtiéndose en el futbolista español que más veces ha vestido La Roja.

 Cuando sobre las seis de la tarde el autobús de selección española se adentró en las entrañas del estadio, la noche ya se echaba. Este partido en Oslo pude derivar en el pase para la Eurocopa de 2020. Si La Roja se impone a Noruega certificaría el pase para el primer Europeo multisede (12 ciudades) de la historia. El martes, en Estocolmo, ante Suecia, tendría otra oportunidad. Esta es la segunda tanda de partidos que Robert Moreno afronta ya sin la tutela de Luis Enrique. Para estas citas que representan las dos salidas más complicadas del grupo, Moreno anunció el pasado viernes una revolucionaria lista en la que llamó la atención la presencia del central del Villarreal Pau Torres, con solo ocho partidos de bagaje en Primera División, de Reguilón, también con poco recorrido en la élite, el regreso de Luis Alberto (Lazio), que ya fue una apuesta de Julen Lopetegui, y de Albiol.

Desde la federación argumentan que hay dos maneras de elaborar una convocatoria. Una, seleccionando los grandes nombres y esperando que mezclen bien. La otra, confeccionar una mixtura entre los primeros que estén en forma y meritorios de alto rendimiento que se ajusten a la idea de juego de Moreno. “Si el seleccionador ha decidido convocar a Pau Torres es porque ha valorado que futbolísticamente se ajusta a lo que él pretende y psicológicamente cree que está preparado. Da igual que lleve ocho partidos como es su caso u ochocientos, como pueden ser los casos de Albiol o Cazorla”, esgrimen desde la Ciudad del Fútbol.

“Puede ser que sí, que las puertas de la selección están más abiertas que nunca, pero creo que estamos siendo justos y es bueno para la competencia. No podemos traer solo a los jugadores por su nombre y dejar fuera a otros que están rindiendo a un alto nivel”, defiende Moreno. “Podemos hacer dos equipos competitivos para estos dos partidos. No creo que en Europa haya una selección tan completa como la nuestra, que tenga un grupo de jugadores de tan alto nivel en todas las líneas”.

Cuestionado por la llamada de Ansu Fati, el juvenil del Barcelona (16 años) recién nacionalizado, a la selección sub-21, Moreno se mantuvo fiel a su discurso. “Estuvo en la prelista de la absoluta. No es descartable que esté en la Eurocopa del próximo verano. Habría que ver con quién compite por el puesto. Ansu ha roto las barreras de las edades. Si despunta en el Barça, marca goles y sigue con su progresión, podría venir. Todos los buenos jugadores tienen sitio en la Selección”, concluyó Moreno.