Rahm es otro Rahm

El golfista vasco supera un mal inicio en la segunda jornada del US Open y sigue arriba con -3, igual que Sergio García

Rahm celebra un birdie en el 13.AP

Rahm es otro Rahm. Con el mismo talento de siempre, la misma energía inmensa en su interior, pero mucho más hecho, más jugador, sobre todo muchísimo más maduro de cabeza, la herramienta que diferencia a los buenos de los mejores. Solo así se entiende su reacción a lo grande en la segunda jornada del US Open después de un inicio de ronda que hace no tanto hubiera sacado a pasear todos sus demonios. No hace mucho que Rahm dejaba fluir todas sus emociones en un campo de golf, principalmente las malas. A un mal momento podía seguir el tirar el palo al suelo o estamparlo contra la bolsa, además de ...

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Rahm es otro Rahm. Con el mismo talento de siempre, la misma energía inmensa en su interior, pero mucho más hecho, más jugador, sobre todo muchísimo más maduro de cabeza, la herramienta que diferencia a los buenos de los mejores. Solo así se entiende su reacción a lo grande en la segunda jornada del US Open después de un inicio de ronda que hace no tanto hubiera sacado a pasear todos sus demonios. No hace mucho que Rahm dejaba fluir todas sus emociones en un campo de golf, principalmente las malas. A un mal momento podía seguir el tirar el palo al suelo o estamparlo contra la bolsa, además de algún que otro juramento en arameo. Ya no. Hoy Jon Rahm ha metabolizado que el golf es superar esos baches apretando los dientes y teniendo a la bestia bajo control. Dos bogeys en los tres primeros hoyos en el US Open eran la prueba de ello. Y la superó.

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Primera bola al rough, segunda bola al rough, cuando buscaba el green. Rahm comenzó muy pronto en apuros en ese hoyo uno. Un genial approach le concendió un putt para salvar el par, pero no leyó bien la caída y cargó con un bogey de inicio. La historia fue parecida en el segundo hoyo. Otro approach de maestro y el putt fallado. Par en este caso. Y otro putt errado en el tercero, otro bogey. De los tres birdies con los que arrancó el jueves en los tres primeros hoyos había pasado a dos bogeys en el mismo tramo. Cuando en el cuarto perdió otra oportunidad de recortar su mal comienzo con otro putt que no entró y se merendó otro bogey en el par cinco del seis (como en el primer día), el chico parecía desesperado. Hora entonces de poner en práctica todo ese aprendizaje personal y mental que le ha convertido en un nuevo jugador, ahora sí capaz de optar con todo a un grande. Un birdie inmediatamente después, en el par tres del siete (con algo de fortuna en el bote del primer golpe), y otro en el nueve para cerrar la primera vuelta con una sonrisa fueron las señales de su recuperación. La segunda vuelta era una nueva vida para Rahm, y el de Barrika la cazó con las dos manos. Con birdies en el 13 y uno definitivamente sanador en el 18, un hoyo que atacó valiente con el driver, acabó con -1 en el día para -3 en total (la primera vez que pasa el corte en el US Open), a tiro de la cabeza: Gary Woodland es líder con -9 (su vuelta de 65 igualó a la de Rose el jueves y la de Tiger en 2000 como las mejores en Pebble Beach en un grande), por -7 de Justin Rose, -6 de Oosthuizen, y -5 de Aaron Wise y un Rory McIlroy que volvió a dejar muestras de su enorme pegada. Koepka, más humano que en otras ocasiones, está al acecho con -4.

Como Rahm, Sergio García opta al premio mayor el fin de semana, también con -3. Por fin su primer corte superado tras siete patinazos en un grande. El Niño no jugaba las dos últimas rondas desde el Open Británico de 2017. Y eso que en el US Open hablaba antes del torneo de "no muy buenas sensaciones". Quizá en asumir con naturalidad ese mal momento y dejar de lado el presionarse más a sí mismo ha servido para activar al castellonense, que este viernes le dio la vuelta a su comienzo y fin del día anterior. Si el jueves había empezado con bogey y terminado con bogey, esta vez empezó con birdie y terminó con birdie. La suerte le acompañó además en este último hoyo 18 cuando su bola de salida dio en unas piedras que le salvaron de irse al agua. Luego El Niño tiró de magia con un fenomenal golpe desde la calle que le dejó un putt con opciones de eagle. Lo abrochó a la segunda, al final feliz con su juego. Los putts le acompañaron en esas ocasiones que no se puede fallar para seguir en la pelea. Señal seguramente de que algo ha hecho click en la cabeza de García.

Rafa Cabrera Bello y el debutante Adri Arnaus, ambos con +2, superaron también el corte. Tiger Woods está en el par del campo después de +1 en la día y dos dolorosísimos bogeys en sus dos últimos hoyos, 8 y 9, que le han alejado de los puestos altos.

Clasificación del Us Open.

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