Suena a tópico, pero es la verdad: hasta hace más bien poco la literatura en español sobre fútbol llegaba a las librerías casi pidiendo perdón. Era un género extraño. Había, sí, algunos autores de referencia —Benedetti, Fontanarrosa, Galeano, Soriano— pero el mundo anglosajón seguía dominando el panorama. Gracias, principalmente, al que es considerado por muchos como el mejor libro sobre la vida en torno al fútbol que se ha escrito hasta la fecha: Fiebre en las gradas, de Nick Hornby.
Hoy los libros en español sobre fútbol ocupan estanterías completas en las librerías. Y, lo más importante, tienen un altísimo nivel. Gracias, en gran parte, a una generación de jóvenes autores y editores que crecieron emocionalmente con LaLiga y que han sabido plasmarlo a través de las letras. Se puede comprobar estos días en la Feria del Libro de Madrid, que abrió el pasado viernes y que hasta el 16 de junio atraerá a miles de paseantes al Parque del Retiro. Entre las 361 casetas los ávidos lectores tendrán ocasión de descubrir algunas perlas de la literatura futbolera para la que este artículo puede servir de guía.
La colección Hooligans Ilustrados (Libros del K.O) se ha convertido en la biblioteca de referencia del fútbol español. Más de una veintena de títulos sobre otros tantos equipos que recogen las trayectorias personales de sus autores en relación con su equipo del alma. Las dos últimas incorporaciones de la colección son Como siempre, lo de siempre, de Lucía Taboada, seguidora del RC Celta; y Una forma de permanencia, de Marta San Miguel, hincha del Racing de Santander. Un vistazo a la colección reconstruye la historia más reciente de LaLiga: el penalti de Djukic (Nacho Carretero), el gol de Nayim (Ignacio Martínez de Pisón), o un gol en Las Gaunas (Javier Triana) son algunos de los ejemplos.
Retrato del futbolista adolescente (Periférica) ha sido una de las sorpresas de la temporada. Su autor, Valentín Roma, fue futbolista. Lo dejó joven, para estudiar Historia del Arte y Estética. Un libro con reminiscencias de Joyce que logra transmitir el olor a linimento de un vestuario —todo el que haya jugado al fútbol lo recuerda— y que enfoca los problemas a los que se enfrentan las jóvenes promesas.
Para quien quiera una inmersión ilustrada en la historia del fútbol es muy recomendable Memorias en blanco y negro (Córner), el libro de Alfredo Relaño que recoge la historia y las intrahistorias de LaLiga. Otra gran firma es la de Patxo Unzueta, que en A mí el pelotón (Córner) recoge sus artículos sobre el Athletic Club de Bilbao. Leyéndolos, uno comprende la talla del club vasco.
De todos los géneros literarios, quizá el más difícil de casar con el balompié era la poesía. En Un balón envenenado (Visor), Luis García Montero y Jesús García Sánchez seleccionan algunos de los mejores versos que se han escrito sobre fútbol. De Rafael Alberti a Joaquín Sabina, pasando por Nicanor Parra o Gabriel Celaya.
En Dios es redondo (Anagrama) Juan Villoro logró lo que parecía imposible: ofrecer un material interesante para los forofos y para aquellos que no les gusta el fútbol. Villoro, uno de los mejores escritores mexicanos, firma unas crónicas que invitan, al mismo tiempo, a la pasión y a la reflexión.
Todo está en los libros. Incluido el cine sobre fútbol. En Un partido de leyenda (Barullo en el área), Carlos Marañón reúne las historias que rodearon a la película Evasión o victoria, quizá la única que ha estado cerca de captar la emoción de un partido. Y es que, si uno se pone a pensarlo, ni el mejor guionista de Hollywood sería capaz de planear guiones tan enrevesados como los que ofrece el balón.
Hay, también, un gran empuje de la literatura futbolística infantil. Los futbolísimos (SM) se ha convertido en un fenómeno global. Escritos por Roberto Santiago e ilustrados por Enrique Lorenzo, esta saga ha logrado combinar el fútbol con las intrigas. 2,5 millones de niños se han adentrado ya en las páginas de alguno de sus 15 libros editados ya en 15 idiomas.
Y para cerrar este artículo, una recomendación —casi obligación—, de uno de los géneros que mejor ha tratado y trata al fútbol. 19 de diciembre de 1971, de Roberto Fontanarrosa. Para reír, para emocionarse, para sentir… para entender lo que significa el fútbol para millones de personas en todo el mundo.
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