Olympiacos deja helado al Real Madrid

En otro de sus míticos ejercicios de supervivencia, Olympiacos derrotó al Madrid (79-80) en la 22ª jornada de la Euroliga en un duelo crucial por estar en los cuatro primeros puestos de la tabla, los que otorgan ventaja de campo en los cruces de cuartos. Ni los 27 puntos de Doncic ni los 20 de Thompkins pudieron con la correosa competitividad del equipo del Pireo, liderado por el Printezis más canchero.

Quedaban cinco minutos para el final del partido y el Madrid ganaba por tres puntos tras vivir gran parte de la noche a contracorriente (73-70). Los árbitros señalaron entonces ...

En otro de sus míticos ejercicios de supervivencia, Olympiacos derrotó al Madrid (79-80) en la 22ª jornada de la Euroliga en un duelo crucial por estar en los cuatro primeros puestos de la tabla, los que otorgan ventaja de campo en los cruces de cuartos. Ni los 27 puntos de Doncic ni los 20 de Thompkins pudieron con la correosa competitividad del equipo del Pireo, liderado por el Printezis más canchero.

Quedaban cinco minutos para el final del partido y el Madrid ganaba por tres puntos tras vivir gran parte de la noche a contracorriente (73-70). Los árbitros señalaron entonces una falta antideportiva de Spanoulis sobre Felipe después de revisar el vídeo y el capitán madridista se dirigió a la línea de personal a encarrilar la victoria en un duelo crucial. Con la argucia de Printezis lanzando la toalla al aire en el banquillo, Felipe cayó en la distracción y falló los dos tiros libres. Frustrado dio una patada al balón cuando le llegó rebotado y recibió la técnica. Las consecuencias de la acción fueron un parcial de 0-5 para Olympiacos con un triple del propio Printezis incluido. La correosa tropa griega volvía a agarrarse a la cornisa. En el territorio del miedo, el conjunto de Sfairopoulos llegó con un punto de ventaja a 34s de la conclusión (78-79). Doncic falló otros dos tiros libres y solo consiguió el empate a 79 en la repetición del segundo. Después, Strelnieks anotó solo uno de sus dos lanzamientos y el Madrid se quedó con el balón en sus manos y 15s por delante para sentenciar. No lo consiguió. Doncic acaparó la acción, pero, acorralado por la mejor defensa de Europa, el esloveno patinó y la victoria se fue a Grecia.

Comenzó el Madrid fluido, con 13 puntos en poco más de cuatro minutos, y unas sensaciones optimistas. Pero, a la vuelta del primer tiempo muerto de Sfairopoulos, el aire del partido cambió de dirección y los de Laso se quedaron destemplados. El parcial del conjunto griego fue de 3-10 en primera instancia; el apagón blanco acababa de comenzar. En los últimos cinco minutos del cuarto los locales solo sumaron una canasta en juego en mitad de un goteo de tiros libres que minimizó la embestida rival pero no disimuló el atasco propio (20-21, m. 10).

Con Printezis y Milutinov como arietes, Olympiacos comenzó a coger carrerilla y, cuando Wiltjer se sumó a la misión, afianzó su primer demarraje. Dos triples del ala-pívot de Oregón desataron la inquietud en los parroquianos del Palacio y activaron la búsqueda de soluciones de Laso. Conforme subía la marea, el técnico madridista amplió su rotación hasta Radoncic; entre otras cosas, porque faltaba Rudy, con un esguince de tobillo, y aún no estaba Ayón, a pesar de sus consolidados avances que le sitúan en la Copa, huelga mediante. No hubo efecto inmediato y la ventaja visitante creció hasta los ocho puntos (35-43, m. 17).

Al descanso, el Madrid perdía la batalla del rebote por la escasísima influencia de Tavares, tenía un pobre 26% en triples y tan solo había anotado cuatro canastas en la pintura en todo el primer tiempo. Pero, tras el paso por la caseta, los blancos enderezaron el rumbo. Con Doncic y Thompkins al frente, nueve puntos por barba en el primer tramo del tercer cuarto, los de Laso igualaron el pulso (60-60, m. 27). El intercambio de golpes quedó roto con otro triple psicológico de Wiltjer que otorgó la iniciativa a Olympiacos en la recta de meta. Mejor sin Spanoulis que con él, los del Pireo aprovecharon el viaje al banquillo de su estrella con un golpe en el labio para resolver la contienda. El Madrid firmó su novena victoria, la segunda consecutiva en una etapa de alta montaña que comenzó en Moscú ante el CSKA y seguirá con los duelos ante el Barça fuera y ante Fenerbahçe y Panathinaikos en casa.