Sainz, una sanción de diez minutos propiciada por el fundador de Booking

Kees Koolen, piloto de quads, acusó al madrileño de golpearle en un adelantamiento y no socorrerle

Kees Koolen, durante la quinta etapa. Ernesto Arias (EFE)

Carlos Sainz fue penalizado con diez minutos por los comisarios del Dakar. Una sanción que le tuvo en vilo toda la jornada, tras haber sido acusado por otro piloto de haberle golpeado en un adelantamiento y no haberle socorrido. La sanción, mínima, corrobora la tesis de Sainz. “Tengo la conciencia tranquila. Otras veces puedes tener dudas, pero si ha habido un error, lo ha cometido él”, declaró tras conocer la decisión de los comisarios. Sainz continúa líder de la general de coches, ahora con una ventaja de 56 minutos sobre el catarí Nasser Al-Attiyah (Toyota) y de una hora y tres minutos sobr...

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Carlos Sainz fue penalizado con diez minutos por los comisarios del Dakar. Una sanción que le tuvo en vilo toda la jornada, tras haber sido acusado por otro piloto de haberle golpeado en un adelantamiento y no haberle socorrido. La sanción, mínima, corrobora la tesis de Sainz. “Tengo la conciencia tranquila. Otras veces puedes tener dudas, pero si ha habido un error, lo ha cometido él”, declaró tras conocer la decisión de los comisarios. Sainz continúa líder de la general de coches, ahora con una ventaja de 56 minutos sobre el catarí Nasser Al-Attiyah (Toyota) y de una hora y tres minutos sobre el francés Stéphane Peterhansel (Peugeot) cuando quedan cinco jornadas para el final.

La reclamación a Sainz tiene miga y la sanción también. Kees Koolen es el fundador de Booking.com, el famoso portal para la búsqueda y reserva de hoteles de todo el mundo. Es holandés y tiene 52 años. Estos días se levanta muy temprano después de maldormir en una autocaravana y se monta en su quad. Como otros tantos años antes, en el mes de enero se convierte en un participante más del Rally Dakar. Este lunes, además, obtuvo una repercusión inesperada. Fue él quien presentó una reclamación por considerar que uno de los coches del equipo Peugeot le había golpeado en plena competición y no se había detenido para asistirle y ofrecerle ayuda. El único Peugeot que podría haber chocado con él, por las posiciones que marca el GPS, fue, según la organización, el de Carlos Sainz, líder de la general de coches. Así que al madrileño no le quedó más remedio que declarar ante los comisarios del Dakar para evitar una sanción que podría complicarle mucho la lucha de este rally, cuya clasificación encabezaba al término de la octava etapa (la novena fue anulada) con un amplio margen de 1 hora y 06 minutos sobre el segundo, Nasser Al-Attiyah.

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“Yo no toqué a nadie. Vi el quad de Koolen, le marque el aviso de adelantamiento (una suerte de sirena, conocida como Sentinel, que obliga al coche más lento a ceder el paso) y se salió un momento de la pista al querer dejarme paso. Luego regresó a pista y lo esquivé de milagro. Si lo hubiera tocado le hubiera hecho mucho daño. Perdió él solo el control al marcarle el aviso de adelantamiento”, explicaba Sainz sobre lo sucedido. E insistía, con mayor vehemencia: “Si hay un error es el suyo. Mi coche no tiene ningún impacto y su quad tampoco. Si llego a darle, lo desintegro. Él es el que pierde el control en una zona de mucho barro y yo le esquivo y le paso cerca, pero no le toco. Si hubiese sido así hubiese parado”.

Manuel Vidal, jefe de comisarios del Dakar, escuchó a Sainz después de recibir la queja del piloto holandés. “Koolen alega por carta que le tocó un Peugeot y que investiguemos y eso hacemos. El único que pudo ser fue el de Sainz, por el GPS. Si hay señal del impacto en el quad no lo sé, pero la verdad es que no le pasó mucho. Los dos testimonios quedarán reflejados en la resolución”, explicó.

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