Monterrey aplasta a las Chivas (4-1)

El equipo regiomontano apabulló a los campeones de la liga con el trío ofensivo de Funes Mori, Pabón y Hurtado

Los jugadores de Monterrey celebran uno de sus golesM. Sierra (EFE)

Bastaron 90 minutos para que las Chivas quedaran desorientadas. El equipo de Matías Almeyda se vio, por mucho, superado por el vendaval ofensivo de los rayados de Monterrey. 4-1. El primer gol del juego fue del Guadalajara y daba la sensación de que sería una de sus mejores tardes, una para progresar en la liga donde habían conseguido tres empates seguidos. Hasta que la realidad se apareció. Monterrey, uno de los equipos más robustos del campe...

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Bastaron 90 minutos para que las Chivas quedaran desorientadas. El equipo de Matías Almeyda se vio, por mucho, superado por el vendaval ofensivo de los rayados de Monterrey. 4-1. El primer gol del juego fue del Guadalajara y daba la sensación de que sería una de sus mejores tardes, una para progresar en la liga donde habían conseguido tres empates seguidos. Hasta que la realidad se apareció. Monterrey, uno de los equipos más robustos del campeonato, les dio la vuelta hasta conseguir los cuatro goles.

El rebaño se había adelantado 0-1 con un gol de vestidor de Jair Pereira. Un balón que cruzó por el poste del meta de los rayados, Hugo González. La respuesta inmediata fue una gran jugada de Dorlan Pabón, jugador exprés del Valencia, en la que dejó un hueco para que Celso Ortíz hiciera el empate. En la segunda parte, bastó un contragolpe regio para que, de nuevo, Pabón cediera la pelota y Funes Mori hiciera el 2-1. Los jugadores de Chivas no pudieron reaccionar, lucieron desgastados. Esta vez Orbelín Pineda, el motor del conjunto, estaba congelado. 

Luego llegó un error del capitán rojiblanco. Carlos Salcido le cometió una falta a Avilés Hurtado y el silbante no dudó en el penalti. Pabón tomó el balón, preparó y falló. Rodolfo Cota había atajado, aunque el rebote traicionero le quedó al de Monterrey y 3-1. Eso tumbó a las Chivas. El árbitro expulsó a Almeyda y las Chivas se quedaron sin su pastor. El 4-1 de Hurtado sentenció un juego en el que consolida el portento de los rayados y deja sumido en la aflicción a los rojiblancos carentes de una victoria en la liga. 

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