Rogério Ceni, más que un portero

“Todos los equipos tienen un portero; nosotros tenemos a Rogério Ceni”. Eso es lo que suelen decir los seguidores del São Paulo cuando los adversarios cuestionan el rendimiento de su mayor ídolo. Es cierto: nunca ha existido un portero como Rogério Ceni (Paraná, Brasil; 41 años), que cuando esta temporada termine abandonará su carrera. Y es muy difícil que exista otro. Autor de 123 goles en lanzamientos de penaltis y faltas (un registro jamás alcanzado por un portero, y a solo cinco de los conseguidos por el histórico Raí en ese club), ...

“Todos los equipos tienen un portero; nosotros tenemos a Rogério Ceni”. Eso es lo que suelen decir los seguidores del São Paulo cuando los adversarios cuestionan el rendimiento de su mayor ídolo. Es cierto: nunca ha existido un portero como Rogério Ceni (Paraná, Brasil; 41 años), que cuando esta temporada termine abandonará su carrera. Y es muy difícil que exista otro. Autor de 123 goles en lanzamientos de penaltis y faltas (un registro jamás alcanzado por un portero, y a solo cinco de los conseguidos por el histórico Raí en ese club), Ceni estableció la semana pasada su cuarto récord mundial: tras vencer el São Paulo al Goiás, el guardameta más famoso de Brasil conseguía 590 victorias con un mismo equipo, sobrepasando al mismísimo Ryan Giggs, leyenda del Manchester United. El arquero es, además, el jugador que más partidos ha disputado con un mismo equipo (1.175, superando a Pelé en el Santos) y el que actuó más veces (980) con el brazalete de capitán.

El fenómeno Ceni es en parte producto del azar. “Yo fui uno de los primeros en ver que tenía un brillante futuro”, asegura el periodista Alberto Helena Júnior, que sigue la carrera del deportista desde su inicio. “Primero, porque era un excelente portero. Pero también porque sabía jugar muy bien con los pies. Ceni sería un jugador destacado incluso en el centro del campo o en la delantera. Tenía mucha habilidad. De hecho, cuando trabajaba en un banco, antes de comenzar a jugar de profesional, era delantero. Sólo se metió en la portería cuando un colega se lesionó. Después acabó gustándole”, añade Helena Júnior.

Ceni es siempre el primero en llegar y el último en irse de los entrenamientos. Posee un grado de instrucción superior al de la media de los futbolistas brasileños y una personalidad fuerte. Todo esto le ha conferido un aura de líder y el estatus de institución en el São Paulo. Él trata de ser humilde. El pasado 27 de octubre, después de batir el último de sus récords, quitó importancia al hecho: “Todo jugador que permanece en el mismo equipo más de 20 años conquista marcas importantes. Lo que agradezco a Dios, a mis compañeros y a la hinchada es que conseguí llegar hasta aquí con la misma disposición de ánimo, con el mismo deseo de ganar. Hay muchas historias que contar. Pero cuando uno llega a este punto, es que se ha hecho viejo”.

El portero llegó al São Paulo con 18 años recién cumplidos, en 1993. Cuatro después era titular, con el difícil cometido de sustituir a un mito como Zetti. Hoy, con 41 años, cuenta con tres campeonatos nacionales, dos trofeos internacionales (la Copa Libertadores y la Copa Suramericana) y un Mundial de Clubes, en 2005. También acudió con Brasil al Mundial de 2002, pero no jugó ningún minuto. Quizá su actuación más relevante fue contra el Liverpool, en ese Mundial de Clubes de 2005, cuando el São Paulo ganó por 1-0 y Ceni fue elegido el mejor jugador del partido. Sumó en el partido 10 paradas, especialmente destacada una a un lanzamiento de falta de Steven Gerrard.

No le faltaron las oportunidades a Ceni para abandonar el São Paulo. En la década pasada, recibió ofertas del Hannover y del Deportivo de La Coruña, entre otras. Ninguna cuajó. “Hablan de jugar fuera. ¿Para qué? ¡Si yo ya juego en el mejor equipo del mundo! Amo este equipo”, asegura. Ceni se jubilará este año. Aún no ha pensado qué hacer después de convertirse en un mito vivo en su club. Lo único seguro es que pasará a la historia como más que un portero.