“La novela romántica actual enseña a las nuevas generaciones lo que no tienen que soportar en una relación”

Esta es la historia de una mujer que decidió contar solo para ella aquellos relatos que de niña le hicieron soñar con ser escritora. A cambio, aceptó llevar una vida más ordenada como responsable de Comunicación en una de las grandes consultoras del país mientras, en privado, guardaba sus siete originales inéditos que no se atrevía a compartir. Pero en 2013 aquello cambió: a pesar de las risas de sus compañeros (que se burlaban de que escribiera novelas de corte romántico) decidió autopublicar uno de esos originales: En los zapatos de Valeria. “Lo colgué en Internet por 2,68 euros. ¿Quién era yo para vender un libro por más dinero?”, dice con sorna. Y de repente ocurrió. Empezaron las descargas y en un instante llegó su primer contrato editorial. Elísabet Benavent (Valencia, 1984) recuerda que aquél éxito inesperado le pareció tan increíble que pensó que ahí se quedaría. Pero enseguida llegó el segundo contrato y 10 meses más tarde dejó la oficina. Una decisión que meditó con sus padres: “Necesitaba que alguien me confirmase que no era una locura. Si no había agua en la piscina, era mi momento para darme el cabezazo contra el suelo”. No hubo ningún descalabro. El fenómeno Benavent acababa de empezar.

Hoy, apenas una década después, Benavent ha vendido más de 4,5 millones de ejemplares y las adaptaciones de algunas de sus obras, realizadas por Netflix, han escalado hasta el primer puesto de las ficciones en español más vistas en todo el mundo. Todo, sin abandonar ni por un momento su convencimiento de que la novela romántica no solo tiene un hueco entre lectores y espectadores, sino que puede ser una interpretación fidedigna de tantas y tantas historias de hombres y mujeres del siglo XXI.

Benavent insiste en esta entrevista de Talento a bordo, el proyecto impulsado por Iberia para visibilizar el talento español, en derribar los prejuicios que hay hacia la comedia romántica, aún encasillada por muchos en un género frívolo, ligero, dulzón o de bajo nivel cultural. “Hace años veías muchos libros forrados de papel blanco en el transporte público porque la gente escondía lo que leía. Sigue habiendo cierto pudor por parte del lector a la hora de admitir que consume esta literatura”. Su veredicto es claro: “No creo en la superioridad intelectual de unos géneros por encima de otros. El público es soberano y es el que decide lo que lee”, añade. Está convencida de que este tipo de obra ha cambiado en los últimos años y se ha desligado de comportamientos tóxicos para ”enseñar a las nuevas generaciones lo que no tienen que soportar en una relación”.

En 2019, Netflix le propuso adaptar sus primeros libros a la pantalla en una serie titulada Valeria y convertirse en productora ejecutiva. El gigante audiovisual también quedó prendado de este personaje, una escritora sumida en un bloqueo creativo que encuentra apoyo en sus tres mejores amigas. El éxito se tradujo en una renovación de cuatro temporadas. Años más tarde llegó la película Fuimos canciones y en 2023 Un cuento perfecto, la serie en habla no inglesa más vista de la plataforma. La valenciana comenta que cada uno de estos estrenos le produce el mismo vértigo en el estómago que contemplar cualquiera de sus novelas en el escaparate de una librería.

Lectora empedernida gracias a su hermana mayor, a la que define como su verdadera mentora, Benavent resume su rutina en aprender de otros autores y nunca detener su rotativa. En 10 años ha publicado 24 libros; el vigésimo quinto previsto para este junio. Confiesa que el secreto de semejante ritmo está en sacrificar horas de sueño, pero como ella misma añade: “Cuando no estoy escribiendo estoy pensando en lo que voy a escribir”.