Blogs / Cultura
Del tirador a la ciudad
Coordinado por Anatxu Zabalbeascoa

Una fábrica envuelta en plantas

Cuando la productora suiza de mallas de cable de acero Jakob decidió abrir una planta en Ciudad Ho Chi Minh, le encargó a los arquitectos Rollimarchini Architekten y G8A Architects un edificio capaz de lidiar con la humedad del clima tropical

Fabrica Jakob en Ciudad Ho Chi Minh (Vietnam).Oki Hiroyuki

La primera fábrica de Vietnam levantada en el siglo XXI con ventilación completamente natural está en Ciudad Ho Chi Minh (antigua Saigón). Y ha sido la humedad la que ha dibujado este edificio. Ha sido la necesidad de lidiar con ella, en un clima tropical, la que ha decidido que sean las plantas, mayoritariamente diversos tipos de arecas, las que dibujen la fachada. Así se construye a prueba de humedad tropical: reforzando y ampliando las cubiertas, cubriéndolas de ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La primera fábrica de Vietnam levantada en el siglo XXI con ventilación completamente natural está en Ciudad Ho Chi Minh (antigua Saigón). Y ha sido la humedad la que ha dibujado este edificio. Ha sido la necesidad de lidiar con ella, en un clima tropical, la que ha decidido que sean las plantas, mayoritariamente diversos tipos de arecas, las que dibujen la fachada. Así se construye a prueba de humedad tropical: reforzando y ampliando las cubiertas, cubriéndolas de vegetación y abriendo y permeando las fachadas. Llega de este modo la ventilación natural y ese flujo de aire reduce la temperatura en el interior de los inmuebles. El resultado protege a la vez frente al calor y frente a la lluvia. Y asimila esta, sustituyendo el riego automatizado en épocas de tormentas.

En la fábrica que la empresa suiza Jakob levantó en Ciudad Ho Chi Minh, la antigua Saigón, las fachadas hablan de las mallas, cables y redes de acero que ellos mismos producen. Se une así el anuncio del material y, a la vez, el cuidado del inmueble gracias a la vegetación frondosa del lugar donde se han instalado. Las paredes verdes, forradas de plantas, son permeables, filtran el aire contaminado, dejan pasar la luz, proporcionan sombra y, por eso, reducen la temperatura en el interior edificio: paradójicamente, anuncian y protegen el inmueble a la vez.

Los proyectistas G8A Architects, asentados en Ciudad Ho Chi Minh, y los de Berna, Rollimarchini Architekten, trabajaron juntos para idear este edificio sostenible. Se trata de un inmueble capaz de representar a una empresa y a un lugar. Capaz de entender cómo relacionarse con el clima y la vegetación para potenciar la arquitectura. Por eso hay láminas de policarbonato y paneles correderos que permiten ajustar el grado de contacto con el exterior.

Detalle del tipo de plantas, mayoritariamente arecas, de la fachada.Oki Hiroyuki

El edificio ocupa 30.000 metros cuadrados del parque industrial donde se encuentra, al norte de la ciudad, capital económica de Vietnam. El lugar marca el paso de una economía agrícola a una industrializada. Y el edificio indica cómo los parques industriales pueden multiplicarse por dos sin ampliarse.

Como es habitual, la ganancia económica ha sido el factor que ha terminado por decidir la forma del edificio. Pero la densidad de ahorrar tierra apilando departamentos de la fábrica es una estrategia sostenible. En el cálculo del impacto ambiental de la fábrica se desestimaba la progresiva transformación de una tierra porosa en losas impermeables, cuentan los arquitectos. Por eso ellos propusieron la alternativa de ahorrar terreno, limitar el uso del suelo y propiciar el diseño pasivo. El resultado es una fábrica densificada que ocupa menos que un centro de producción habitual, consume mucha menos energía y facilita la vida de los trabajadores (reduciendo sus distancias).

La fachada, la piel del inmueble, es una plantación de diversas especies, sobre todo palmas, sujetas con una red de cuerdas. Hay dos capas de vegetación: de suelo a techo, jardineras horizontales de geotextil, que filtran la lluvia y el sol y rebajan la temperatura gracias a la evaporación. Las plantas, que requieren el mantenimiento diario de un equipo de tres personas, purifican el aire y aglutinan partículas de polvo. El riego es automático, pero es fundamental realizar la poda y frenar el asilvestrado de la pérdida de hojas. Cada dos años, explican los arquitectos, es necesario cambiar el sustrato.

Interior de la isla que forman los edificios de la fábrica, almacenes y oficinas Jakob.Oki Hiroyuki

El mantenimiento, la fachada de plantas y la densidad son las claves de esta fábrica. La densidad la consiguen las tres estructuras agrupadas como una unidad en torno a un patio interior. Así se reduce el consumo energético, como en una manzana urbana. En uno de esos tres cuerpos está la recepción, la cantina y las oficinas. Otro, el mayor, acoge la fábrica. El tercer volumen es el almacén. También el garaje para los ciclomotores de los empleados. Aquí todo es denso, todo se apila y todo se recoge. Menos las plantas. La vegetación humaniza el lugar y requiere la mano del hombre. Los cables y redes de acero de producción propia anuncian la fábrica. Y las plantas vietnamitas la protegen.

Más información

Archivado En