Las palabras están de buen humor

Osías Stutman, un “clandestino” de la poesía que estuvo casi 40 años sin publicar, es una amalgama única, y de efecto estimulante

Nacido en 1933, Osías Stutman formó parte de la brillante promoción de Alejandra Pizarnik y Juan Gelman, con quienes compartió la antología de la nueva poesía argentina de 1961. Pero también perteneció al extenso grupo de científicos “invitados” por la Junta Militar a abandonar la Universidad argentina a mediados de los sesenta. Se fue a Estados Unidos; al jubilarse, a principios del presente siglo, se instaló en Barcelona. No es casualidad que simpatice con Gombrowicz (con quien, cuenta, alguna vez jugó al...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Nacido en 1933, Osías Stutman formó parte de la brillante promoción de Alejandra Pizarnik y Juan Gelman, con quienes compartió la antología de la nueva poesía argentina de 1961. Pero también perteneció al extenso grupo de científicos “invitados” por la Junta Militar a abandonar la Universidad argentina a mediados de los sesenta. Se fue a Estados Unidos; al jubilarse, a principios del presente siglo, se instaló en Barcelona. No es casualidad que simpatice con Gombrowicz (con quien, cuenta, alguna vez jugó al ajedrez en uno de esos profundos bares de la avenida de Mayo, en Buenos Aires): es un deambulador, un extranjero, un “clandestino” de la poesía que estuvo casi 40 años sin publicar. Un poeta que no rechaza las incrustaciones, como gemas, de las lenguas con las que largamente ha convivido: “No hay palabra como clever, lista, ingeniosa / esclavo, esclava, de cada una, las fumadoras, / las de los grandes labios…”.

Como en ciertas zonas de Wallace Stevens y de John Ashbery, los versos de Stutman circulan como una corriente, discurren: se interesan menos por nombrar algo nítido —una experiencia, un objeto— que por registrar las ondas que mueve, el contrabajo del pensamiento: “La noche huele a gente escribiendo / y en el Norte piensan en el Sur. / La madurez llega cuando quiere / pero no ayuda y es como una boda continua”. Hay un eco del maestro oculto de muchos poetas porteños (Antonio Porchia, sumador de poema y aforismo) en la forma de sus falsos silogismos (de sus falsos “sonetos completos”), que no demuestran sino sugieren, desvían, invitan al lector a un laberinto de espejo: “El búho canta bien de noche y silba, / murmura, musita, mustio, musulmán / de la noche, recita versos de toro / humano, como luz de abuelo en la noche”. El erotismo es insoslayable, pero no pesa: no es angustioso sino pleno de regocijo. Es un Adán sin caída: la sorpresa es su actitud. Culto, zumbón, Stutman es una amalgama única, y de efecto estimulante.

BUSCA ONLINE ' MIS VIDAS GALANTES. POESÍAS COMPLETAS 1988-2008'

Autor: Osías Stutman.


Editorial: Comba, 2019.


Formato: tapa blanda (408 páginas).


Encuentra este título en tu librería más próxima


Compra por 18,52€ en Amazon

Archivado En