Alex, Noah, Yeisvi... Los niños de la segregación familiar de Trump

Documentales de HBO y Netflix ponen rostro a los afectados por la política de tolerancia cero en la frontera de Estados Unidos

'Torn Apart' (HBO) cuenta la historia de separación de Vilma y su hija, Yeisvi (9 años).

María llegó a Estados Unidos para huir de la violencia de las calles de Honduras que han visto morir a varios miembros de su familia. Uno de ellos era el padre de Alex, su hijo de 10 años. Cuando conoció a la directora Ellen Goosenberg Kent, llevaba más de dos meses sin ver al niño, desde que fuera detenida por no tener papeles.

En busca de cualquier apoyo posible, accedió a que una cámara registrara el angustioso proceso legal que enfrentaba para reencontrarse con él. Y así lo hace el documental de HBO ...

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María llegó a Estados Unidos para huir de la violencia de las calles de Honduras que han visto morir a varios miembros de su familia. Uno de ellos era el padre de Alex, su hijo de 10 años. Cuando conoció a la directora Ellen Goosenberg Kent, llevaba más de dos meses sin ver al niño, desde que fuera detenida por no tener papeles.

En busca de cualquier apoyo posible, accedió a que una cámara registrara el angustioso proceso legal que enfrentaba para reencontrarse con él. Y así lo hace el documental de HBO Torn Apart: separados en la frontera, que personaliza el relato de las casi 3.000 familias segregadas en Estados Unidos en 2018 como consecuencia de la controvertida política migratoria de Donald Trump.

La guatemalteca Vilma es la otra mitad de este díptico. También se encontraba en un limbo legal y geográfico más cercano al infierno que al cielo. En su caso, la violencia que enfrentaba junto a su hija, Yeisvi, de 11 años, se encontraba bajo su mismo techo.

“Hay muchas formas mejores de lidiar con una crisis migratoria que practicar estas detenciones inhumanas con personas que no vienen a hacerse ricos, sino a sobrevivir ante situación de vida o muerte”, dice Goosenberg Kent por teléfono a EL PAÍS. Ganadora de un Oscar y cuatro Emmys por su labor en el género documental, la estadounidense desgrana en 40 minutos “un asunto que debe ser contado con algo más que cifras”.

Su búsqueda de rostros y voces para este doble relato comenzó en el estado de Texas. Allí conoció a sus protagonistas y contactó con bufetes de abogados que ayudan a familias como las suyas, casi siempre de forma gratuita. Aun cuando logran recuperar a sus hijos, estos migrantes quedan a la espera de saber si finalmente se les concede asilo o si son deportados de forma definitiva. La duda puede prolongarse durante años.

“Reunirse con sus hijos es solo el principio de la lucha de estas dos mujeres, así que la ayuda de este tipo de organizaciones es vital para ellas. El caos con el que el Gobierno ha llevado este asunto es intencionado. Quieren que a estas familias les resulte imposible enfrentar esta situación y, por tanto, que entiendan una vida en Estados Unidos como una pesadilla en vez de como el sueño americano”, destaca la cineasta.

En un momento del documental, la estrategia que proponen los asesores de Vilma pasa por contar su testimonio ante la prensa. Inician entonces una batalla mediática que les permite tener cierto poder ante la Administración. “Por cosas así creo que es importante rodar películas como Torn Apart. Es necesario rebatir la narración de los hechos que intenta imponer Trump en este asunto. Solo intenta hacer propaganda electoral a costa de muchas familias”, defiende Goosenberg Kent. En efecto, ella no es la única que cuestiona la tolerancia cero de su país ante los inmigrantes.

Una conexión emocional

Con una mirada mucho más amplia, la serie de Netflix Living Undocumented (Viviendo sin documentos) pone el foco en ocho familias procedentes de América Latina y también de Oriente Medio, Asia y África.

Ron y Karen llegaron desde Israel en el año 2001, cuando su hija, Bar, tenía seis meses. Sus visados de turista caducaron sin haber logrado un permiso permanente, así que decidieron quedarse a probar suerte. En este tiempo, montaron varios negocios y tuvieron otro hijo, nacido en suelo estadounidense. A pesar de haber construido una vida a imagen y semejanza de la de sus vecinos, conviven cada día con el miedo de ser deportados. Los órdagos recientes del Gobierno del país hacen que la amenaza sea cada vez más inminente.

Para Alejandra Juárez, esa funesta posibilidad ya se ha materializado. Esposa de un exmarine que votó al partido republicano en las últimas elecciones, su deportación a México ya está programa junto a sus dos hijas menores de edad. Llevaban 20 años de apacible vida familiar en Florida.

Son dos de las múltiples situaciones que presentan los seis capítulos de esta serie documental codirigida por Aaron Saidman y Anna Chai y producida por Selena Gomez. La exchica Disney accedió a apoyar el proyecto tras ver las primeras imágenes que el equipo de Living Undocumented le mostró, a modo de presentación previa.

“Como ocurrió con ella, nuestra intención es desarrollar una conexión emocional entre el espectador y las realidades de este grupo de personas. Queremos que quien mira desde su salón, al otro lado de la pantalla, desee escuchar sus vivencias y logre entender lo que sienten”, explica Saidman.

La agencia de inmigración estadounidense (Immigration and Customs Enforcement, ICE) y la forma en la que gestiona esta crisis humanitaria están en el punto de mira de los directores, que entienden esta serie como “una forma de analizar qué imagen tiene Estados Unidos de sí misma y hacia dónde quiere dirigirse”.

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