RTVE responde, pero a su ritmo

Más de un mes ha tardado RTVE en dar explicaciones a los espectadores críticos con la emisión de la entrevista a Arnaldo Otegi en el 24 Horas (ah, sí, aquella entrevista, le oigo pensar a usted, atribulado lector, tras escarbar en los cuartos trasteros de la memoria). No podía acortar el plazo de respuesta porque el programa responsable de darla, RTVE responde, se emite mensualmente. Es decir, que RTVE responde, pero a su ritmo, como la administración que paga sus facturas a noventa días o como el fo...

Más de un mes ha tardado RTVE en dar explicaciones a los espectadores críticos con la emisión de la entrevista a Arnaldo Otegi en el 24 Horas (ah, sí, aquella entrevista, le oigo pensar a usted, atribulado lector, tras escarbar en los cuartos trasteros de la memoria). No podía acortar el plazo de respuesta porque el programa responsable de darla, RTVE responde, se emite mensualmente. Es decir, que RTVE responde, pero a su ritmo, como la administración que paga sus facturas a noventa días o como el fontanero que llegará la semana que viene entre las ocho y la una, más o menos. Es una forma poco comprometida de responder, pues quien preguntó ha olvidado la pregunta, se ha ido a vivir al extranjero o está muerto.

Esta parsimonia de funcionario de tiempos de Larra que no perdona su café y sus churritos aunque la mesa le desborde de expedientes contrasta con la velocidad supersónica que ha cogido la historia. Un mes de ahora es como cinco años de los de antes.

Un ejemplo. En la pasada feria del libro participé en un coloquio organizado por este diario. En el turno de preguntas, un caballero me instó a usar mis tribunas públicas para crear un partido agrario (por aquello de que escribí La España vacía). Otro caballero dijo que de partidos agrarios, nada, que eran reaccionarios, y que había que montar una organización transversal.

En esos diez minutos se fundó un partido, salió una escisión y se disolvió todo el movimiento. Ni Podemos ha acelerado tanto la historia. Por eso es tan tierno que RTVE ignore la velocidad de los tiempos y quiera hablar de algo que sucedió hace un mes, cuando ni siquiera existía el partido agrario que orgullosamente lideré.

Dicho esto, yo freno un poco y me despido hasta septiembre. A ver de qué toca hablar entonces.